lunes, agosto 30, 2010

Bolitas

Este es el diseño de una pared que vi por el centro de Amería. Llama la atención mucho muchísimo con sus brillos y transparencias que reflejan miles de colores según le dé la luz y me recuerda mucho muchísimo a esos embalajes de burbujitas que traen los electrodomésticos en las cajas (y este tema me aburriría mucho muchísmo si no fuera porque llevo ya quince minutos parado con un guardia delante y una señal de stop).
Nunca entendí por qué la gente se muere por reventar los plásticos de bolitas, me parece un pasatiempo de lo más simplón. Total, lo único que hay que hacer es presionar una hasta que ¡pop! ...Bueno, tampoco ha estado tan bien, sólo es ¡pop! ...¡Pop! ...¡Pop! ...¡Pop, pop, pop, pop...! ¡Nos vamos! (Cuando haces pop ya no hay stop).

NOTAS FINALES

Sir Perick Of the Palots, hijo de Lord Fulanit y Lady Menganit, es uno de los alumnos más brillantes de la University of Trujillo. Es tan estudioso que sacó matrícula de honor en el carnet de conducir, cosa que hasta ahora sólo había conseguido Raquel Revuelta encarnada por Paco León, pero no todo es felicidad en la casa Of the Palots. Sir Perick decidió estudiar una carrera que incluyera matemáticas elementales y, tras explicarles a los fanáticos de los RPGs que no tenía nada que ver con el Final Fantasy, obtuvo una asombrosa media de 9 en las cuatro evaluaciones del curso (en realidad eran tres, pero el profesor decidió hacer un examen sorpresa). Esto enfureció a Sir Perick puesto que él pretendía tener una media de 10 en todas las asignaturas así que fue a reclamarle al Profesor Peter Cios, el encargado de su evaluación de matemáticas. Cierto es que la diplomacia y el pragmatismo de Sir Perick incluía palabras del estilo a "desollamiento" y "electrocución", pero aún así el profesor llegó a un acuerdo con él: "Si, haciendo sumas, restas, multiplicaciones o divisiones, consigues convertir esos cuatro nueves en un diez, estaré encantado de ponerte la nota máxima en tu evaluación".
Este desafío no hizo sino incentivar a Sir Perick: tenía que hacer cuentas utilizando los cuatro nueves y que diera como resultado 10, pero aún no sabía cómo hacerlo. Iba a necesitar café.

(Esto se me ocurrió una noche que no podía dormir y me puse a hacer problemas de matemáticas de un juego de la DS. Eran todos de este tipo y éste en concreto se me resistió y me fui a la cama. Luego lo resolví mientras dormía, pero se me resistió el muy joío).

Red button

Siempre que el médico me manda una medicina monodosis me parece que tengo que pulsar el botón rojo de la destrucción. ¿Acaso sé yo lo que me estoy tragando? Y lo más importante, ¿tengo elección? Porque a mí me han dado la pastilla azul, ¿pero dónde está la roja, señor Anderson?

EL QUE FALTABA

El padre de Clara se encontraba en un aprieto bastante gordo: la multitud que lo estaba buscando lo había encontrado y pretendían ajusticiarlo con la policía de su lado. Se daba por hecho que él era un secuestrador y que posiblemente había matado a su víctima a pesar de que no había pruebas de que hubiera hecho ninguna de las dos cosas, no importaba de todas formas, la gente sólo quería un culpable y no importaba que fuera el auténtico o no. Delante del porche de madera gris estaba su tractor triplaza aparcado con la puerta abierta. Nadie se había fijado en que faltaba uno de los cinturones de seguridad, estaban muy obcecados en vengarse de algo que no les habían hecho.

- ¡Ha sido él! ¡Seguro! - Gritó uno de la multitud.
La policía mantenía su posición de neutralidad viendo ocurrir la escena completamente conscientes de que el mero hecho de no hacer nada ya era hacer algo a favor de la multitud.
En ese momento, llegó Karl a toda prisa y se interpuso entre el apresado y sus captores y comenzó a hablarles:
-¡Alto! ¿¡Es que somos animales!? ¿Qué ha hecho este hombre para merecer este trato?
Entre murmullos de desaprobación se alzó una voz cobarde que no se dio a conocer.
-¡Es un secuestrador y un asesino!
Karl sabía que eso no era cierto, pero no podía demostrarlo. No obstante, se mantuvo en sus trece.
-¿Por qué decís eso? ¿Alguien lo ha visto?
-No, pero es evidente que llevaba a alguien más en su tractor esta noche - dijo un policía.
-¡Eso no es cierto! ¡No he salido de mi casa en todo el día! - replicó el acusado.
-Vamos, que te han visto conduciendo por la carretera. No mientas.
-¡Es cierto! ¡No me he movido de aquí! ¿¡No véis que estoy pintando la verja y la casa!?

