lunes, abril 23, 2007

Train Life


Amanece en la costa oriental de Andalucía y yo tomo el tren camino de la capital de España con intención de llegar a mi destino, Salamanca, antes de que se haga de noche. Lo que más me joroba de esta foto es que fue a las 7:15 de la mañana porque no hay ninguna otra combinación de tren posible desde Almería. Menos mal que el año que viene me quedo ya en casa...
PRIMAVERA ALTERADA
Estamos en Abril (Lavigne) y yo ya tengo que pensar en ponerme a estudiar en serio. Nada de esas tardes tranquilas jugando al Titan Quest, no... Ahora me toca hacer trabajos, asistir a tutorías, revisar todos los ejercicios para asegurarme de que no me dejo nada Y (con mayúscula) ponerme a ESTUDIAR. ¡Socorro, me agobio mucho!
Nunca he comprendido cómo no prohiben los médicos las jornadas de estudio. Si es que no puede ser bueno para la salud mental de nadie, analicemos sus componentes y veremos: Te sometes a un estado de concentración en el que ignoras todos los estímulos de tu cuerpo mientras te repites a tí mismo a modo de mantra una información que quizás ni entiendas por lo que tendrás que asimilarla mediante memorización de papagayo, cosa que luego no servirá para nada porque esa información nunca se retiene en la memoria. Además, hay que sufrir la tensión y presión de la época de exámenes y las notas para pasar a una depresión en caso de haber currado como un mulo y haber suspendido... o algo así. Todo eso no puede ser sano.
En fin, menos mal que luego viene el verano y siempre podemos escapar una semana de nuestras obligaciones para NO HACER NADA y no tirarnos por la ventana cuando nos de la ansiedad. En mi caso, me compro juegos nuevos, que también me valen para distraerme, vaya.

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