miércoles, marzo 07, 2007

Uai em si ei


¡Síiii, existen y están en Salamanca! (Y no me refiero a los Vílash Pípol). Resulta que las juventudes religiosas tienen una sede aquí y no la había visto hasta hace relativamente nada, vaya. Estos últimos años la religión me persigue, por activa o por pasiva. Menos mal que el año pasado no me ordené al final, imagina que me pongo por orden y luego no me encuentro alfabéticamente o algo...
HIPOCONDRIA & Co.
Recientemente no hacen más que poner carteles de enfermedades en la Plaza Mayor de Salamanca. Será para hacer conciencia social de los males menores del mundo y de lo bien que vive la gente que no está todo el día sufriendo por nimiedades tales como "me duele la cabeza" o "me duele el bolsillo" (ambos síntomas son bastante comunes durante la época de rebajas o durante tu propia boda).
El caso es que no podemos evitarlo: si estamos TODO el día leyendo o escuchando que tres de cada siete fumadores tienen cáncer, uno de cada ocho adolescentes ha probado las drogas al menos una vez, dos de cada nueve adultos sufre de alguna enfermedad renal que no conoce, y que cinco de cada diez personas son la mitad; no podemos resistirnos a sentirnos enfermos a nuestra vez. Es algo que el ser humano lleva innato en su ser.
Si ya lo decía Manolo Escobar en sus "maravillosas" películas: "Jaqueca, el dolor de cabeza de los ricos". Cambiando de tema, tiene que ser genial que te paguen por ser tú mismo en una película, y si no, que se lo digan a Woody Allen.
Cuando tomo una decisión, soy peor que Napoleón, como decía Mecano. Mi cuerpo ha decidido que se pone enfermo y joer que si se ha puesto enfermo: ¡me he resfriado! Solo espero que no pille gripe ni nada, porque anda que si me pilla la Semana Santa enfermo...
Si es que el cuerpo no miente nunca, en el momento en que empiezas a oir en tu interior "mátalos a todos, Caroline" una de dos: o has visto demasiadas veces Poltergeist, o tienes una esquizofrenia leve (sí, leve, porque pides opinión por consenso antes de matar a nadie).
¿Que qué tiene que ver esto con el tema del blog de hoy? ¿Acaso no os planteais vuestra escala de valores tras ver "El Silencio de los Corderos"? Nadie es bueno ni malo, solo hay conflicto de intereses.

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