Es curioso lo bonitos que son los fondos espaciales de este juego. La verdad es que me gusta bastante por la temática de descubrir estrellas y por lo excitante de los combates de naves futuristas en el espacio infinito... aunque a veces me entran ganas de estrellar el ordenador contra el infinito cuando me hace alguna de las suyas, la verdad.
Continuando con la metáfora, ¿seguimos con el máster del universo?
REFUERZO Y CASTIGO (Y A VECES CRIMEN TAMBIÉN)
Ayer en el máster estuvimos viendo la teoría conductual del condicionamiento operante*. Una de las teorías que nos mostraron ayer es la de modificación de conductas mediante aplicación de refuerzos o castigos a fin de aumentar la frecuencia de una conducta deseada o de reducir la aparición de una conducta no deseada**, sin embargo, tanto los castigos como los refuerzos pueden dividirse en dos grupos:
-Refuerzo positivo: Aquella consecuencia que concede un premio al que realiza una conducta determinada.
-Refuerzo negativo: Lo mismo, pero en este caso eximimos al que realiza la conducta de alguna tarea que no le guste.
-Castigo por presentación: Consecuencia desagradable por realizar una determinada conducta.
-Castigo por supresión: Lo mismo, pero en este caso le quitamos algo que le guste***.
El caso es que de aquí seguro que a más de uno se le ocurrirían mil ejemplos de cada uno, seguramente basados en las propias experiencias, y probablemente serían fácilmente clasificables en una de las cuatro categorías. Por supuesto, el profesor hizo lo que pudo por aclararnos todas las dudas pero yo sigo en mis trece, principalmente porque me encanta plantear este tipo de casos[4]:
La orden "haz los deberes o te mato", ¿es un castigo o un refuerzo? Porque según se mire cambia el punto de vista[5].
-Puede ser un refuerzo positivo porque eso le da la oportunidad de elegir su futuro próximo, lo cual suele ser algo bastante bueno y valorado por casi todo el mundo.
-Puede ser un refuerzo negativo porque si cumple lo que pedimos le evitamos morir, que en la mayoría de los casos es algo poco deseado o agradable para el que lo experimenta.
-Puede ser un castigo por presentación porque si no nos hace caso le causamos la muerte, que como consecuencia directa es bastante desagradable, para qué nos vamos a engañar.
-Puede ser un castigo por supresión porque en caso de silencio administrativo puedes privarlo de vivir, que por regla general es algo que a todo el mundo le gusta casi a diario[6].
Y esta es mi duda respecto al temario que vimos el día anterior. No sé si mi planteamiento debería aparecer formulado en el examen dada su dudosa clasificación, pero al menos me ha servido para repasar un poco la materia, lo cual es un refuerzo negativo por castigarme suprimiendo el tiempo empleado en el resto de refuerzos positivos de mi tiempo de ocio... Y todavía me quedan más de seis meses de tortura china.
*Intentad decirlo todo seguido con un polvorón en la boca.
**Curiosamente el psicólogo que la utilizó se llamaba igual que el director del colegio de Bart Simpson.
***El típico "pues ahora no sales" o "te quedas sin postre hasta que se me olvide".
[4] Lúdicamente, claro, que luego en el examen te crujen como vayas de listo.
[5] A veces me sorprendo de lo redundantemente obvio que puedo llegar a ser.
[6] Aunque depende de lo que hayas hecho el día anterior, claro.[7]
[7] Y, más importante si cabe, con quién.
Reflexiones Personales Inc.
Porque yo pienso, como los burros
miércoles, diciembre 04, 2013
jueves, noviembre 14, 2013
Indicaciones
Bueno, tengo que decir que, aunque me sorprende la señal en sí, me parece muy bien que lo tengan indicado. De esa forma nadie puede llamarse a engaño (principalmente porque es un nombre un poco raro).
El caso es que al ver esta foto no he podido evitar pensar en ciertas situaciones que he vivido recientemente en mi vuelta a los estudios.
MÁSTER DEL UNIVERSO
Bueno, ya casi dos semanas desde que empecé el máster de marras y parece que llevo un mes yendo y viniendo*. Creo que se me va a hacer más largo que "Sonrisas y Lágrimas"**, aunque esta vez espero ver el final por lo menos.
La verdad es que ya se me había olvidado lo que era estar en un aula sentado delante del profesor: el tema de la atención se hace duro en algunas ocasiones porque es un tema de autodisciplina, no obstante, lo peor con diferencia son algunos compañeros/as del grupo y las situaciones que provocan. Ejemplos prácticos:
El alumno X se queja en la clase del profesor 52 de que estamos perdiendo el tiempo en las clases de los profesores 91 y 37, que estamos cursando un máster y que hay que hacer más cosas que valgan el dinero que hemos pagado. El 52 le responde que realice una queja formal siguiendo los canales y medios adecuados y el alumno se queda satisfecho diciendo que eso no sirve para nada[4]. Entonces, almendrica de Huelva, ¿para qué te quejas en primer lugar y encima en una clase que no tiene nada que ver con las otras dos? Es más, es que como los profesores hablen del tema y decidan que hay que endurecer el máster creo que va a haber más de una respuesta al comentario[5].
El mismo alumno X se queja en clase del profesor 46 de que en la clase del profesor 80 se están realizando actividades demasiado difíciles y que a ver si se piensan que por ser un máster tenemos que hacer esos ejercicios tan complicados. El profesor 46 le responde que la clase 80 no da lugar a error porque se llamaba "FIJATE"[6] y que cualquiera que se coja esa asignatura sabe a lo que se enfrena, también añadió que era necesario tener un nivel aceptable en Fijación porque era requisito imprescindible para el máster, pero el alumno se quedó más ancho que alto respondiendo que le daba igual porque ya se había cambiado de asignatura[7]. Entonces, ejemplo gratuito de Cucumis Melo, ¿no crees que quejarse por quejarse no es la mejor manera de enfocar un tema y menos con uno de los profesores? Además, cuando una clase es muy fácil el problema es que es muy fácil y cuando es muy difícil es que es muy difícil, así que no le veo el sentido a las quejas, la verdad.
Y con eso tenéis un resumen de las anécdotas más reseñables de mi clase en las casi dos semanas de asistencia que llevo ya. Me pregunto si es que las nuevas generaciones vienen con el gen tomatero/salvamero ya de serie o es simplemente que se aburren en clase. Yo es que prefiero tomármelo con filosofía y bizcocho (en los descansos). ¿Qué haría He-Man?
*No me he hecho marinero al margen de lo que mi mente sin desayunar diga.
