domingo, septiembre 13, 2009

Indicaciones


Hombre, está bien saber dónde está uno, que la mayoría del tiempo estamos perdidos o perdiendo el tiempo sin saber dónde estamos. Eso sí, un poco de precisión nunca sobra.

¡DESPEDIDOS! ...DIGO, ¡DESPEDIDAS!

No madrugar, desayunar lo que yo quiera, desayunar sin prisas, sentarme un rato a leer, ver mis series favoritas por la mañana, jugar a la DS mientras se hace la hora de comer, cocinar a mi ritmo, repetir el postre, repetir la comida, repetir el aperitivo, repetir la manzanilla de después, tumbarme en el sofá después de comer, ver "Sé lo que hicísteis" entero, echarme una corta siesta ocasional, tomar café por la tarde con mis amigos, darme un paseo hasta el puente, hacer mi entrenamiento de footing, hacer la compra y comprar lo que a mí me gusta, merendar, ducharme sin prisas por cederle el puesto a nadie, cantar a viva voz mientras me ducho o limpio la casa, tocar la ocarina en el salón, acostarme tarde, estudiar a mi ritmo, hacer las cosas sin tener que dar explicaciones... a todo eso, ADIOS.

Madrugar, desayunar lo primero que pille, desayunar con la hora pegada al culo, abandonar los libros que no manden los profesores, guardar mi DS para que el polvo no se acumule encima, no poder cocinar yo, no poder repetir postre porque no hay más, no poder repetir la comida porque no hay tiempo, no poder repetir el aperitivo porque no ha habido tal cosa, no hablar de la manzanilla de después, no poder tumbarme en el sofá porque está ocupado (en general), sustituir "Sé lo que hicísteis" de la Sexta por "Ahora ya sé lo que no habéis hecho" de la academia, echarme una siesta diaria pero sólo por la noche, llamar a mis amigos para decirles que ya no puedo tomar café por la tarde, ir corriendo hasta la parada del bus de la uni, no poder continuar mi entrenamiento por falta de tiempo, no poder hacer la compra y por lo tanto que no me guste nada, saltarme la merienda, ducharme a contrarreloj porque siempre hay alguien esperando, no poder hablar en casa porque siempre le molesta a alguien, no poder tocar la ocarina porque no soy Mózart, acostarme cuando quieran los demás y no cuando deba, estudiar cuando me dejen, ser cuestionado a cada paso que doy... a todo eso, HOLA.

Siempre me preguntan por qué me resulta tan traumática la vuelta al curso académico pero nunca sé qué responder.

1 comentario:

metabolic dijo...

La solución, como en muchos otros casos es clara: ¡INDEPENDENCIA!