"Si él no ha salido de casa en todo el día, alguien más ha tenido que coger el tractor para que pensasen que era él", pensó Karl, pero no daba con la clave para que la ansiosa multitud dejara de lado sus instintos homicidas. En sus cavilaciones, se acercó al tractor. La puerta estaba abierta y efectivamente había algo que no encajaba. No estaba aparcado con prisas sino en su sitio, pero faltaba uno de los cinturones de los asientos traseros. En el suelo encontró una hebilla de cinturón de seguridad con la marca del tractor grabada en ella, era evidente que pertenecía al cinturón que ya no estaba allí. En ese momento Karl lo vio claro.

-¡Alto! ¡Este hombre es inocente!
La turba estaba ya desesperada y no tenía intención de escuchar, pero uno de los policías disparó al aire y los silenció momentáneamente.
-Gracias, oficial. Como decía, este hombre es inocente. He encontrado una hebilla en su tractor que perteció al cinturón de seguridad que falta en los asientos de atrás.
-¡Eso no demuestra nada! - gritó la voz cobarde.
-¿No? Pensadlo bien, si fue él quien secuestró a la persona, ¿por qué iba a ponerle el cinturón de seguridad? Y es más, ¿por qué se lo iba a arrancar para quitárselo? Él sabría cómo abrirlo sin necesidad de utilizar la fuerza, así que esta hebilla rota demuestra que el que conducía el tractor no era él.
-Entonces, ¿quién ha sido? ¿Qué pistas tenemos?
-Pues no lo sé, oficial, no tengo más indicios de nada, pero sí tenemos un rastro que seguir. ¡Oídme! Id a vuestras casas y preguntad a vuestros familiares quién se ha echado en falta en el pueblo hoy. Está claro que las dos personas que falten serán tanto el secuestrador como la víctima. ¡Rápido, no tenemos tiempo que perder!

Mientras los policías dispersaban a la multitud, Karl se dio cuenta de que el secuestrador podía encontrarse entre ellos, sin embargo, el hecho de que todos buscasen a la víctima ya reducía el número de sospechosos. Además, de esta forma Clara le debería un favor, aunque ahora recordaba que no la había visto desde que llegó.

...Y ya no tengo más. Esto fue lo que soñé hace unos días en ese momento de duermevela que estás consciente pero no despierto. Ojalá me hubiera podido enterar de más, la verdad es que me parecía completamente una película de Telecinco de las cuatro de la tarde.

Trabalenguas


"¡Salvad a los chocobos de Popocho, por favor!", que es lo que quería decir este pobre mogurito, pero el miedo no le permitía pensar con claridad (ni hablar). Es algo que nos pasa a más de uno, no lo del miedo, sino lo de decir una cosa que nadie comprenda o decir algo que la gente entienda de manera completamente diferente, por eso os presento...

FRASES ÉPICAS DE BUENA COSECHA

-"...Porque, claro, no es lo mismo una planta que urgencias" - La Cactusilla, enfermera profesional.
Claro que no, chiquitica, porque una planta es un ser vegetal que no se mueve y urgencias es cuando tienes que utilizar el servicio rápidamente. Si es que no hay nada como tener la oportunidad de explicarle los detalles semánticos de las palabras a una de ciencias... a lo cual ella me respondió que era cierto porque en urgencias vas siempre sin parar con las prisas y en las plantas (del hospital) los pacientes están en sus cuartos sin salir, completamente inmóviles como vegetales, les pones el pienso* y el agua cuando les toca, te aseguras de que tengan buena luz, les hablas un poco para que estén bien de ánimo y los agrupas como a ti te venga bien aunque no tengan nada que ver el uno con el otro.

*Verídico, lo dijo. No sé qué planta come pienso, pero lo dijo.