**Me acuerdo de cuando vi la película*** con mi madre sólo por pasar tiempo en familia: llega el momento en que se casan tras un eterno sinfín de dificultades y, cuando decido irme a mi cuarto a hacer algo con mi vida, mi madre me dice que todavía quedaba media película. Me quedo con ese final.
***No digo por primera vez porque sólo me he atrevido a verla una... por mi propia salud mental.
[4] Cuando lo que quería decir es "no tengo ninguna gana de realizar semejante esfuerzo porque podría obtener resultados y odio la responsabilidad".
[5] Creo que es un hecho científicamente probado que hay un alto porcentaje de gente en este mundo que primero arranca el coche y empieza a andar pero no es hasta unos minutos más tarde que empiezan a decidir el destino o incluso si querían coger el coche, lo que suele implicar discusiones injustas con gente que simplemente eran pasajeros en el mismo viaje. Con la opinión pasa lo mismo.
[6] "Factores Increíblemente Jodientes de Actividades Totalmente Específicas".
[7] Cuando lo que quería decir era "me he dado cuenta de que, si me quejo las veces suficientes seguidas sin sentido alguno, los profesores se van a dar cuenta de que soy yo y es muy posible que tomen medidas, así que mejor le quito hierro al asunto diciendo que no tenía importancia".
El caso es que al ver esta foto no he podido evitar pensar en ciertas situaciones que he vivido recientemente en mi vuelta a los estudios.
MÁSTER DEL UNIVERSO
Bueno, ya casi dos semanas desde que empecé el máster de marras y parece que llevo un mes yendo y viniendo*. Creo que se me va a hacer más largo que "Sonrisas y Lágrimas"**, aunque esta vez espero ver el final por lo menos.
La verdad es que ya se me había olvidado lo que era estar en un aula sentado delante del profesor: el tema de la atención se hace duro en algunas ocasiones porque es un tema de autodisciplina, no obstante, lo peor con diferencia son algunos compañeros/as del grupo y las situaciones que provocan. Ejemplos prácticos:
El alumno X se queja en la clase del profesor 52 de que estamos perdiendo el tiempo en las clases de los profesores 91 y 37, que estamos cursando un máster y que hay que hacer más cosas que valgan el dinero que hemos pagado. El 52 le responde que realice una queja formal siguiendo los canales y medios adecuados y el alumno se queda satisfecho diciendo que eso no sirve para nada[4]. Entonces, almendrica de Huelva, ¿para qué te quejas en primer lugar y encima en una clase que no tiene nada que ver con las otras dos? Es más, es que como los profesores hablen del tema y decidan que hay que endurecer el máster creo que va a haber más de una respuesta al comentario[5].
El mismo alumno X se queja en clase del profesor 46 de que en la clase del profesor 80 se están realizando actividades demasiado difíciles y que a ver si se piensan que por ser un máster tenemos que hacer esos ejercicios tan complicados. El profesor 46 le responde que la clase 80 no da lugar a error porque se llamaba "FIJATE"[6] y que cualquiera que se coja esa asignatura sabe a lo que se enfrena, también añadió que era necesario tener un nivel aceptable en Fijación porque era requisito imprescindible para el máster, pero el alumno se quedó más ancho que alto respondiendo que le daba igual porque ya se había cambiado de asignatura[7]. Entonces, ejemplo gratuito de Cucumis Melo, ¿no crees que quejarse por quejarse no es la mejor manera de enfocar un tema y menos con uno de los profesores? Además, cuando una clase es muy fácil el problema es que es muy fácil y cuando es muy difícil es que es muy difícil, así que no le veo el sentido a las quejas, la verdad.
Y con eso tenéis un resumen de las anécdotas más reseñables de mi clase en las casi dos semanas de asistencia que llevo ya. Me pregunto si es que las nuevas generaciones vienen con el gen tomatero/salvamero ya de serie o es simplemente que se aburren en clase. Yo es que prefiero tomármelo con filosofía y bizcocho (en los descansos). ¿Qué haría He-Man?
*No me he hecho marinero al margen de lo que mi mente sin desayunar diga.
**Me acuerdo de cuando vi la película*** con mi madre sólo por pasar tiempo en familia: llega el momento en que se casan tras un eterno sinfín de dificultades y, cuando decido irme a mi cuarto a hacer algo con mi vida, mi madre me dice que todavía quedaba media película. Me quedo con ese final.
***No digo por primera vez porque sólo me he atrevido a verla una... por mi propia salud mental.
[4] Cuando lo que quería decir es "no tengo ninguna gana de realizar semejante esfuerzo porque podría obtener resultados y odio la responsabilidad".
[5] Creo que es un hecho científicamente probado que hay un alto porcentaje de gente en este mundo que primero arranca el coche y empieza a andar pero no es hasta unos minutos más tarde que empiezan a decidir el destino o incluso si querían coger el coche, lo que suele implicar discusiones injustas con gente que simplemente eran pasajeros en el mismo viaje. Con la opinión pasa lo mismo.
[6] "Factores Increíblemente Jodientes de Actividades Totalmente Específicas".
[7] Cuando lo que quería decir era "me he dado cuenta de que, si me quejo las veces suficientes seguidas sin sentido alguno, los profesores se van a dar cuenta de que soy yo y es muy posible que tomen medidas, así que mejor le quito hierro al asunto diciendo que no tenía importancia".
lunes, octubre 28, 2013
Infidelidades Alimenticias
Bueno, la verdad es que me reí bastante cuando vi por primera vez el anuncio de "Cuernitos Tía Rosa", pero luego me dí cuenta de que estaba mal reírse de eso: cualquier mujer del mundo, sea del color que sea, tiene derecho a comerciar con sus cuernos... Aunque yo lo hubiera dicho de otra manera, todo sea dicho.
Y dicho esto, y por una extraña relación de ideas, paso a contaros una historia corta de ejemplo que escribí para los alumnos del B1 que tengo por la tarde. Espero que os guste.
THE LOST BIRTHDAY PRESENT
Everything was ready for the party and the guests were all waiting for Claire* to arrive. I wanted her to have the greatest time ever, so I made sure I had all I needed.
Although Karl**, Claire's brother, told me not to, I went into Claire's room to double-check if the present was where I put it. However, it wasn't. A cold shiver ran down my spine*** when I heard the "Surprise!" scream from the living-room. What was I supposed to do? She would be dissapointed if I made up an excuse, so I decided to grit teeth[4] and apologise.
Nevertheless, when I was expecting the worst, Claire came and kissed me right before telling me about an amazing necklace that she found on her bed that morning.
"Happy birthday", I said.
