jueves, mayo 21, 2009

Mónica Terol Golbano


Sorprende cómo una criaturita tan pequeña puede inspirarte a parar un camión con la frente si fuera necesario para que saliera adelante.

¡YA SOY PAPÁ!

...Dijo mi amigo Miguel cuando me llamó esta mañana. Tras nueve meses de espera (y una semana de más), Ana dio a luz a un encanto de niña en perfecto estado de salud con un parto completamente natural. Por lo tanto, ayer, 20 de Mayo del 2009, llegó al mundo esta preciosidad de bebé (que todo el mundo desea que salga como la madre según fuentes cercanas a la sala de partos).

Ese pelo morenito, la naricilla y los mofletes sonrosados fueron cuidadosamente elegidos entre las posibilidades genéticas de que disponía para dar lugar al resultado que veis en la foto... que se pasó toda la noche llorando, por lo visto con unos pulmones dignos de Montserrat Caballé, a pesar de que el máximo tiempo que ha estado sin contacto con sus padres han sido veinte segundos cronometrados maternalmente (y uno nunca puede... bueno, mejor dicho, nunca se atrevería a dudar de esas cosas).

Evidentemente, todo esto nos convierte en titos y titas a todos los demás (por si alguno no lo era ya de antes) así que hemos adquirido la sagrada misión de colmar a la recién nacida de cariño y caprichos hasta que esté completamente malcriada. Es ley de vida.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Tito de Mónica:

Esta semana he tenido dos emociones la primera es el alumbramiento de la
chiquilla, que por esperado y desespe
rado no deja de imponer.

La otra, la segunda, es el leer una expresión de cariño que representa tu escrito. Si como abuelo de Mónica me siento orgulloso, como padre de Miguel me siento muy contento de que sepa hacerse amigos
de vuestra categoría.

Cid Lavigne dijo...

Vaya, me siento honrado por esas palabras, de verdad

Anónimo dijo...
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Cid Lavigne dijo...
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