viernes, septiembre 07, 2007

El genoma de la anémona



¿En qué se parece una tortura china a estar de exámenes malo con una pseudo- gripe? En que en ambos casos quieres que acabe pronto. Maldita sea la Renfe que pone los aires acondicionados a 17º C. con lo delicado que soy yo para las temperaturas bajas.

NERVIOS Y CAFÉ (CON LECHE)

Pues sí, ya con la coña estoy en mitad de la época de exámenes y escuchando Flash de La Prohibida. Si no fuera porque este finde viene mi chiqui a Salamanca me estaría acordando de los familiares de los profesores en orden descendente (aunque eso también lo hago de vez en cuando), claro que de todas formas estamos los dos de exámenes y no podremos estar muy de fiesta. ¿Por qué las desgracias nunca vienen solas?

Bueno, el lunes tuve un exámen que parecía de teleserie norteamericana: Son cinco exámenes seguidos en 4 horas (empezando a las 4 pm), haciendo dos en dos horas y media, luego un descanso de media hora, tras la que surgió un exámen oral (de media hora) a cuatro alumnos que no sé de dónde salieron, y luego haciendo los listenings (que eran dos, con uno la profesora no llegaba al orgasmo por lo visto) con lo que nos ponemos en el exámen escrito de una hora que empezó a las 7:35 pm... hora a la que el bedel de la Facultad nos dijo que en 25 minutos cerraba todo y que fuéramos terminando. ¿Tan difícil es planificar un exámen de cuatro horas?

Fue apoteósico: Cuarenta personas por la calle con su exámen EN LA MANO siguiendo a la profesora hasta el departamento para poder terminarlo. Evidentemente, el oral se pasó a la semana siguiente, faltaría más, y ese exámen me temo que iba a estar un pelín copiado por todos (menos yo, que lo llebaba de sobresaliente, snif) lo que derivaría en un aprobado general... O eso dijeron, pero las notas salen hoy y aún no me he atrevido a mirar (más que nada porque no están aún, pero eso son tonterías). Es que esa profesora es la afilada vorpalina +5 y le tengo pavor a mi reacción, porque si me suspende lo mismo hago una locura e invierto mis ahorros en bolsa. ¡Socorro, Capitán Planeta!

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