-"Esa yegua no quiere ca'ena, quiere látigo verdugo" - Un Tipical Turrensis.
Este... esta... ESTO se supone que era un piropo referido a una chica que pasó por delante, pero realmente me ha llevado lo mío traducir lo que quería decir en realidad. El caso es que "Ca'ena" significa cadena dicho en esos dialectos que persiguen la comprensión del lenguaje pero ella corre más, lo que me lleva a traducir la frase como que "esa tía no quiere nada serio, sino una aventura loca"... o algo así. Por eso se suele decir que la sabiduría está en los pueblos, más que nada porque después de la labor lingüística y humanística que he tenido que hacer para entender el sentido de lo que dice la gente uno acaba por comprender que no importa lo que se diga, sino cómo se diga.

-"Los viajes en el tiempo en el futuro serán posibles... pero no en el pasado" - Encarni Hawking, la del chupete.
Evidentemente, Encarni, porque por muy fuerte que intenten inventar los viajes en el tiempo, sólo podrán existir en el futuro, más que nada porque el pasado ya habrá pasado y no podrán hacer que existan antes de que existan... creo. Es como la historia en la que un chaval invita a otro a subir a su canoa diciendo que puede viajar hacia adelante en el tiempo, cosa que el otro chaval duda, pero el primero le convence cuando le dice que TODOS los objetos son capaces de viajar hacia adelante en el tiempo (lo que pasa es que van al mismo paso que él y no se nota, claro). El caso es que Stephen Hawking dijo que no se podría viajar al pasado y eso se tomó como si hubiera descubierto la teoría de la relatividad, pero su tocayo el rey (Stephen King) ya dijo exactamente lo mismo en "Langoliers" y "naiden" se lo tomó en serio. Está claro que no importa quién lo diga sino lo que la gente quiera oír.

-"La principal causa de la violencia es que algunas personas quieran quitarle la comida a otras" - Alfredo, marqués de Zafra.
Alfre, por mucho que intentes defenderte diciendo que esa cita es de una película que sepas que te ha quedado muy a lo Carmen Lomana hablando de los mercadillos, que a su vez fue digno de María Antonieta cuando le dijo al pueblo lo de que si no hay pan que coman pastel*, lo cual hizo que la gente quisiera cortarle la cabeza en público (pero ya se encargó su marido de eso)... Bueno, a lo mejor lo de quitarle la comida a la gente sí que lleva a la violencia pero yo sigo en mis trece de que la principal causa de la violencia es que haya gente que quiera pegarle a otra.

*Sí, es un dato histórico. ¡Niños, no aprendáis!

martes, agosto 24, 2010

Azúcar In-mobiliaria

¿Sois de los que siempre buscáis el lado dulce de las cosas? ¿Disfrutáis al máximo del azúcar de la vida? ¿Alguna vez os habéis querido comer una mesa y estaba demasiado sosa? Eso ya no es problema porque existen los edulcorantes de mesa de la marca Croto. Ahora ya no hay excusa para no comerse todos los muebles de la casa, pero recuerda: tu edulcorante de mesa es Croto, ¡dulce por huevos!

SUPUESTOS DE UNA NOCHE DE VERANO

Como todos los veranos, estoy repitiendo mi rutina de salir a correr para ver si consigo ponerme en forma de una frijolera vez, sin embargo, uno nunca tiene en cuenta que no importa lo que haya ocurrido sino lo que quiera creer la gente.

Esa tarde había hecho a buen ritmo el recorrido que siempre hago, no es que no estuviera cansado, pero me había supuesto menos esfuerzo del que normalmente me cuesta y era el momento de hacer el camino de vuelta a casa, esta vez andando. La mayoría de la gente suele pensar que gracias a ser un tirillas tengo la suerte de no sudar nada con el calor ni con el ejercicio y que prácticamente no pierdo líquidos cuando entreno, pues bien, incorrecto todo: paso calor como todo el mundo, sudo que parece que me han echado un cubo de agua encima y por culpa de ambas dos razones bebo una bestialidad de agua a lo largo del día, lo cual nos lleva a que mi aspecto durante el camino de vuelta era el de una gamba delgaducha recién descongelada con pantalón y camiseta de deporte. Esa visión no debería despertar ningún interés en la parte de las pistas deportivas dado el contexto, pero el azar hizo que mi aspecto tuviera un aliciente extra que no había considerado.

