lunes, enero 26, 2009

B / W


La vida nunca es sólo en blanco y negro, por suerte existen los grises aunque uno se ciegue con el blanco que no puede alcanzar y se vea a sí mismo más negro de lo que en realidad es... o todo lo contrario.

VIAJAR EN AUTOBÚS (URBANO)

Una vez más, me acerco a la parada de la comisaría para coger el autobús que me lleve a Nueva Almería, que es como La Comarca de la Tierra Media pero entera. Al llegar dejo mi bolsa en el asiento y una chica la mira como si fuera a picarle en cualquier momento pero yo tengo cosas más importantes que hacer, como buscar el cambio para pagar el billete de un bus que llega puntualmente diez minutos tarde y me subo cogiendo mi equipaje con los dientes mientras me peleo con mi cartera para conseguir cerrarla y guardarla con las manos que me quedan libres. Recordando la práctica adquirida esquivando transeúntes en la calle Altamira por las mañanas, voy bailando mi coreografía giratoria avanzando entre el resto de pasajeros para no golpear a nadie con la bolsa que llevo mientras busco un hueco libre en el que poder mirar el paisaje mientras llego a mi parada.

Una chica estaba sentada cerca de la ventana dejando libre el sitio que quedaba pegando al pasillo. Se ha mostrado tensa en el momento de entrar yo en escena puesto que cualquier varón que pretenda invadir su espacio vital es una amenaza en potencia, pero ahora que sabe que no tengo intención de sentarme junto a ella parece decepcionada, como si realmente lo quisiera. Yo estoy de pie en la parte central del autobús mirando por la ventana sujeto a uno de los hierros y cantando silenciosamente lo que suena en mi mp3 sin darme cuenta de que de un chico me pone caras raras pensando que estoy intentando decirle algo. Al darse cuenta de que estaba en mi rango de visión pero no lo veía decide seguir contemplando las musarañas con total atención como estaba haciendo previamente.

Justo cuando el autobús va más lleno y la gente empieza a amontonarse por el pasillo, una mano de mínimo sesenta años me toca la mía buscando un sitio donde agarrarse. A pesar de que hay barra suficiente para quince personas, le ha gustado el sitio por donde la tengo yo agarrada porque ya está calentito y así le mejora la circulación, "pues nada, hija, si tanto lo quieres, para ti". Como me voy aproximando a mi parada, intento llegar hasta la puerta antes de que sea demasiado tarde escurriéndome entre la gente gracias a ser la encarnación del espíritu de la golosina... con una bolsa al final del brazo que me impide pasar. Tras un esfuerzo repentino, salgo disparado por el hueco de la puerta dando un salto y cerrándose la puerta justo tras de mí, caigo con los pies juntos, levanto los brazos y me dan un 8 de puntuación. Seguro que me hubieran dado más si el kilo de billetes de bus que tengo acumulados en el bolsillo derecho del chaquetón no me hubiera desequilibrado.

lunes, enero 19, 2009

English Pitinglish


Nada como un cursillo de ingles alerdezado para poder abrirse de piernas como la mejor bailarina rusa... aunque si es muy alerdezado lo mismo no te enteras de lo que te están pidiendo.

¿T'A QUEDAO CLARO?

Desenlace épico:
Izal, el mago de hielo, tenía acorralado al demonio del abismo en una esquina de la taberna que había arrasado en su búsqueda de algún alma pura de la que alimentarse. Entonces, nuestro protagonista comenzó a pronunciar las palabras de la invocación elemental acuática para acabar con él pero el impío aprovechó su momento concentración para abrasar al mago con una llamarada de fuego vil ya que durante una invocación todo movimiento está prohibido para evitar fugas de energía, sin embargo, a mitad de el cántico, Izal añadió una coletilla de palabras rúnicas para convertir la invocación elemental en una deflagración arcana que destruyera cada una de las partículas del demonio. No se sabía cuál de los dos prevalecería, el desenlace del duelo no estaba claro todavía cuando de repente... sonó el despertador y me di de boca con la realidad, en la que hay demonios y arpías en muchos sitios, pero los magos sólo se dedican a dar folletos en las avenidas principales de las ciudades.

Tarde en la tetería china con los colegas:
Nada más llegar a la escena nuestro protagonista se encuentra con el primer obstáculo: la puerta de entrada está trabada con uno de los biombos y no se puede abrir. Tras cinco intentos en los que los clientes que habían puesto el biombo ahí no comprendían el complicado mecanismo de "si la puerta choca contra el biombo, ésta no se puede abrir..." deciden que "...si quitamos el biombo, la puerta podrá abrirse". Como aquel descubrimiento parecía algo digno de la escena del hueso en 2001: O sea, en el espacio, decidí poner el toque final a la implosión neuronal añadiendo el comentario "¿Qué, ya habéis dejado de hacer el Gándalf?", por eso de la escena de "¡No puedes pasar!" y tal (cosa que tuve que ir a explicarles al darme cuenta de que llevaban veinte minutos de reloj dándole vueltas al chiste y AÚN no lo habían entendido).

