La boda de Muriel

La gente me critica, me apunta con el dedo, susurra a mi espaldas y a mí me importa un bledo. ¿Qué tiene esta película que todo el mundo que la conoce me la recomienda? Espero que la frase más famosa no tenga nada que ver con la calidad de la película:

"QUÉ MALA ERES, MURIEL"

¿Pensábais que por tardar un día más iba a ser más interesante el blog? Jo, qué poco me conoceis, pezqueñines míos, si lo único que cuento aquí son verdades universales de mi mundo personal e intranspreferible. Sin embargo, veo que poco a poco voy llenando esto y ya casi llego a las 100 entradas, tendré que conmemorarlo de alguna manera, como ir a trabajar vestido de folklórica o algo así (conozco gente que hizo instances en calzoncillos).

Entre traducciones inesperadas y exámenes inesperados, la academia parece un capítulo de "Compiñeros", la serie esa que iba de dos piñas y dos piñones que iban de malotes por la vida del bosque de pinos. Si es que no se puede ir en ese plan por la vida, imagina que te pillan los de Pacual, una fábrica de leche dirigida por un tal Paco, y te utilizan para hacer caramelos de piñón. Algo así le pasó a una de las protas llama Piña del Valle, que la secuestró un gato que acababa de salir de un coma de 10 años y que tenía 7 vidas para convivir con una pasa que daba collejas y un melón que hacía honor a su nombre y a todo lo que implica. Qué dura es la vida de la fruta dulce...


En fin, todo esto escrito apenas volví de Onirolandia y sin tiempo a espabilarme, a veces me sorprendo (de lo que se me puede ir la cabeza, pero me sorprendo). El inexorable parpadeo del reloj digital (porque dudo que uno digital haga tic tac) me indica que ya he pasado media seguida en el mundo real y que debo permanecer aquí al menos hasta que se ponga el sol (ya le pasaré alguna película para que se ponga a gusto). Como lo único que tengo obligación de hacer hoy es ir a trabajar, me imagino que de repente me saldrán como una docena de tareas alternativas (sin tener nada que ver con el toreo) pero que en realidad no llevan a ningún sitio importante o exótico, sólo a la panadería o similares. Buenos días, Sebi.