sábado, agosto 04, 2007

Supervivencia básica (tomo 1)


Cuando los padres no están uno tiene que hacer la compra por sí mismo (sobretodo si tu hermano ha decidido que no piensa hacer nada si no le beneficia directamente de algún modo) así que aquí estoy en el Árbol comprando lo imprescindible. ¿A que casi no se nota el espejo?
QUIEN A BUEN ÁRBOL SE ARRIMA...
...Es probable que encuentre buenas ofertas, porque la única que vi yo era 5% de descuento en zumos. Siempre se dice que no es bueno hacer la compra si se tiene hambre y, aunque tengo que decir que es cierto, estos días no puedo evitarlo: La vida sedentaria me abre el apetito. La prueba de esto estuvo en mi estancia en Irlanda, que gané 7kg en medio año y eso que yo pierdo peso más facilmente de lo que se gasta un cartón de bingo.
Hablando de juegos de azar, me siento un poco a la deriva hoy (sobretodo esta semana). Mis amigos me dan su apoyo pero no me lo demuestran como yo necesito y mi chiqui no da señales de vida tampoco, así que estoy un poco ausente en mis cosas. Realmente no es nada grave, es que como soy una persona así de rara, me gusta que la gente me dé cariño incondicional... Algunas veces me asusto cuando pienso en lo bien que acerté al decir que soy la parte femenina de la relación, jorl, sólo digo gilipicheces.
En fin, que no hay mal que 100 años dure y que espero que se me pase pronto. Sentirse extraño en tu propia casa no ayuda pero se hace lo que se puede, que para eso uno tiene fuerza de voluntad. Es que además parece que los recuerdos de la gente que me hizo daño esperan a que me den bajones de estos para resurgir en mi mente y atormentarme un poco más de lo que lo hicieron... Odio ser tan perfeccionista, pero no puedo competir con tanta gente a la vez, llevo toda la vida luchando para hacer las cosas bien pero, ¿para qué?

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