Comentarios graciosos de la temporada:
-Una chica se pidió un dulce que se llama "yemas de conejo", por eso de que se parecen al que va por ahí dando saltitos buscando zanahorias que comerse y que no lleva falda. El caso es que al ver la forma que tenía el dulce, una amiga suya exclamó "¡Ay mira, un conejito, como el tuyo!" ...anda que si la otra llega a decir "¡Ay mira, un gato negro acostado, como el tuyo!" (esas cosas no se comen, no hay ganas).
-Según un buen amigo mío, "las cosas no terminan como empiezan, sino como acaban" ...cosa que deja clarísimo que hay gente que no debe hablar si no tiene cafeína en el cuerpo porque si no ocurren cosas como la anterior y la siguiente frase, "es que a las voy 3 a me a tía comer a casas de", que es digna del maestro Yodo (encargado del botiquín del Ejército Rebelde).
-En un cartel de una tienda en Mojácar se dictaminaba lo siguiente en inglés: Put his bag on the mostrador for me to see, graces, que en español pretendía (pero falló) decir "Ponga su bolso en el mostrador para que yo lo vea, gracias". Ahora bien, vamos a traducir lo que pone en realidad: "put" es el verbo poner, "his" es el posesivo su pero en masculino, "bag" es bolsa o paquete, "mostrador" es inglés de Vallecas así que lo dejaremos tal cual, "for me" es para mí o para que yo, "see" es el verbo ver, y "graces" son las gracias divinas concedidas por el clero. Todo junto: Ponga su paquete sobre el mostrador para que yo lo vea, hostias.
No hay que hacer caso a los extraños, ¿vale, niños?

martes, enero 13, 2009

Año Nuevo


...Pues no lo sé, pero hoy, martes 13, seguro que le sale más a cuenta no salir a la calle porque mira que empezar el año y que le dé ya una crisis en las aletanzas... (fin, aleta en inglés)

ACERTIJO... DIGO... ACÉRCATE, HIJO

Este banco está ocupado por dos hermanos, uno se llama Borja de Dios de los Dolores Supinos de Córnea y la otra aún no te lo he dicho pero se llama Estela María del Cármen de Todos los Santos Sin Dejarse Ninguno, ambos apellidados Puig Hero (que levante la mano quien no se haya atragantado pronunciando esa palabra). En un momento aleatorio de silencio incómodo en el que nadie sabe bien qué decir dado que acaban de descubrir que hay gente que se atreve a salir a la calle con ropa de valor conjunto menor a 600€, el hermano dice:

-Hermanita, como que imagínate que yo te diera dos años de los míos y los sumásemos a tu edad restándoselos a la mía. ¡Tendrías, o sea, el doble de mi edad, tía!
-Bueno, hermanito, eso sería imposible, o sea, porque yo soy una dama y una dama no tiene edad, tojuro.
-Ya, tía, pero suponte como que por una supermegahiperpequeñísima décima de segundo, o sea, dejas de ser la estirada, repipi e insoportable pérfida superficial que eres y vuelves a ser una persona como con edad, que si no no mola, jopeta.
-O sea, que tengo como que hacer que tengo un hermano mediorretrasado que hace, o sea, preguntas completamente inocuas e inoportunas porque como que no sabe estar callado un segundo... ¡Vale, chupi!
-¡A que sí, tía! ¿Y sabes qué, tía? Que si te diera tres años en vez de dos, ¡tendrías el triple de mi edad!
-¡Es verdad! O sea, como que si además me dieras cuatros años en vez de tres... !Yo tendría cinco veces tu edad!
-Jopeta, hermanita, como que qué paridas se te ocurren cuando no estás trabajando de camarera en Pachá por las noches, o sea, "empachá" de pastillas, tía.
-Ya, o sea, pero es que como papuchi me ha recortado la paga a sólo 500€ semanales como que no puedo pillar nada bueno, o sea. Lo último que me pude comprar para tener el subidón como que fue un ascensor, fíjate.