Bueno, no es que sea una obra maestra, pero intento demostrarles que se puede contar algo y demostrar dominio de estructuras al mismo tiempo, aunque ahora en perspectiva veo que quizás debí restringirme con el vocabulario en algunas expresiones. Además he escrito 132 palabras, que se pasa bastante de las 110 permitidas en esa parte, aunque en algunos ejemplos de examen dicen que se puede exceder ese límite si es por una causa acorde con el texto y el tema. En fin, si les sirvió para darles una idea de cómo hacer esa parte del examen escrito me doy por satisfecho. ¡Si lo que más les preocupa es el Listening!
*Siempre que veo este nombre, no sé por qué, me acuerdo de dos cosas: la primera, del barrio donde vivía mi colega de Irlanda; la segunda, de la protagonista del juego Resident Evil 2.
**No recuerdo el nombre de su hermano en el juego, pero como sea Karl mi subconsciente se tiene que estar partiendo de risa conmigo.
***Me pasé mucho con el vocabulario en ese texto.
[4] Me pasé muchísimo de hecho.
Y dicho esto, y por una extraña relación de ideas, paso a contaros una historia corta de ejemplo que escribí para los alumnos del B1 que tengo por la tarde. Espero que os guste.
THE LOST BIRTHDAY PRESENT
Everything was ready for the party and the guests were all waiting for Claire* to arrive. I wanted her to have the greatest time ever, so I made sure I had all I needed.
Although Karl**, Claire's brother, told me not to, I went into Claire's room to double-check if the present was where I put it. However, it wasn't. A cold shiver ran down my spine*** when I heard the "Surprise!" scream from the living-room. What was I supposed to do? She would be dissapointed if I made up an excuse, so I decided to grit teeth[4] and apologise.
Nevertheless, when I was expecting the worst, Claire came and kissed me right before telling me about an amazing necklace that she found on her bed that morning.
"Happy birthday", I said.
Bueno, no es que sea una obra maestra, pero intento demostrarles que se puede contar algo y demostrar dominio de estructuras al mismo tiempo, aunque ahora en perspectiva veo que quizás debí restringirme con el vocabulario en algunas expresiones. Además he escrito 132 palabras, que se pasa bastante de las 110 permitidas en esa parte, aunque en algunos ejemplos de examen dicen que se puede exceder ese límite si es por una causa acorde con el texto y el tema. En fin, si les sirvió para darles una idea de cómo hacer esa parte del examen escrito me doy por satisfecho. ¡Si lo que más les preocupa es el Listening!
*Siempre que veo este nombre, no sé por qué, me acuerdo de dos cosas: la primera, del barrio donde vivía mi colega de Irlanda; la segunda, de la protagonista del juego Resident Evil 2.
**No recuerdo el nombre de su hermano en el juego, pero como sea Karl mi subconsciente se tiene que estar partiendo de risa conmigo.
***Me pasé mucho con el vocabulario en ese texto.
[4] Me pasé muchísimo de hecho.
domingo, octubre 20, 2013
De boda
¡Mi hermano se ha casado por fin! Ahora tengo una cuñada nueva, aunque lo cierto es que la conozco de toda la vida, vaya.
La ceremonia fue muy agradable y el convite estuvo genial, no me aburrí en ningún momento... hasta la última media hora en la que después de casi cuatro horas bailando el cuerpo me estaba diciendo a las doce de la noche que eso de levantarse a las siete para estar listo y preparado, después de dormir mal, acaba pasando factura (y que ya no tengo veinte años, todo sea dicho).
El caso es que yo también tuve mi momento de gloria en el feliz acontecimiento y me hice un cierto grado de reconocimiento por mi intervención en la lectura de textos*.
Aquí os dejo el discurso que preparé como parte del regalo de bodas. La verdad es que causó sensación.
HERMANOS
No todo el mundo puede decir que se siente afortunado, pero yo tengo la suerte de poder afirmarlo sin tapujos. Me siento afortunado porque tengo un hermano, José María, y eso me ha permitido no tener que recorrer este camino de la vida en solitario.
Aunque no era mi intención en absoluto, y no me lo esperaba en una ceremonia de iglesia, los asistentes me hicieron el honor de de regalarme una ovación al terminar de leer y bastantes elogios al acabar la ceremonia. Supongo que cuando uno hace algo sin expectativas siempre sienta mejor una reacción positiva, ¿no?
*La verdad es que acabé siendo reconocido por toda la comitiva, pero es una sensación muy extraña la de que la gente te hable como si fuerais amigos íntimos a pesar de que no tienes ni idea de quiénes son.
La ceremonia fue muy agradable y el convite estuvo genial, no me aburrí en ningún momento... hasta la última media hora en la que después de casi cuatro horas bailando el cuerpo me estaba diciendo a las doce de la noche que eso de levantarse a las siete para estar listo y preparado, después de dormir mal, acaba pasando factura (y que ya no tengo veinte años, todo sea dicho).
El caso es que yo también tuve mi momento de gloria en el feliz acontecimiento y me hice un cierto grado de reconocimiento por mi intervención en la lectura de textos*.
Aquí os dejo el discurso que preparé como parte del regalo de bodas. La verdad es que causó sensación.
HERMANOS
No todo el mundo puede decir que se siente afortunado, pero yo tengo la suerte de poder afirmarlo sin tapujos. Me siento afortunado porque tengo un hermano, José María, y eso me ha permitido no tener que recorrer este camino de la vida en solitario.
Mi hermano también es una persona afortunada, puesto que
conoció a su mujer, Estefanía, cuando eran niños y han mantenido esa amistad
desde entonces. Tanto la han mantenido, que han decidido formalizarla
convirtiéndose en matrimonio después de toda una vida conociéndose.
Es curioso, pero la expresión “Toda una vida” parece casi
una sentencia, como si no hubiera nada más después de ella, mas sabemos
perfectamente que sí que lo hay: Quedan todos los momentos por vivir de los que
ahora, como pareja, pueden disfrutar; quedan todas aquellas anécdotas que,
juntos, podrán revivir y recordar; y quedan todos esos planes y proyectos que
ahora, como matrimonio, podrán crear y hacer realidad. Por eso, cuando alguien
afirma apocalípticamente que formalizar una relación parece el principio del
fin, yo me muestro escéptico al respecto, porque no es el principio del fin,
como una sentencia, sino el fin del principio, como el paso a una siguiente
etapa de la vida.
Por eso me siento afortunado, y especialmente hoy, porque
con esta unión no he perdido un hermano, he ganado una hermana, y les deseo
todo lo mejor.
Aunque no era mi intención en absoluto, y no me lo esperaba en una ceremonia de iglesia, los asistentes me hicieron el honor de de regalarme una ovación al terminar de leer y bastantes elogios al acabar la ceremonia. Supongo que cuando uno hace algo sin expectativas siempre sienta mejor una reacción positiva, ¿no?