Como venía de hacer ejercicio, mi respiración era bastante profunda, lo cual hizo que mi transpiración fuera también mayor y por consiguiente diera un aspecto de persona débil y sin fuerzas. Dos chavales que no llegarían a los 18 años por poco pasaron por mi lado riéndose de mí descaradamente y me llamaron pringado a voces a la espalda. Me dí la vuelta y les dije que si se daban cuenta de que me estaban faltando al respeto, que soy mayor que ellos y que deberían hablarme bien y no reírse de mí, pero ellos se envalentonaron y respondieron que si es que les estaba vacilando. Yo les dije que esas no son maneras de hablarle a nadie y que seguro que no se atreverían a decirle esas cosas a alguien que pudiera partirles la cara de una torta (en realidad dije "hostia", pero no sé por qué al contarlo me ha dado cosa y me he autocensurado). Los chavales se me acercaron y me empezaron a empujar con el pecho diciéndome que a ver si la hostia me la llevaba yo. Una cosa que siempre ignoran los tontos así es que cuando se busca pelea hay que estar preparado para encontrarla.

Retrocedí dos o tres pasos en parte con el impulso suyo y en parte con el mío propio e hice ademán de darme la vuelta y seguir con mi camino mientras los dos se reían de mí, no obstante, todo eso era una farsa y utilicé el trecho que nos separaba para tomar carrerilla como si fuera a salir corriendo en su dirección a velocidad de sprint. Durante ese acelerón que ninguno de los dos se esperaba elevé el brazo derecho flexionado para que el codo quedase a la altura de su cara y ejecuté un movimiento horizontal arqueado aprovechando el giro de la cadera por el cambio de dirección que impactó en el más agresivo de los dos chavales derribándolo completamente. A su compañero se le congeló la cara de risa instantáneamente al ver cómo su compañero, que había sido derrotado de un golpe por alguien supuestamente más débil, estaba en el suelo inconsciente con el labio superior roto y me lanzó una mirada de terror paralizado. Sabía que quería salir corriendo pero estaba tan asustado que su cerebro se saturó y no era capaz, ni siquiera le salía el habla, sólo balbuceos.

"Llama a una ambulancia", le dije yo. El chico parecía que iba a romper a llorar en cualquier momento mientras se debatía en amagos de irse de allí o mirar a ver cómo estaba su amigo. Yo vi que el otro chico respiraba y que no tenía hemorragias en la nariz así que no había peligro aparente y se me pasó el subidón de adrenalina en cuanto un cuarto personaje entró en escena. Una señora de cincuenta y tantos se escandalizó al ver la escena y me recriminó que lo había visto todo y que iba a llamar a la policía. Yo le dije que si de verdad lo había visto todo entonces estaba ayudando a los agresores, porque nadie en su sano juicio empieza una pelea estando uno solo contra dos, pero la señora me llamó delincuente y malnacido y empezó a gritar "policía" como si hubiera visto un monstruo. Teniendo en cuenta que mi orgullo y mi honor estaban en juego, no podía (ni me daba la gana) dejar las cosas como estaban a pesar de que lo más fácil para mí hubiera sido irme a casa corriendo y pasar del tema.

Me acerqué a la señora y, cuando la callé de una voz, le dije que esos chicos habían venido a mí buscando una víctima débil a la que pegar; que ese tipo de gente, que tanto abunda hoy en día, son los chavales que estaba defendiendo; y que si en vez de pelea hubieran estado buscando dinero a lo mejor la que estaría en el suelo deseando una ambulancia era ella, y entonces ya no le hubieran parecido tan desvalidos sino todo lo contrario, pero claro, como fue un tío mayor el que respondió a sus amenazas y salió victorioso resulta que era prácticamente un asesino. La señora se quedó callada mirándome negándose a darme la razón, cosa que evidentemente le quemaba por dentro dado que sabía que se había equivocado y que lo que yo había dicho era cierto, pero como buena metomentodo oportunista no me iba a conceder ese regalo. Por eso siempre digo que es mejor pensar antes de hablar, porque el que habla es esclavo de sus palabras.