...Y la cámara se aleja y los deja con sus chorradas variadas, pero nos queda una duda pendiente para septiembre, ¿qué edad tiene cada hermano, o sea?

lunes, enero 05, 2009

Animal Christmassing


Es la magia de la Navidad, que convierte la alegría en jolgorio, los saludos en calurosas bienvenidas y los pulpos en pulpos. Por eso y sin razón aparente alguna voy a hacer de cadena televisiva nacional y escribo lo primero que se me ha ocurrido en plan programación de estas fiestas:

EL GREENCH SALVA LA NAVIDAD

Eran los primeros días de año nuevo y la gente era feliz y se divertía, la alegría navideña los había embriagado y su buen humor y regalos compartían.
Hacía poco que habían llegado la rebajas y el mundo entero se había preparado para llevarse los artículos por cajas y comprar todo lo que aún no había comprado.
"Cariño, hay que comprarle un regalo al pequeño Timmy y convencer a tu padre de que se disfrace de rey mago". "Me parece muy bien, querida, pero al niño le han quedado siete y mi padre es demasiado vago".
"Bueno, amor, pero sabes que puedes convencerlo con cualquier cosa que hagas". "Vale, hablaré con él, pero a cambio cuando lleguemos a casa me vas a echar un pXXXXzo que te cagas".
Y de esa manera, desde que salía el sol hasta que se ocultaba la luna, la gente era feliz sin motivo ni razón alguna.
Sin embargo, no todo el mundo disfrutaba del cariño y el amor de los suyos. "¿¡Qué narices es todo ese barullo!?"
El malvado Greench, desde su fortaleza de hielo en el desierto de Tabernas, oía perfectamente cada risa y sonido retumbando en sus cavernas.
Era un ser malo y resentido y se llamaba diferente del original para que no hubiera infracción del copyright y no me pusieran una demanda judicial.
"¡No me gusta la Navidad, me parece una pérdida de tiempo! ¡La alegría y el amor son cosas que se las lleva el viento!".
Constantemente clamaba y exclamaba enfadadísimo, aunque cualquiera que haya estado en Almería en otoño sabe que no exageraba lo más mínimo.
Por lo tanto, el Greench utilizó todo su ingenio para urdir un plan infalible, a ser posible, algo que incluyera colorines, luces brillantes y un dirigible".
"¡No permitiré que todo el mundo sea feliz mientras yo estoy tan triste! ¡Cambiaré todos los regalos por calcetines de Ágata Christie!".
Sin embargo, aunque no le importaba nada, él quería decir Ágata Ruíz de la Prada.
Y así ocurriría: Robaría por la noche todos los cargamentos de horrendos calcetines coloreados para sustituír emepetreses, videojuegos y golosinas por todo lo que él había robado.
Comenzó su plan haciéndose con la ropa tan terriblemente coloreada sabiendo que él era inmune llevando sus gafas de sol antimalgusto patentadas.
Después, sustituiría todos los regalos de todas las casas y saldría volando en su dirigible, pero mientras reía saboreando la victoria ocurrió algo que parecía increíble.
Sus oídos eran precisos como los de una secretaria malintencionada y agudos como la mala leche del Parada, por lo que siempre escuchaba todas las conversaciones para poder sentirse ofendido fueras cuales fueran las situaciones.
"Papá, ¿por qué en nuestra calle no hay luces de Navidad?". "Pequeña, porque este año estamos en crisis y hay que ahorrar electricidad".
"Pero si no hay luces de colores no pasará por aquí la cabalgata". "Bueno, pues tendremos que bajar hasta el paseo a pata".
Y la niña se puso a llorar de una manera tan estridente que el Greench se enfadó y dió la vuelta al dirigible inmediatamente.
"Si una niña está llorando por mi travesura no me lo quiero perder, total, hasta el año que viene no lo volveré a hacer".
Pensó malévolamente mientras volaba hacia la Puerta Purchena, comprobando que en el Paseo sí había luz y electricidad de la buena.
Tanto lo comprobó, que se quedó atrapado en uno de los adornos de Navidad hecho de croché. "¡Me he distraído mientras conducía! ¿¡Me he vuelto imbécil o qué!?"
Viendo que el adorno había atrapado bien su dirigible, se vió obligado a soltar lo imprescindible.
"¡A la porra los calcetines, ya lo volveré a intentar más tarde! ¡Las luces están calentando el dirigible y el globo está que arde!".
Y sobre la calle Pablo Iglesias, la de los antiguos cines Imperiales, cayeron montones de calcetines de colores muy especiales.
Muchos cayeron en la acera y fueron vendidos en los chinos, pero unos pocos cayeron de pie sobre las farolas ajustándose con mucho atino.
Y es por eso que, justo antes de la cabalgata, la gente que pasa por esa calle ya es feliz, aunque esté decorada con luces en la temática de un famoso barrio de Madrid.