*La verdad es que acabé siendo reconocido por toda la comitiva, pero es una sensación muy extraña la de que la gente te hable como si fuerais amigos íntimos a pesar de que no tienes ni idea de quiénes son.
miércoles, octubre 16, 2013
Orange Attraction
¡Ay, qué día, cariño! Todos se sentían atraídos por mí, no hacían más que decir "¡Estás estupenda, L'Orange!" ...¿Eres tú, Carlo?
No sé por qué, pero últimamente me siento como una naranja en el trabajo: Exprimido al máximo, y no en el mismo sentido, pero las siguientes historias me hubieran podido dejar también por el estilo.
ANIMALS IN THE CROSSING
No se puede decir que haya sido muy seguido o recientemente, pero se me han dado incidentes muy curiosos referentes a la conducción estos últimos años y, curiosamennte, yo no estaba conduciendo en ninguno de los casos. Lo cierto es que hay gente que, no es que no tenga ni idea de conducir, es que tienen la suya propia y ésta es una versión muy parecida a los juegos esos en los que uno hace lo que quiere y que sean los demás los que se adapten. Os cuento un par de tres historias, todas reales, y así veo si es cosa mía o son las cosas contra mí:
Caso 1:
Estando yo a punto de cruzar un paso de peatones por La Rambla, se me ocurre, a pesar de que no era necesario porque no venía ningún vehículo por la calle, mirar hacia ambos lados no sea que pudiera suceder un accidente. Pues bien, de repente veo una furgoneta* que bajaba a una velocidad ligeramente superior a la normal cuyo conductor estaba ligeramente atareado con las labores de manejo de dicho vehículo: El individuo en cuestión iba discutiendo, aparentemente, con su mujer mientras, sujetándola con la mano derecha, se iba comiendo una caracola de chocolate; además, con la mano izquierda, apoyaba el teléfono móvil contra la oreja para hablar al mismo tiempo que sujetaba un cigarrillo entre los dedos de la misma para, cuando tuviera la ocasión, darle una calada al mismo; por último, como todo lo anterior no era suficiente, el individuo todavía tenía recursos para realizar la labor principal del vehículo, o sea, conducir, así que iba manejando el volante con sendos codos para mayor tranquilidad del público y tripulantes. Fue tal mi impresión que no supe a ciencia cierta si sentía horror o fascinación en aquel momento, pero lo cierto es que el shock me impidió apuntar la matrícula**, así que tal hazaña quedará en el anonimato hasta que alguien se declare autor de... ¿un grave delito contra la circulación? No sé yo.
Caso 2:
Estando yo a punto de cruzar, otra vez, un paso de peatones de camino a mi trabajo, veo que, en los dos segundos que estaba tardando en cruzar, se detiene una señora en su vehículo justo delante de dicho paso, gesto que yo consideré muy considerado por su parte*** hacia mi integridad física, así que me giré sin detenerme para hacerle un gesto de agradecimiento. No obstante, ella no tenía una expresión de afabilidad en absoluto, es más, su gesto era más bien de estar aguantando algo insoportablemente molesto, lo cual demostró pitándome dos veces con un gesto que más que presionar el claxon pretendía hundirlo en lo más profundo del planeta Tierra. Soprendido por el repentino estruendo, no acabé de salir de mi asombro cuando asoma la cabeza por la ventana y me grita que "a ver si cruzo de una vez, que quiere aparcar el coche ahí". En un vistazo rápido veo que la calle está infestada de coches a excepción del hueco del paso de peatones, lo que significaba que, efectivamente, iba a dejar su coche bolqueando completamente el camino de los no coductores... y le daba completamente igual. Cierto es que esa mujer estaba en su derecho de cometer esa estupidez digna de grúa, pero me habría encantado darme cuenta en ese momento de que yo también estaba en mi derecho de hacerlo realidad en ese mismo instante con mi teléfono.
Caso 3:
Estando yo a punto de cruzar, una vez más, el paso de peatones en dirección a mi trabajo, espero pacientemente a que el semáforo se ponga en verde para los peatones y me dispongo a cruzar. El hecho de que el semáforo me permitiera cruzar significa, evidentemente, que el de la calle perpendicular a la misma estaba también verde, pero todo el mundo sabe[4] que cuando uno cambia de sentido o dirección de circulación no tiene la preferencia a no ser que las señales lo indiquen, cosa que en ese caso no lo hacían, así que cualquier vehículo que quisiera circular por la calle que yo cruzaba debía esperar a que no hubiera nadie. Pues bien, estando yo a medio camino, o sea, en medio de la calle, viene un coche a una velocidad muy superior a la normal haciendo un giro de rasante justo delante de mí[5] que me hizo ponerme muy nervioso y alterado. Sin embargo, a pesar de que lo que me apetecía en ese momento era romperle algo de vidrio en la cabeza al conductor, me conformé con hacerle un gesto de asombro con las manos pretendiendo decir "¿Qué acabas de hacer?", a lo cual, en su afán por realizar un acto comunicativo efectivo, supongo, el conductor saca el brazo izquierdo por la ventanilla del vehículo y, cerrando el resto de los dedos como si fuera un puño, decide estirar el dedo corazón para mostrármelo sin pudor a pesar de lo ocurrido. Y mi pregunta es: ¿Y si yo, en un acto de enajenación temporal, por decirlo de alguna manera, decido perseguirlo hasta el siguiente semáforo, que estaba en rojo, y reventarle las obras completas de Shakespeare en la cabeza? ¿Se hubiera podido considerar justicia poética?
Tras reflexionar sobre este tipo de incidentes me queda clara una verdad que mi padre lleva declarando desde que tengo uso de razón: "A algunos les regalan el carnet de conducir en la tómbola".
*Aunque, por racista que suene, era más bien una "fragoneta", pero es que es lo que era.
**Para pedirle un autógrafo, principalmente.
***Considerando una consideración considerablemente considerada.
[4] O debería, por el bien de Santo Ortazo Gordísimo.
[5] Vamos, como que pude ver que eran tres tripulantes, dos de ellos de avanzada edad.
No sé por qué, pero últimamente me siento como una naranja en el trabajo: Exprimido al máximo, y no en el mismo sentido, pero las siguientes historias me hubieran podido dejar también por el estilo.
