sábado, noviembre 25, 2006

Le Petit Enfant

Ay, dios mío. Cuánto tiempo ha pasado desde que me hicieron esta foto... Todo jovencito, recién salido del útero materno y sin tener ni frijolera idea de lo que es tener que sacarse una carrera en la universidad.
Es como aquella serie del supuesto cantante Marilin Manson y su amigo más famosillo:



AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS

Es que cómo cambian las cosas en la vida, eh. Me acuerdo de cuando mi mayor preocupación era ni más ni menos que encontrar el Plastidecor de color carne que se me había perdido. Siempre que me mandaban dibujar personas me desaparecía ese color, será que los duendes de mi cuarto tenían un sentido del humor puñetero o que yo era más tonto que un almendro y siempre se lo dejaba a la niña que me gustaba de la clase. Si la vida fuera justa, todos tendríamos una caja de colores para pintar cuando la profesora nos lo mandase, jajaja.

El caso es que algunos aún somos niños por dentro, con nuestras tonterías y juegos aunque seamos adultos y responsables, pero sobretodo lo somos porque aún pensamos bien de la gente, incluso de los que nos han hecho daño o sabemos que nos lo harán.
Yo creo que es una capacidad maravillosa el hecho de seguir teniendo fé en la humanidad tras todo lo que se ve a diario, y no me refiero a las noticias, que también son un rato estresantes.
Pero claro, el hecho de seguir siendo incosciente no es el mérito, sino el hecho de que aún cuando sabemos que todo está como está seguimos pensando que aún hay algo que merece la pena salvar.

Bueno, vaya discurso moralista-nostálgico que me acabo de echar, jejeje. No era mi intención, pero es que esta foto me recuerda a cuando yo vivía en Zaragoza y de lo que me podría haber cambiado la vida de haberme quedado allí. No es que hubiera sido mejor, es que como habría sido diferente pues me pica la curiosidad. De todas formas, Zaragoza (la única ciudad de España que tiene cuatro sílabas acentudadas) me gusta como ciudad, y también me gusta Almería, que es donde vivo. ¿Veis? No sé si lo de conformarse con cualquier cosa es de niños o de adultos, pero me gusta como característica. Total, así uno vive feliz allá donde vaya.

3 comentarios:

Luismi dijo...

pues si es verdad como pasan los años. pero mi mayor preocupación de pequeño era evitar las patadas que me daba una compañera de clase que era una cabrona que se llamaba Ana C. ( no lo diremos entero por si acaso ) y me encantaba ver los programas de la tele, los dibujos animados ( cuando realmente eran dibujos no como los de ahora ) y claro esta de cuando me ponia todas las tardes a eso de las 5 a ver la tele en la 1 y veia club disney: ayyyy quien no se acuerdo de chip y chop y del tio gilito que nunca se le acaba el dinero y que los sobrinos no hacen mas que hacerle la puñeta.....que tiempos.
yo a veces los echo de menos, porque no tenías la preocupaciones de ahora, ni la gente que tu creías que te queria te hace daño pero bueno eso son cosas que vas aprendiendo en la vida y que no te queda mas remedio que aceptarlas.....nada de melancolias. na decir que estas simpatiquisimo en esa foto y a ver si encuentro yo alguna de cuando era yo pequeñin para que se vea como era....y desmentir esa teoría de que con el tiempo se mejora juasjuas

Fan dijo...

Decía alguien por ahí que cualquier tiempo pasado fue mejor. pues no estoy de acuerdo, la música de érase una vez el cuerpo humano me pone los pelos de punta, porque cuando empezaba tenía que ir a pincharme para la alergia. En esa época no podía elegir nada, ahora soy "casi dueña" de mi vida. He chupao tele como la que más, pero también he jugado en la calle, hoy día los niños están enjaulados, démosles libertad para que dentro de 20 años alguien cuente que fue tan feliz como nosotros lo fuimos.

Cid Lavigne dijo...

Vaya, qué comentarios tan profundos aparecen por aquí!
Yo opino que no puedes rechazar tu pasado porque es ni más ni menos que lo que te ha llevado a estar donde estás ahora mismo. Para bien o para mal, esto es lo que hay, así que pasémoslo bien mientras podamos siguiendo las reglas del juego.