domingo, septiembre 29, 2013

Calavera oculta

Esta foto es de cuando fuimos a ver La Ciudad Encantada en una escapada bastante relajante de fin de semana. ¿Alguien más la ve o debería consultar a un especialista?

A todo esto, voy a contar lo único que pude hacer durante la extensísima semana de cinco días que me dieron mis jefes de vacaciones, previa recuperación de las horas que iba a "perder" a pesar de ser fiesta local debido a la feria de Almería*. Tengo que decir que, a pesar de todo, estuvo genial.

¡Última restrospectiva!

EXTRANJERO EN EL EXTRANJERO

Aunque el tiempo atmosférico ya me ha gastado la broma de tener frío, viento y lluvia en pleno agosto**, aquí estoy en plenas vacaciones, en Londres y disfrutando de, así a ojo, más de medio litro de cerveza de manzana (que se parece increíblemente a la sidra, quién iba a decirlo) con 17º en la calle. El ir en pantalón corto no ha contribuído tampoco a mi entrada en calor, no.

¿Cómo he acabado aquí? Pues fue por pantalones, concretamente por comprarme unos pantalones largos para mi estancia aquí: Nos tuvimos que recorrer una calle más larga que un especial de Sálvame Deluxe buscando la Primark deseada***, principalmente porque el resto de las tiendas estaban demasiado lejos, para encontrarnos al final con que unos señores con pocas ganas de amigos nos dicen que volvamos por donde hemos venido si no queremos tener problemas. Por lo visto, la calle entera estaba levantada por obras y era peligroso cruzar por ahí, así que decidimos pasar de todo eso: Pasamos las obras, un paso de peatones, una pasada de parada de bus inglesa y por fin conseguimos pasar al interior de la tienda.

Una vez dentro se me ocurrió reflexionar acerca de un hecho curioso mientras estaba en los probadores: A la mayoría de la gente le suelen llamar la atención las colas largas e intenta tardar todo lo que pueda en conseguir lo que desea, no obstante, yo prefiero claramente las colas cuanto más cortas y rápidas mejor para poder irme cuanto antes con lo mío, y es que cuando ves que la cola de pagar la ropa da tres vueltas a las cajas se te baja todo[4]. Sin embargo, misión cumplida y aquí estoy tomando mi cervecita en un sitio muy "especial": ¿Quién me iba a decir a mí que en Londres encontraría "La Especia de la Vida"? ("The Spice of Life") Cheers!

Anécdota extra: "Enseñando la almeja"
Curiosamente, la tarjeta de bono-metro se llama "Oyster Card" y las normas dicen expresamente que tienes la obligación de mostrársela a cualquier revisor que te la pida, aunque, para ser sincero, nunca pensé que tendría la obligación de enseñarle la ostra a cualquiera que quisiera revisarla, la verdad.

*El concepto de "recuperar horas perdidas" de mis jefes me desconcierta, más que nada porque me perdí la actuación de Fangoria debido a eso mismo.
**Como a todo buen turista veraniego.
***Nunca pensé que podría llegar a ser pariente de una tienda de ropa, pero ya ves.
[4] O sea, te da bajón.

sábado, septiembre 28, 2013

Acentuación

Esto fue parte de una de mis clases altruistas con mis amigos, me costó toda la tarde que ALGUNOS llegasen a dominar ambos conceptos.
Es importante hacer esa distinción: No es lo mismo contar la historia que contar una historia... aunque en la mayoría de los casos no hay mucha diferencia.

¡Seguimos con la retrospectiva! (Tardía)

DÍA DE PISCINA

"¡He abierto los ojos bajo el agua! ¡Es como el 3D!", dijo una niña saliendo del agua a reacción. La verdad, nunca me había planteado que el mundo subacuático piscinero pudiera parecerse en algo a un aperitivo de maíz. La frase en sí tiene su guasa también: ya no es que un videojuego o película imite la realidad, ¡es la realidad la se parece a los primeros! El salto generacional es cada vez más evidente.

Sin embargo, lo peor de todo ya no son las comparaciones con juegos, porque anda que yo soy el más indicado para hablar*, sino el hecho de que a mí me resulte raro. Entre eso y que ya no soy capaz de hacer veinte largos tan fresco en la piscina acabo por sentirme un poco mayor.

Ah, ¿qué el hecho de que haber dormido 5 horas influye? Pues qué quieres que te diga, en mis tiempos... oh, my god, eso SÍ que me hace sentir mayor. No obstante, tiene su gracia esto de que un alumno se sorprenda porque su profe juegue a Pokémon siendo tan nuevo, pero, como le expliqué con total calma y tranquilidad, es que es juego tan nuevo que tanto les gusta a los pequeños y no tan pequeños salió cuando yo era más joven que tú, ja***.

