lunes, diciembre 18, 2006

Pepín Marín


Hala, tanto que hablo de pepinos marinos (voladores) y holoturias y la mayoría de la gente no sabe ni lo que es...
Pues sí, esto es un pepino marino, aunque en algunas zonas se le llama también "cagarro de mar". Se suele utilizar en pesca porque el interior vale como cebo para peces, se alimenta de algas pequeñas del barro o de sus propias heces y la piel segrega un líquido urticante que produce salpullidos.
Vamos, una delicia de ser.

Eso sí, lo que no sabía de este animalito de Dios es que SE PESCA. ¿En serio eso se come? Me dan los repeluses de la muerte, sobretodo si pienso que ayer cené en un restaurante chino. El caso es que da igual lo que nos guste o nos deje de gustar, que siempre nos lo comemos todo con una buena salsa. ¿Cierto o cierto?

CENAR EN UN RESTAURANTE, CHINO

¿Acaso pensábais que iba hablar todo el rato de holoturias? ¿Quién os pensáis que soy? ¿El de Cifras y Letras? Pues no, hoy toca hablar de lo que creemos que estamos comiendo y lo que en realidad nos comemos. Cuanta gente dejaría de comer todo lo que le gusta si supiera lo que realmente contiene... Si hasta las naranjas de Almería ya han dejado de ser naturales.

El caso es que en los chinos no podemos ni imaginarnos lo que nos ponen, total, todo va con salsa y/o envuelto en esa pasta crujiente o rebozado. Es como pedir, croquetas en un hotel: Mejor no preguntes. Un vecino de Roquetas trabajaba en eso y me dijo que desde entonces no puede ver ni las croquetas ni las albóndigas, hecho que es verídico porque se puso verde (literalmente) cuando vino a comer a casa y mi madre se las sirvió. En fin, el efecto Naranja Mecánica funciona, es un hecho.

De todas formas, aunque fuera carne de chino lo que nos sirven en el restaurante, si está buena y nos gusta, ¿por qué íbamos a dejar de comerla? Es decir, no es que nos tengamos que hacer antropófagos, pero es que nunca nos vamos a enterar... Y si nos enteramos, que Dios nos pille confesados, porque es probable que ambas consecuencias sean desastrosas, como echar hasta la primera papilla en el acto o ir a los "Todo a un Euro" a por algo para merendar.
He dicho, aunque no sé muy bien lo que he dicho.

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