ANIMALS IN THE CROSSING
No se puede decir que haya sido muy seguido o recientemente, pero se me han dado incidentes muy curiosos referentes a la conducción estos últimos años y, curiosamennte, yo no estaba conduciendo en ninguno de los casos. Lo cierto es que hay gente que, no es que no tenga ni idea de conducir, es que tienen la suya propia y ésta es una versión muy parecida a los juegos esos en los que uno hace lo que quiere y que sean los demás los que se adapten. Os cuento un par de tres historias, todas reales, y así veo si es cosa mía o son las cosas contra mí:
Caso 1:
Estando yo a punto de cruzar un paso de peatones por La Rambla, se me ocurre, a pesar de que no era necesario porque no venía ningún vehículo por la calle, mirar hacia ambos lados no sea que pudiera suceder un accidente. Pues bien, de repente veo una furgoneta* que bajaba a una velocidad ligeramente superior a la normal cuyo conductor estaba ligeramente atareado con las labores de manejo de dicho vehículo: El individuo en cuestión iba discutiendo, aparentemente, con su mujer mientras, sujetándola con la mano derecha, se iba comiendo una caracola de chocolate; además, con la mano izquierda, apoyaba el teléfono móvil contra la oreja para hablar al mismo tiempo que sujetaba un cigarrillo entre los dedos de la misma para, cuando tuviera la ocasión, darle una calada al mismo; por último, como todo lo anterior no era suficiente, el individuo todavía tenía recursos para realizar la labor principal del vehículo, o sea, conducir, así que iba manejando el volante con sendos codos para mayor tranquilidad del público y tripulantes. Fue tal mi impresión que no supe a ciencia cierta si sentía horror o fascinación en aquel momento, pero lo cierto es que el shock me impidió apuntar la matrícula**, así que tal hazaña quedará en el anonimato hasta que alguien se declare autor de... ¿un grave delito contra la circulación? No sé yo.
Caso 2:
Estando yo a punto de cruzar, otra vez, un paso de peatones de camino a mi trabajo, veo que, en los dos segundos que estaba tardando en cruzar, se detiene una señora en su vehículo justo delante de dicho paso, gesto que yo consideré muy considerado por su parte*** hacia mi integridad física, así que me giré sin detenerme para hacerle un gesto de agradecimiento. No obstante, ella no tenía una expresión de afabilidad en absoluto, es más, su gesto era más bien de estar aguantando algo insoportablemente molesto, lo cual demostró pitándome dos veces con un gesto que más que presionar el claxon pretendía hundirlo en lo más profundo del planeta Tierra. Soprendido por el repentino estruendo, no acabé de salir de mi asombro cuando asoma la cabeza por la ventana y me grita que "a ver si cruzo de una vez, que quiere aparcar el coche ahí". En un vistazo rápido veo que la calle está infestada de coches a excepción del hueco del paso de peatones, lo que significaba que, efectivamente, iba a dejar su coche bolqueando completamente el camino de los no coductores... y le daba completamente igual. Cierto es que esa mujer estaba en su derecho de cometer esa estupidez digna de grúa, pero me habría encantado darme cuenta en ese momento de que yo también estaba en mi derecho de hacerlo realidad en ese mismo instante con mi teléfono.
Caso 3:
Estando yo a punto de cruzar, una vez más, el paso de peatones en dirección a mi trabajo, espero pacientemente a que el semáforo se ponga en verde para los peatones y me dispongo a cruzar. El hecho de que el semáforo me permitiera cruzar significa, evidentemente, que el de la calle perpendicular a la misma estaba también verde, pero todo el mundo sabe[4] que cuando uno cambia de sentido o dirección de circulación no tiene la preferencia a no ser que las señales lo indiquen, cosa que en ese caso no lo hacían, así que cualquier vehículo que quisiera circular por la calle que yo cruzaba debía esperar a que no hubiera nadie. Pues bien, estando yo a medio camino, o sea, en medio de la calle, viene un coche a una velocidad muy superior a la normal haciendo un giro de rasante justo delante de mí[5] que me hizo ponerme muy nervioso y alterado. Sin embargo, a pesar de que lo que me apetecía en ese momento era romperle algo de vidrio en la cabeza al conductor, me conformé con hacerle un gesto de asombro con las manos pretendiendo decir "¿Qué acabas de hacer?", a lo cual, en su afán por realizar un acto comunicativo efectivo, supongo, el conductor saca el brazo izquierdo por la ventanilla del vehículo y, cerrando el resto de los dedos como si fuera un puño, decide estirar el dedo corazón para mostrármelo sin pudor a pesar de lo ocurrido. Y mi pregunta es: ¿Y si yo, en un acto de enajenación temporal, por decirlo de alguna manera, decido perseguirlo hasta el siguiente semáforo, que estaba en rojo, y reventarle las obras completas de Shakespeare en la cabeza? ¿Se hubiera podido considerar justicia poética?
Tras reflexionar sobre este tipo de incidentes me queda clara una verdad que mi padre lleva declarando desde que tengo uso de razón: "A algunos les regalan el carnet de conducir en la tómbola".
*Aunque, por racista que suene, era más bien una "fragoneta", pero es que es lo que era.
**Para pedirle un autógrafo, principalmente.
***Considerando una consideración considerablemente considerada.
[4] O debería, por el bien de Santo Ortazo Gordísimo.
[5] Vamos, como que pude ver que eran tres tripulantes, dos de ellos de avanzada edad.
domingo, septiembre 29, 2013
Calavera oculta
Esta foto es de cuando fuimos a ver La Ciudad Encantada en una escapada bastante relajante de fin de semana. ¿Alguien más la ve o debería consultar a un especialista?
A todo esto, voy a contar lo único que pude hacer durante la extensísima semana de cinco días que me dieron mis jefes de vacaciones, previa recuperación de las horas que iba a "perder" a pesar de ser fiesta local debido a la feria de Almería*. Tengo que decir que, a pesar de todo, estuvo genial.
¡Última restrospectiva!
EXTRANJERO EN EL EXTRANJERO
Aunque el tiempo atmosférico ya me ha gastado la broma de tener frío, viento y lluvia en pleno agosto**, aquí estoy en plenas vacaciones, en Londres y disfrutando de, así a ojo, más de medio litro de cerveza de manzana (que se parece increíblemente a la sidra, quién iba a decirlo) con 17º en la calle. El ir en pantalón corto no ha contribuído tampoco a mi entrada en calor, no.
¿Cómo he acabado aquí? Pues fue por pantalones, concretamente por comprarme unos pantalones largos para mi estancia aquí: Nos tuvimos que recorrer una calle más larga que un especial de Sálvame Deluxe buscando la Primark deseada***, principalmente porque el resto de las tiendas estaban demasiado lejos, para encontrarnos al final con que unos señores con pocas ganas de amigos nos dicen que volvamos por donde hemos venido si no queremos tener problemas. Por lo visto, la calle entera estaba levantada por obras y era peligroso cruzar por ahí, así que decidimos pasar de todo eso: Pasamos las obras, un paso de peatones, una pasada de parada de bus inglesa y por fin conseguimos pasar al interior de la tienda.