*Llegué a estar seis meses frente al ordenador todas las tardes hasta que acabé de programar el "Pokémon, la Fuerza de Retonno"**.
**Sí, conseguí programar un juego de casi 20 horas de duración con el RPGMaker durante mis primeros años de universidad. Lo que hace tener tiempo libre.
***Lo cual provoca dos reacciones casi simultáneas: "¡Oh,  mi profe es guay porque juega a los mismos juegos que yo!" y "¡Oh, dios mío, mi profe juega a los mismos juegos que yo!".

domingo, septiembre 08, 2013

Gato sobre plato

Es curioso lo que se le puede ocurrir a Rosa cuando está aburrida. Me recuerda al Pankestein que hicieron mis compañeros de residencia en Salamanca cuando estábamos haciendo sobremesa.

¡Seguimos con la retrospectiva!

DÍA DE PLAYA

"¡Cuidado con las almejas!", les decía un niño a sus amigos mientras yo me planteaba los posibles peligros que podría suponer ese molusco para el bañista medio. Decido hacer un reconocimiento rutinario a lo largo de la frontera marina y me veo en la obligación de repatriar a un explorador con pinzas para evitar que caiga sobre él todo el peso de la ignorancia ajena. Declaro una incursión al otro medio que se ve demorada en cuanto se me enfriaron los ánimos, pero que continuó lenta e inexorablemente hasta cumplir su objetivo. El más viejo de todos los presentes de allí me cambia humedad por sal mientras observo cómo una periodista de un año deja su huella por quinta vez en una parcela textil cercana, para contento y molestia a partes iguales por parte sus dueños. El susurro y sus caricias me avisan del que el tiempo concedido llega a su fin con un sutil cambio de temperaturas y yo intento averiguar qué pide un joven arquitecto cuando dice que necesita "agua mojada".
Llantos, gritos, risas, bostezos, acuerdos, desacuerdos, olvidos, recuerdos, planes, promesas y verdades: Así fue mi primer día de playa.

Esto lo escribí a finales de junio o principios de julio, justo el primer fin de semana que me bañé en la playa de San José este año. No es un mal recuerdo.

miércoles, septiembre 04, 2013

Marinubladilla

Tú eres como el sol de la mañana 
que entra por mi ventana
que entra por mi ventana...

...O sea, que tu novio entra todas las mañanas por la ventana de tu cuarto. Pues como no sea Spiderman no sé yo, pero aprovecho para contaros una de las razones por las que no he escrito apenas nada en todo el verano.
 
¡Velocidad retrospectiva, señor Snoknick!

ENFERMEDADES ELECTRÓNICAS (VERSIÓN DISNEY)

¡Mi ordenador ha pillado un virus! La verdad es que no entiendo cómo ha podido pasar: No dejo que se acerque a otros ordenadores, tengo mucho cuidado de lo que le doy para jugar y siempre lleva su protección cuando salgo a pasear con él, pero aún así ha estado enfermito casi dos semanas.

Los síntomas han sido de lo más inquientante: El pobre no podía ni sentir el teclado, apenas era capaz de mantenerse bien el tiempo suficiente como para averiguar lo que le pasaba y en menos de un minuto se quebana K.O. Por suerte para ambos, el Dr. J.R.* estaba por aquí y decidió dedicar algo de su tiempo a tratar a mi pequeño. Me tuvo en vilo durante la espera pero, después de un buen tratamiento con sus herramientas y equipo personal, me informó de que todo había ido correctamente y que su recuperación era inminente, así que en poco tiempo lo tuve de vuelta en casa tan juguetón como siempre.
¡Tendré que tener más cuidado la próxima vez! ...Y ahora sin tanta parafernalia

¿¡Cómo se puede pillar un troyano solamente navegando por internet!? Es que es demencial ya lo que llegan a colarnos en el ordenador sin que nos demos cuenta, os pongo el caso: Antivirus activo, cortafuegos activo, estoy viendo una página de videos que no tiene nada que ver con tuberías, no estoy descargando nada**, cuando de repente se me cierran todas las ventanas y programas y aparece una pantalla con un mensaje de la policía diciendo que "es posible" que haya cometido alguno de los delitos de una lista enooorme que aparecía debajo***. El teclado no funcionaba y el ratón sólo me dejaba navegar por esa página falsa, el virus había inutilizado todos los puertos USB para que no pudiera utilizar nada externo, así que me puse a leer con detenimiento el supuesto mensaje de la policía, que me informaba de las terribles consecuencias de dejar pasar esta afrenta a legislación vigente[4]. El caso es que también me daba un número de cuenta donde, para "ebitar"[5] que la multa se hiciera cada vez más impagable, debía ingresar 110€ ¡antes de tres días! ¡Oh, Dios pío, apiádate de pi y de pi amma!