Cuando me calmé me fijé en que el chaval del suelo se había sentado y estaba llorando y el otro había salido corriendo. Me acerqué para comprobar si estaba bien pero me apartó la mano sin muchas ganas (por miedo, supongo). Le dije que lo sentía y me despedí de la señora y de él mientras emprendía el camino de vuelta a casa. Me temblaban las manos de miedo e impotencia. Lo que en un principio pensé que sería una buena reprimenda me había convertido en un monstruo, no a lo ojos del chaval o de la señora, sino a mis propios ojos. Había hecho daño a otra persona, no sólo daño físico sino daño moral, y no tenía muy claro si esa herida se le curaría. Me sentía horrible e indigno de ser considerado un ser humano civilizado. Por eso decía Mark Twain que "Aquel que lucha con monstruos debería tener cuidado para que no se convierta en un monstruo él mismo".

Epílogo:
La verdad es que todo esto es un pedazo de historia para contar a los nietos, pero por desgracia nada de esto ocurrió de verdad. Son sólo las cosas que se me ocurren mientras hago mi recorrido por una calle vacía intentando que pase pronto el tiempo que empleo en hacer ejercicio. Es que este verano ha sido tan aburrido que no me ha pasado nada interesante así que me lo invento y por lo menos os tengo entretenidos leyendo. Espero no haber asustado a nadie, jejeje.

domingo, agosto 08, 2010

Garbage

¿Os habéis fijado en que las puertas del coche se abren hacia el lado contrario al de los coches modernos? Yo no me he dado cuenta hasta la tercera vez que he visto el video buscando un fotograma en el que salgan los tres protas.

AGUANTA (TE)

Estaba enfada cuando te vi, creo que todavía lo estoy. Podemos intentar hablar del tema si quieres, pero sólo si me prometes que me echarás una mano. No te preocupes, cariño, no hay por qué pelear. No te preocupes, cielo, todo saldrá bien.
Este es el ruido que me mantiene despierta: la cabeza me va a reventar y me duele todo el cuerpo. Aguanta, que el ruido vaya a más. Aguanta, que el latido sea más fuerte.

Lamento haberte hecho daño, pero no me preguntes por qué, por favor. Sólo quiero verte feliz, sólo quiero verte genial.
Este es el sonido que me mantenía despierta: la cabeza me iba a reventar y me dolía todo el cuerpo. Aguanta, que los ruidos vayan a más. Aguanta, que los latidos sean más fuertes.

No te preocupes, cariño, no estés tenso. No te preocupes, cielo, nos quedaremos despiertos toda la noche. Tenemos ese sonido que me mantiene despierta: la cabeza me va a reventar y me dolerá todo el cuerpo. Aguanta, que el ruido sea lo más. Aguanta, que tus latidos siempre sean fuertes de más.

Vamos, aguanta, puedes hacerlo. Vamos, demuéstramelo, para ti no es nada. Vamos, hazlo, de una vez por todas. Vamos, aguanta, y fin del tema.
No te preocupes, cariño, no te pongas nervioso. No te preocupes, cielo, todo saldrá bien. Aguanta.

Garbage - Push It
(Traducción libre pero fiel al original, no me comáis)

Me compre (sí, habéis leído bien) este disco, "Garbarge 2.0", cuando estaba en el instituto por el módico precio de 2.500 pts de la época y todavía lo tengo en perfecto estado... Bueno, técnicamente sí, pero mi madre lo confundió con uno de mis discos de "Savage Garden" (no sé la razón, es como confundir un chumbo con una bobina de hilo) y se lo llevó a su casa de la playa.
El caso, que me desvío, es que, aunque me encanta la canción, siempre me ha dado la impresión de está dedicada a aquella vez que uno de sus ligues le pegó la gripe y luego ella, en venganza, se la pegó a él otra vez. Lo malo es que los remordimientos no la dejaban tranquila y se quedó a cuidarlo hasta que se le pasó. Si es que no se puede ser tan malo, que para eso está el anís del mono.

La otra interpretación pasa por noches de corta satisfacción sexual en las que ella quiere más y el otro está pidiendo ya tiempo muerto (o se muere), pero eso es otra historia de otras personas. Además, cualquier chica que pueda meterse un puño entero en la boca sin desencajarse la mandíbula es digna de tener en consideración (al menos como digna adversaria, y si no mirad el video de "Paranoid").