lunes, agosto 06, 2007

Supervivencia básica (tomo 3)


La compra es, evidentemente, una parte importante de la supervivencia básica. Me llamó la atención el kiwi en el envase de queso holandés, es como poner un pollo de mascota de una marca de atún claro.
READY, STEADY, GO!!!
Me encanata muchisísimo (o sea) que mis padres se presenten en casa sin avisar, como si ellos vivieran allí también. Aunque evidentemente estoy de broma, realmente puede ser un momento curioso si me pillan en pleno concierto a capella de Amaral durante una de mis duchas o con el pantalón de jogging que me pongo para estar por casa (es lo más cómodo y ligero que me puedo poner sin estar en ropa interior) mientras arreglo la cocina... Espera, borra eso. Toma dos, ¿ok?
Creo que me he acostumbrado a estar solo en casa o, al menos, en mi cuarto. Estos años me han liberado bastante pero ahora me temo que la vuelta con mis padres es como enjaular a un pájaro que ha aprendido a volar. No creo que mis padres estén preparados para mis horarios de estudio y/o ocio, universitarios ambos dos, cosa que me va a costar por lo menos una tarde de explicar o justificar cosas que no tengo por qué. De mayor quiero ser como mi hermano: Un borde egoísta y egocéntrico... Déjalo, toma tres, por favor.
El caso es que conforme más se han abierto mis horizontes más espacio tengo para llenar y siento como un vacío en mi vida. Gente que viene y otra que va, otros se quedan y otros deciden que seis años de amistad no son nada porque yo tengo la culpa de que una tía que pasaba de él desde hace diez años siga sin hacerle caso pero a mí sí me hable. El diagnóstico: Envidia y celos mezclados con la impotencia de que ella me prefiera a mí como amigo... Puf, vaya tarde llevo... ¿¡Qué quiere decir que estamos en directo!?

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