El caso es que tras la primera docena de falta de ortografía[6] y de darme cuenta de que una denuncia real jamás incluiría admiraciones triples ni preguntas retóricas, decidí ignorarlo muy muy fuerte porque no creo que en España estemos tan avanzados como para multar sólo por navegar por internet. La frase "el precio del progreso" no es tan literal, aunque viendo los precios de las ADSL...

*Sí, como el de la serie, pero menos vaquero.
**Porque no tengo costumbre, todo sea dicho.
***Para que eligiera yo el delito, supongo. ¿Es por eso que lo llaman "crimen a la carta"?
[4] Fuera cual fuera, porque no lo decía en ningún sitio, claro.
[5] Cita textual.
[6] Porque quien hubiera escrito eso lo había hecho con el orto, vamos.

martes, septiembre 03, 2013

Fotogramas

Hay que ver qué malvado es el botón de pausa cuando quiere que no me queda claro del todo quién de los dos está más mayor en esta foto. No se puede fiar uno de nadie ya, ¿eh?

PAPERWORK

Últimamente me ha dado pensar
en la teoría de la relatividad.
Yo me siento relativamente igual
haciendo de cantante
que de profe particular... cansado.

Bueno, se acabó el verano y tengo un huevo de trabajo acumulado aquí*, y no me refiero sólo a ordenar la tonelada de apuntes y ejercicios que tengo en esa venganza que tengo por carpeta, me estoy refiriendo a que entre cosas y otras llevo todo el verano sin escribir nada y creo que ya he perdido la costumbre por completo. De hecho, casi tengo que obligarme a no tener nada más que hacer para poder interpretar ballet** de dedos sobre el teclado. Lo bueno es que ahora sí que tengo un poco más de respiro en el trabajo, así que voy a aprovechar para poner todo lo que he hecho este período estival en cómodos plazos para uso y disfrute de mis comentarios de texto posteriores***.

La verdad es que entre cosas y otras yo no he tenido verano como se suele entender normalmente: He trabajado como un condenado hasta la primera semana de septiembre aunque mis últimas vacaciones fueron en Semana Santa, no digo ná; he tenido que encargarme de vigilar regularmente[4] el piso de mis padres mientras no estaban; he ido a la playa y a la piscina siempre que me lo han dicho para que no me echen en cara luego que no tomo el sol ni salgo a la calle[5]; he visitado a mis padres de vez en cuando para que no me digan que soy un descastado más de dos veces por semana[7]; he salido de paseo infinito con mis amigos a pesar de las ganas, también infinitas, que yo tenía de pillar la cama y dormir muy fuerte[8]; y, lo más importante, he cedido siempre que alguien ofrecía un plan para hacer algo a pesar de que no me apeteciera en pos de las relaciones sociales, y todo esto aguantando las ganas de decidir mis planes yo.

No se puede decir que haya hecho siempre lo que he querido cuando he querido, así que, por todo eso y alguna cosa que ya no me acuerdo bien, ¡QUIERO VACACIONES DE LAS VACACIONES! 

He dicho... Pero no os preocupéis, porque dentro de un rato se me pasa la pataleta y empiezo con lo que he ido escribiendo durante el verano. Que a pesar de todo uno se lleva las Vacaciones Natillana para ir haciendo los deberes, aunque me temo que tendremos que hacer una visión playera restrospectiva del verano para situarnos en contexto. Avisados estáis.

*Concretamente aquí, mira.
**La "t" es muda, lo dicen en Los Simpson.
***Si en algún momento esto se convirtiera en objeto de crítica literaria os aseguro que me daría algo... vergüenza como mínimo, vamos.
[4] Regulamente porque tampoco me esforzaba en hacerlo especialmente bien, principalmente porque la mayoría de los días que iba ellos también aparecían por allí, así que lo suyo hubiera sido regular mis visitas y las de mis padres.
[5] Lo cual ha repercutido en mi humor notablemente: nada mejor que día de playa con olas salvajes tras cinco horas de clase por la mañana para tener infinitas ganas de dedicarse a la transformación en ostra[6].
[6] O sea, al ostracismo.
[7] Es que antes me lo decían hasta tres o cuatro veces a la semana pero ahora son menos.
[8] El Paseo Marítimo se puede recorrer a ritmo tranquilo en aproximadamente una hora contando ida y vuelta, lo cual no es tanto, pero cuando uno alcanza bostezos tan grandes que parece que se va a partir la cabeza en dos mitades esa hora sienta peor que el Camino de Santiago sobre asfalto caliente.