viernes, noviembre 02, 2007

Feria de Almería


En esta foto se ve basicamente lo que ocurre cuando dos personas, un hombre y una mujer, se tapan media cara con un abanico. Es una reacción química extraña que hace que, o bien no te reconozcan, o bien piensen que has bebido de más.

OIBESUE ZEUGIRDOR NOREMLAS

¿Qué llevará una hamburguesa de las que preparan en el centro comercial para que te siente como si te hubieras comido una granada de mano? Ayer me vi en verdaderos problemas mientras estaba en el cine (viendo Saw 4, un pelín de rollo gore con asesino ultrainteligente postmortem) en dos etapas: primero me dió frío porque a estas alturas del partido todavía ponen el aire acondicionado en el cine, como si de la RENFE se tratara, y luego me dió un calor horrible que me hizo ir al servicio a despejarme. Antípoda de temperaturas en un solo cuerpo, indescriptible.

La verdad es que lo mejor de ir al cine es ir con alguien más para poder comentar la película luego. Recuerdo las escasas veces que he ido al cine yo solo porque no encontré a quién esclavizar para que me acompañase y ha sido una tortura no poder destrozar las pelis malas o ponerle el altar a las buenas (uno es friki, qué se le va a hacer). Sin embargo, la saga Saw es de esas en las que necesitas al escritor de la película, a su psicólogo y a la madre que lo parió para que entender todo lo que ocurre (que por lo visto son un montón de cosas a la vez). Para colmo de males y océanos, si uno ve la cuarta peli sin ver las otras tres es como para quedarse a cuadros escoceses ya.

En fin, estas cosas son así: uno puede ver cómo se desmiembra a un violador con obesidad mórbida y algo desequilibrado (teniendo ya en cuenta que es violador, claro) y no inmutarse pero luego ponerse enfermo porque la mostaza o los pepinillos de la hamburguesa de la cena estaban pasados. El cuerpo humano funciona de una manera y nuestra mente de otra, por eso los hombres tenemos erecciones aún cuando no hemos visto nada que nos excite y las mujeres se ponen en estado Cebolla (On y On, en inglés, cebolla) con el frío y sin estar alteradas por nada. Seguro que en la zona desconocida trataron este tema de alguna manera, la Doctora Ochoa era más rara que un puesto de funcionario.

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