lunes, junio 29, 2009

La nueva televisión


Pues sí que ha cambiado la televisión desde que no la veo porque anda que que Los Simpson se declaren ya abiertamente cine X... pero lo que más me desconcierta es el hecho de que sea cine X para todos los públicos, claro, así están luego los niños en el instituto, que crecen pensando que Nacho Vidal fue el que descubrió América.

Mi etapa de niño tiene muchas puertas cerradas a cal y canto por cosas que vi que no estoy muy seguro de querer abrir, puertas que me dejaron una marca muy profunda y que aún a día de hoy intento no recordar por el shock que me dejaron. Sin embargo, hoy he decidido hacerles un homenaje.

LOS FANTASMAS DE CID

Hace unos años, había un anuncio de detergente que quitaba todas las manchas habidas y por haber, o sea, que los demás debían ser Tang en comparación porque vamos, ¿dónde se ha visto que un detergente quite las machas de la ropa? Pues bien, si no era suficientemente inquietante el hecho de que aclarase que también quitaba las manchas de sangre con total eficiencia, al principio del anuncio salía una mujer con una camisa blanco nuclear en las manos diciéndole al cámara "¿sabes las manchas de picota, que son como rojitas?". Jamás lo entenderé, es que se me escapa al entendimiento y me quitó muchas noches de sueño por su culpa: ¿CÓMO se puede manchar uno comiendo cerezas?

Hace unos años más sacaron otro anuncio en el que una abuela y una nieta estaba delante de una mesa que la Real Academia de la Lengua Española hubiera definido como ejemplo de pulcritud. Pues bien, la abuela coge una gamuza del tamaño de una sábana de cama de matrimonio y le dice a la nieta "tú pasas el Pronto y yo el paño", coge la gamuza en plan colchoneta de playa y se desliza por encima de la mesa sobre ella en posición de cuerpo a tierra. Al poco quitaron el anuncio y, aunque yo era pequeño, una duda terrible me atormentaba constantemente: ¿CÓMO podía la abuela tener todos los dientes perfectos tras caerse de boca por el otro extremo de la mesa con semejante impulso? Y más importante que eso, ¿CÓMO podía una revista limpiar una mesa?

En mi más tierna infancia, yo ya veía mis programas y me gustaba mucho Barrio Sésamo. Pasando por alto el hecho de que Epi y Blas eran un limón y una naranja que se habían consolidado como pareja de hecho y que la Gallina Caponata era un avestruz amarillo con leotardos sacados de la serie "Fama", era mi programa favorito con diferencia pero no todo era felicidad en ese programa. La primera vez que vi a Coco explicarme la diferencia entre cerca y lejos me pareció tan interesante que incluso tomé apuntes para estudiármelo luego, pero la segunda vez que vi a un bicho de color azul con ojos saltones un escalofrío recorrió mi cuerpo. El monstruo de las galletas estaba discutiendo con el Conde sobre si contar unas galletas o comérselas, así que se pusieron de acuerdo para hacer ambas cosas al tiempo: ¿CÓMO podía Tricky decir que le encantaban las galletas si sólo las destrozaba sin comérselas?

No sé si me preocupa más el hecho de que la televisión de antes me pareciera más interesante o el hecho de que me dé completamente igual.

1 comentario:

Fan dijo...

Me ha encantao!!!! no paro de reirme!!
Dales picotas a crios de 3 años y verás cómo se manchan la camiseta, se ponen la cara más colorada que cuando yo voy de payaso y se tiñen el pelo volviéndose una masa pegajosa que da asquito tocar...doy fe.