Una vez dentro se me ocurrió reflexionar acerca de un hecho curioso mientras estaba en los probadores: A la mayoría de la gente le suelen llamar la atención las colas largas e intenta tardar todo lo que pueda en conseguir lo que desea, no obstante, yo prefiero claramente las colas cuanto más cortas y rápidas mejor para poder irme cuanto antes con lo mío, y es que cuando ves que la cola de pagar la ropa da tres vueltas a las cajas se te baja todo[4]. Sin embargo, misión cumplida y aquí estoy tomando mi cervecita en un sitio muy "especial": ¿Quién me iba a decir a mí que en Londres encontraría "La Especia de la Vida"? ("The Spice of Life") Cheers!
Anécdota extra: "Enseñando la almeja"
Curiosamente, la tarjeta de bono-metro se llama "Oyster Card" y las normas dicen expresamente que tienes la obligación de mostrársela a cualquier revisor que te la pida, aunque, para ser sincero, nunca pensé que tendría la obligación de enseñarle la ostra a cualquiera que quisiera revisarla, la verdad.
*El concepto de "recuperar horas perdidas" de mis jefes me desconcierta, más que nada porque me perdí la actuación de Fangoria debido a eso mismo.
**Como a todo buen turista veraniego.
***Nunca pensé que podría llegar a ser pariente de una tienda de ropa, pero ya ves.
[4] O sea, te da bajón.
A todo esto, voy a contar lo único que pude hacer durante la extensísima semana de cinco días que me dieron mis jefes de vacaciones, previa recuperación de las horas que iba a "perder" a pesar de ser fiesta local debido a la feria de Almería*. Tengo que decir que, a pesar de todo, estuvo genial.
¡Última restrospectiva!
EXTRANJERO EN EL EXTRANJERO
Aunque el tiempo atmosférico ya me ha gastado la broma de tener frío, viento y lluvia en pleno agosto**, aquí estoy en plenas vacaciones, en Londres y disfrutando de, así a ojo, más de medio litro de cerveza de manzana (que se parece increíblemente a la sidra, quién iba a decirlo) con 17º en la calle. El ir en pantalón corto no ha contribuído tampoco a mi entrada en calor, no.
¿Cómo he acabado aquí? Pues fue por pantalones, concretamente por comprarme unos pantalones largos para mi estancia aquí: Nos tuvimos que recorrer una calle más larga que un especial de Sálvame Deluxe buscando la Primark deseada***, principalmente porque el resto de las tiendas estaban demasiado lejos, para encontrarnos al final con que unos señores con pocas ganas de amigos nos dicen que volvamos por donde hemos venido si no queremos tener problemas. Por lo visto, la calle entera estaba levantada por obras y era peligroso cruzar por ahí, así que decidimos pasar de todo eso: Pasamos las obras, un paso de peatones, una pasada de parada de bus inglesa y por fin conseguimos pasar al interior de la tienda.
Una vez dentro se me ocurrió reflexionar acerca de un hecho curioso mientras estaba en los probadores: A la mayoría de la gente le suelen llamar la atención las colas largas e intenta tardar todo lo que pueda en conseguir lo que desea, no obstante, yo prefiero claramente las colas cuanto más cortas y rápidas mejor para poder irme cuanto antes con lo mío, y es que cuando ves que la cola de pagar la ropa da tres vueltas a las cajas se te baja todo[4]. Sin embargo, misión cumplida y aquí estoy tomando mi cervecita en un sitio muy "especial": ¿Quién me iba a decir a mí que en Londres encontraría "La Especia de la Vida"? ("The Spice of Life") Cheers!
Anécdota extra: "Enseñando la almeja"
Curiosamente, la tarjeta de bono-metro se llama "Oyster Card" y las normas dicen expresamente que tienes la obligación de mostrársela a cualquier revisor que te la pida, aunque, para ser sincero, nunca pensé que tendría la obligación de enseñarle la ostra a cualquiera que quisiera revisarla, la verdad.
*El concepto de "recuperar horas perdidas" de mis jefes me desconcierta, más que nada porque me perdí la actuación de Fangoria debido a eso mismo.
**Como a todo buen turista veraniego.
***Nunca pensé que podría llegar a ser pariente de una tienda de ropa, pero ya ves.
[4] O sea, te da bajón.
sábado, septiembre 28, 2013
Acentuación
Esto fue parte de una de mis clases altruistas con mis amigos, me costó toda la tarde que ALGUNOS llegasen a dominar ambos conceptos.
Es importante hacer esa distinción: No es lo mismo contar la historia que contar una historia... aunque en la mayoría de los casos no hay mucha diferencia.
¡Seguimos con la retrospectiva! (Tardía)
DÍA DE PISCINA
"¡He abierto los ojos bajo el agua! ¡Es como el 3D!", dijo una niña saliendo del agua a reacción. La verdad, nunca me había planteado que el mundo subacuático piscinero pudiera parecerse en algo a un aperitivo de maíz. La frase en sí tiene su guasa también: ya no es que un videojuego o película imite la realidad, ¡es la realidad la se parece a los primeros! El salto generacional es cada vez más evidente.
Sin embargo, lo peor de todo ya no son las comparaciones con juegos, porque anda que yo soy el más indicado para hablar*, sino el hecho de que a mí me resulte raro. Entre eso y que ya no soy capaz de hacer veinte largos tan fresco en la piscina acabo por sentirme un poco mayor.
Ah, ¿qué el hecho de que haber dormido 5 horas influye? Pues qué quieres que te diga, en mis tiempos... oh, my god, eso SÍ que me hace sentir mayor. No obstante, tiene su gracia esto de que un alumno se sorprenda porque su profe juegue a Pokémon siendo tan nuevo, pero, como le expliqué con total calma y tranquilidad, es que es juego tan nuevo que tanto les gusta a los pequeños y no tan pequeños salió cuando yo era más joven que tú, ja***.
*Llegué a estar seis meses frente al ordenador todas las tardes hasta que acabé de programar el "Pokémon, la Fuerza de Retonno"**.
**Sí, conseguí programar un juego de casi 20 horas de duración con el RPGMaker durante mis primeros años de universidad. Lo que hace tener tiempo libre.
***Lo cual provoca dos reacciones casi simultáneas: "¡Oh, mi profe es guay porque juega a los mismos juegos que yo!" y "¡Oh, dios mío, mi profe juega a los mismos juegos que yo!".
Es importante hacer esa distinción: No es lo mismo contar la historia que contar una historia... aunque en la mayoría de los casos no hay mucha diferencia.
¡Seguimos con la retrospectiva! (Tardía)
DÍA DE PISCINA
"¡He abierto los ojos bajo el agua! ¡Es como el 3D!", dijo una niña saliendo del agua a reacción. La verdad, nunca me había planteado que el mundo subacuático piscinero pudiera parecerse en algo a un aperitivo de maíz. La frase en sí tiene su guasa también: ya no es que un videojuego o película imite la realidad, ¡es la realidad la se parece a los primeros! El salto generacional es cada vez más evidente.
