Os recomiendo encarecidamente que busquéis el sketch con ese mismo nombre y lo veáis, creo que son de los 3 minutos de mi vida que más me he reído. Un acierto, Manu.
LOS SANTOS Y LOS INOCENTES
Siendo al día de hoy que es (café), aún no me han gastado ninguna broma (si no contamos con que mi tía me ha pedido que le explique las derivadas, claro). En todo caso, la inocentada ya nos la gastó el clima anteayer, que se pasó todo el día lloviendo. No es que me moleste, es que es raro, y sobretodo en Almería. Eso sí, al menos sabemos que la época de las lluvias ya ha pasado (o sea, anteayer en todo el año).
Para no variar y no perder la costumbre, hay imprevistos en los planes de Nochevieja, pero parece que todo está volviendo a la normalidad y serán solucionados en breve así que permanezcan en sus asientos y pónganse el DNI en la boca por si... digooo... disfruten de su vuelo. Realmente espero que no ocurra nada más, que bastante expectación tengo ya con la renovación de mi contrato (o no) a finales de enero como para tener que enterarme a última hora de otra cosa (¿¡cómo que no nos ha tocado nada en la lotería!?).
En fin, empiezo otro nuevo año y según parece voy a volver a donde estaba justo antes de empezar este. No, no me voy a Salamanca, meloncines, me refería a mi estado social y personal e intransferible, ese que sólo se da cuando uno sabe quién es pero no puede serlo porque vive en casa de sus padres, ese mismo. ¿Será todo esto efecto del champán, burbujas que suben y después se vaaan (aaah)? La verdad es que sería raro, hace ya tres días que me tomé los tintos de verano (sí, en diciembre, y qué).
