Bueno, ya terminó mi finde sevillano. La verdad es que me encantó ir a una ciudad que no conocía y hacer nuevos amigos. Cada vez que me veo en esta foto me vienen los repeluses de la muerte pero supongo que podría ser peor... Siempre puede ser peor.
INEMXPERIENCIA LABORAL
El tema del trabajo siegue como siempre: Parado (juas, qué malo). El caso es que ya no me quedan sitios nuevos en los que mendigar un empleo, tendré que empezar a ampliar horizontes laborales y considerar camarero (que lo odio, pero es que los puesto de chapista ya estaban pillados). Y eso que estoy a punto de licenciarme, anda que si no tuviera más que bachiller...
Este barrunto laboral viene desde este verano pero es que ya este finde me he dado cuenta de que tengo que dedicar el tiempo libre a algo productivo (y por eso estoy escribiendo el blog, muy bien, Sebi, te estás luciendo) porque las asignaturas se estudian y ya, pero las facturas no se pagan solas. Menos mal que vivo con mis padres... Lo cual no es que sea un camino de rosas en el sentido estricto de la palabra, si acaso por las espinas, pero por lo demás... Vamos, que nunca está de más mantenerme ocupado y subvencionado.
Anécdotas curiosas: Este finde me he dado cuenta de que NO hablo andaluz, ni si quiera almeriense, lo cual es muy triste. Si al menos se me hubiera pegado el acento irlandés pues mira, pero como sólo me he venido con la S de Salamanca resulta muy raro oirme hablar (sobretodo en Sevilla). Sin embargo, por una casualidad del destino, no había nadie de Sevilla en casa de Rafa (o Pensión Loli, como a él le gusta llamarla). Un bilbaíno, dos malagueños (incluyendo a Rafa, que vive en Sevilla), un valenciano y un almeriense. Casi na, eso parecía la ONU.
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