Sin embargo, lo peor de todo ya no son las comparaciones con juegos, porque anda que yo soy el más indicado para hablar*, sino el hecho de que a mí me resulte raro. Entre eso y que ya no soy capaz de hacer veinte largos tan fresco en la piscina acabo por sentirme un poco mayor.
Ah, ¿qué el hecho de que haber dormido 5 horas influye? Pues qué quieres que te diga, en mis tiempos... oh, my god, eso SÍ que me hace sentir mayor. No obstante, tiene su gracia esto de que un alumno se sorprenda porque su profe juegue a Pokémon siendo tan nuevo, pero, como le expliqué con total calma y tranquilidad, es que es juego tan nuevo que tanto les gusta a los pequeños y no tan pequeños salió cuando yo era más joven que tú, ja***.
*Llegué a estar seis meses frente al ordenador todas las tardes hasta que acabé de programar el "Pokémon, la Fuerza de Retonno"**.
**Sí, conseguí programar un juego de casi 20 horas de duración con el RPGMaker durante mis primeros años de universidad. Lo que hace tener tiempo libre.
***Lo cual provoca dos reacciones casi simultáneas: "¡Oh, mi profe es guay porque juega a los mismos juegos que yo!" y "¡Oh, dios mío, mi profe juega a los mismos juegos que yo!".
domingo, septiembre 08, 2013
Gato sobre plato
Es curioso lo que se le puede ocurrir a Rosa cuando está aburrida. Me recuerda al Pankestein que hicieron mis compañeros de residencia en Salamanca cuando estábamos haciendo sobremesa.
¡Seguimos con la retrospectiva!
DÍA DE PLAYA
"¡Cuidado con las almejas!", les decía un niño a sus amigos mientras yo me planteaba los posibles peligros que podría suponer ese molusco para el bañista medio. Decido hacer un reconocimiento rutinario a lo largo de la frontera marina y me veo en la obligación de repatriar a un explorador con pinzas para evitar que caiga sobre él todo el peso de la ignorancia ajena. Declaro una incursión al otro medio que se ve demorada en cuanto se me enfriaron los ánimos, pero que continuó lenta e inexorablemente hasta cumplir su objetivo. El más viejo de todos los presentes de allí me cambia humedad por sal mientras observo cómo una periodista de un año deja su huella por quinta vez en una parcela textil cercana, para contento y molestia a partes iguales por parte sus dueños. El susurro y sus caricias me avisan del que el tiempo concedido llega a su fin con un sutil cambio de temperaturas y yo intento averiguar qué pide un joven arquitecto cuando dice que necesita "agua mojada".
Llantos, gritos, risas, bostezos, acuerdos, desacuerdos, olvidos, recuerdos, planes, promesas y verdades: Así fue mi primer día de playa.
Esto lo escribí a finales de junio o principios de julio, justo el primer fin de semana que me bañé en la playa de San José este año. No es un mal recuerdo.
¡Seguimos con la retrospectiva!
DÍA DE PLAYA
"¡Cuidado con las almejas!", les decía un niño a sus amigos mientras yo me planteaba los posibles peligros que podría suponer ese molusco para el bañista medio. Decido hacer un reconocimiento rutinario a lo largo de la frontera marina y me veo en la obligación de repatriar a un explorador con pinzas para evitar que caiga sobre él todo el peso de la ignorancia ajena. Declaro una incursión al otro medio que se ve demorada en cuanto se me enfriaron los ánimos, pero que continuó lenta e inexorablemente hasta cumplir su objetivo. El más viejo de todos los presentes de allí me cambia humedad por sal mientras observo cómo una periodista de un año deja su huella por quinta vez en una parcela textil cercana, para contento y molestia a partes iguales por parte sus dueños. El susurro y sus caricias me avisan del que el tiempo concedido llega a su fin con un sutil cambio de temperaturas y yo intento averiguar qué pide un joven arquitecto cuando dice que necesita "agua mojada".
Llantos, gritos, risas, bostezos, acuerdos, desacuerdos, olvidos, recuerdos, planes, promesas y verdades: Así fue mi primer día de playa.
Esto lo escribí a finales de junio o principios de julio, justo el primer fin de semana que me bañé en la playa de San José este año. No es un mal recuerdo.
miércoles, septiembre 04, 2013
Marinubladilla
Tú eres como el sol de la mañana
que entra por mi ventana
que entra por mi ventana...
...O sea, que tu novio entra todas las mañanas por la ventana de tu cuarto. Pues como no sea Spiderman no sé yo, pero aprovecho para contaros una de las razones por las que no he escrito apenas nada en todo el verano.
¡Velocidad retrospectiva, señor Snoknick!
ENFERMEDADES ELECTRÓNICAS (VERSIÓN DISNEY)
¡Mi ordenador ha pillado un virus! La verdad es que no entiendo cómo ha podido pasar: No dejo que se acerque a otros ordenadores, tengo mucho cuidado de lo que le doy para jugar y siempre lleva su protección cuando salgo a pasear con él, pero aún así ha estado enfermito casi dos semanas.
Los síntomas han sido de lo más inquientante: El pobre no podía ni sentir el teclado, apenas era capaz de mantenerse bien el tiempo suficiente como para averiguar lo que le pasaba y en menos de un minuto se quebana K.O. Por suerte para ambos, el Dr. J.R.* estaba por aquí y decidió dedicar algo de su tiempo a tratar a mi pequeño. Me tuvo en vilo durante la espera pero, después de un buen tratamiento con sus herramientas y equipo personal, me informó de que todo había ido correctamente y que su recuperación era inminente, así que en poco tiempo lo tuve de vuelta en casa tan juguetón como siempre.
¡Tendré que tener más cuidado la próxima vez! ...Y ahora sin tanta parafernalia
¿¡Cómo se puede pillar un troyano solamente navegando por internet!? Es que es demencial ya lo que llegan a colarnos en el ordenador sin que nos demos cuenta, os pongo el caso: Antivirus activo, cortafuegos activo, estoy viendo una página de videos que no tiene nada que ver con tuberías, no estoy descargando nada**, cuando de repente se me cierran todas las ventanas y programas y aparece una pantalla con un mensaje de la policía diciendo que "es posible" que haya cometido alguno de los delitos de una lista enooorme que aparecía debajo***. El teclado no funcionaba y el ratón sólo me dejaba navegar por esa página falsa, el virus había inutilizado todos los puertos USB para que no pudiera utilizar nada externo, así que me puse a leer con detenimiento el supuesto mensaje de la policía, que me informaba de las terribles consecuencias de dejar pasar esta afrenta a legislación vigente[4]. El caso es que también me daba un número de cuenta donde, para "ebitar"[5] que la multa se hiciera cada vez más impagable, debía ingresar 110€ ¡antes de tres días! ¡Oh, Dios pío, apiádate de pi y de pi amma!
