viernes, octubre 07, 2011

Plants Vs. Zombies


Este es el causante de todos mis vicios últimamente. ¿Alguna vez habéis enfrentado un repollo a uno de los protagonistas del Resident Evil (esos no, los otros)? Pues en este juego lo podéis hacer, con la salvedad de que si tu verdurita pierde tú perderás la cabeza, literalmente además.

SALVEDADES

Parece que he terminado pero todavía no me he hubicado en la situación actual de no tener que estudiar nada más por obligación. Cierto es que el término "por obligación" es muy ambiguo, porque nadie nos obliga a preparar el CAP tras acabar la carrera pero es necesario para todo lo que se nos ocurra relacionado con la enseñanza, así que "decidimos voluntariamente" pagar los 1800€ del máster de universo que es ahora para así tener opción de ganar un sueldo mediocre en un colegio o instituto privado. También es cierto que nos pagan en estrés y nervios, así que se puede considerar que parte de la nómina va en especies, pero casi que prefiero el método tradicional de más dinero, qué quieres que te diga.

El caso, que me devío del tema, es que todavía no me he hecho a la idea de haber cerrado un ciclo que ha ocupado un tercio de mi vida, que se dice pronto. Me dicen por la línea 2 que ya lo notaré en febrero o junio cuando yo no tenga que hacer exámenes y el resto del universo sí, pero yo le respondo a la línea 2 que el término "hacer exámenes" es también muy ambiguo, porque es cierto que yo no tendré que presentarme a ellos, pero también lo es que tendré que prepararlos, presentarlos, corregirlos y explicarlos para que tanto padres como hijos queden satisfechos con el resultado. De hecho, ayer mismo se me quejó uno de ellos diciendo que su hija iba demasiado contenta y relajada a clase, que él prefiere que vaya más ahogada y estresada, a lo cual yo tuve dos reacciones simultáneas: la primera, que menos mal que ese señor no es mi padre; la segunda, que ese señor no tiene ni idea de lo que es un buen ambiente de estudio ni lo ha conocido jamás; y también hubo una tercera, pero algo posterior, que fue la idea remota de que suponía que si su hija se divertía en clase no estaba aprendiendo nada, a lo cual no tengo más remedio que referirme a los otros dos puntos anteriores, señoría. ¿Cómo es posible que todos los padres se atreven a opinar sobre el trabajo de los profesores de sus hijos pero nadie puede decirles nada acerca del suyo como padres?

En resumen, y para no irme más por las ramas, que he tenido que sustituir mis mañanas de universidad (y todo lo relativo a ella), los almuerzos fuera de casa y las tardes de trabajo hasta las tantas por mañanas de buscar trabajo, hacer papeleos y recados del trabajo y de casa, preparar las clases de la tarde y demás, almuerzos en casa a toda prisa y tardes de trabajo hasta las tantas. A simple vista no se aprecia la diferencia, pero cuando uno se fija de verdad se ve que no hay ninguna en absoluto: vives estresado igualmente como si las fechas de apretasen el gaznate, y eso que ahora se supone que tienes libertad para planificarte todo a tu aire, pero es que el término "libertad" es también muy ambiguo: de entrada, referido al trabajo, es una esclavitud permitida que nos imponemos "voluntariamente", sobre todo cuando tenemos cosas que pagar, pero lo disfrazan diciendo que tienes "libertad" para actuar como desees en tu puesto de trabajo, cosa que suele significar que tienes "libertad" para hacer lo que yo te diga o irte por la puerta. En mi caso, como acabo de entrar a trabajar y tienen que explicarme todo (o al menos deberían haberlo hecho alguna vez), me han dicho que no tengo "obligación" de hacerles exámenes a los alumnos y me han aclarado que puedo ponerlos cuando a mí me venga bien, pero que se hacen cada tres meses regularmente sin posibilidad de cambiar las fechas porque coinciden con las de los colegios, así que yo "voluntariamente" acepto esas fechas y hago uso de esa "libertad" que me ofrecen mis superiores, todo por el bien de puesto de trabajo.

Como véis, siempre hay posibilidad de elección, y hay pequeños matices al respecto, pero eso son sólo salvedades. No obstante, si no me gustase este trabajo no lo haría, claro está.