El caso es que tras la primera docena de falta de ortografía[6] y de darme cuenta de que una denuncia real jamás incluiría admiraciones triples ni preguntas retóricas, decidí ignorarlo muy muy fuerte porque no creo que en España estemos tan avanzados como para multar sólo por navegar por internet. La frase "el precio del progreso" no es tan literal, aunque viendo los precios de las ADSL...
*Sí, como el de la serie, pero menos vaquero.
**Porque no tengo costumbre, todo sea dicho.
***Para que eligiera yo el delito, supongo. ¿Es por eso que lo llaman "crimen a la carta"?
[4] Fuera cual fuera, porque no lo decía en ningún sitio, claro.
[5] Cita textual.
[6] Porque quien hubiera escrito eso lo había hecho con el orto, vamos.
que entra por mi ventana
que entra por mi ventana...
...O sea, que tu novio entra todas las mañanas por la ventana de tu cuarto. Pues como no sea Spiderman no sé yo, pero aprovecho para contaros una de las razones por las que no he escrito apenas nada en todo el verano.
¡Velocidad retrospectiva, señor Snoknick!
ENFERMEDADES ELECTRÓNICAS (VERSIÓN DISNEY)
¡Mi ordenador ha pillado un virus! La verdad es que no entiendo cómo ha podido pasar: No dejo que se acerque a otros ordenadores, tengo mucho cuidado de lo que le doy para jugar y siempre lleva su protección cuando salgo a pasear con él, pero aún así ha estado enfermito casi dos semanas.
Los síntomas han sido de lo más inquientante: El pobre no podía ni sentir el teclado, apenas era capaz de mantenerse bien el tiempo suficiente como para averiguar lo que le pasaba y en menos de un minuto se quebana K.O. Por suerte para ambos, el Dr. J.R.* estaba por aquí y decidió dedicar algo de su tiempo a tratar a mi pequeño. Me tuvo en vilo durante la espera pero, después de un buen tratamiento con sus herramientas y equipo personal, me informó de que todo había ido correctamente y que su recuperación era inminente, así que en poco tiempo lo tuve de vuelta en casa tan juguetón como siempre.
¡Tendré que tener más cuidado la próxima vez! ...Y ahora sin tanta parafernalia
¿¡Cómo se puede pillar un troyano solamente navegando por internet!? Es que es demencial ya lo que llegan a colarnos en el ordenador sin que nos demos cuenta, os pongo el caso: Antivirus activo, cortafuegos activo, estoy viendo una página de videos que no tiene nada que ver con tuberías, no estoy descargando nada**, cuando de repente se me cierran todas las ventanas y programas y aparece una pantalla con un mensaje de la policía diciendo que "es posible" que haya cometido alguno de los delitos de una lista enooorme que aparecía debajo***. El teclado no funcionaba y el ratón sólo me dejaba navegar por esa página falsa, el virus había inutilizado todos los puertos USB para que no pudiera utilizar nada externo, así que me puse a leer con detenimiento el supuesto mensaje de la policía, que me informaba de las terribles consecuencias de dejar pasar esta afrenta a legislación vigente[4]. El caso es que también me daba un número de cuenta donde, para "ebitar"[5] que la multa se hiciera cada vez más impagable, debía ingresar 110€ ¡antes de tres días! ¡Oh, Dios pío, apiádate de pi y de pi amma!
El caso es que tras la primera docena de falta de ortografía[6] y de darme cuenta de que una denuncia real jamás incluiría admiraciones triples ni preguntas retóricas, decidí ignorarlo muy muy fuerte porque no creo que en España estemos tan avanzados como para multar sólo por navegar por internet. La frase "el precio del progreso" no es tan literal, aunque viendo los precios de las ADSL...
*Sí, como el de la serie, pero menos vaquero.
**Porque no tengo costumbre, todo sea dicho.
***Para que eligiera yo el delito, supongo. ¿Es por eso que lo llaman "crimen a la carta"?
[4] Fuera cual fuera, porque no lo decía en ningún sitio, claro.
[5] Cita textual.
[6] Porque quien hubiera escrito eso lo había hecho con el orto, vamos.
martes, septiembre 03, 2013
Fotogramas
Hay que ver qué malvado es el botón de pausa cuando quiere que no me queda claro del todo quién de los dos está más mayor en esta foto. No se puede fiar uno de nadie ya, ¿eh?
PAPERWORK
Últimamente me ha dado pensar
en la teoría de la relatividad.
Yo me siento relativamente igual
haciendo de cantante
que de profe particular... cansado.
Bueno, se acabó el verano y tengo un huevo de trabajo acumulado aquí*, y no me refiero sólo a ordenar la tonelada de apuntes y ejercicios que tengo en esa venganza que tengo por carpeta, me estoy refiriendo a que entre cosas y otras llevo todo el verano sin escribir nada y creo que ya he perdido la costumbre por completo. De hecho, casi tengo que obligarme a no tener nada más que hacer para poder interpretar ballet** de dedos sobre el teclado. Lo bueno es que ahora sí que tengo un poco más de respiro en el trabajo, así que voy a aprovechar para poner todo lo que he hecho este período estival en cómodos plazos para uso y disfrute de mis comentarios de texto posteriores***.
La verdad es que entre cosas y otras yo no he tenido verano como se suele entender normalmente: He trabajado como un condenado hasta la primera semana de septiembre aunque mis últimas vacaciones fueron en Semana Santa, no digo ná; he tenido que encargarme de vigilar regularmente[4] el piso de mis padres mientras no estaban; he ido a la playa y a la piscina siempre que me lo han dicho para que no me echen en cara luego que no tomo el sol ni salgo a la calle[5]; he visitado a mis padres de vez en cuando para que no me digan que soy un descastado más de dos veces por semana[7]; he salido de paseo infinito con mis amigos a pesar de las ganas, también infinitas, que yo tenía de pillar la cama y dormir muy fuerte[8]; y, lo más importante, he cedido siempre que alguien ofrecía un plan para hacer algo a pesar de que no me apeteciera en pos de las relaciones sociales, y todo esto aguantando las ganas de decidir mis planes yo.
No se puede decir que haya hecho siempre lo que he querido cuando he querido, así que, por todo eso y alguna cosa que ya no me acuerdo bien, ¡QUIERO VACACIONES DE LAS VACACIONES!
He dicho... Pero no os preocupéis, porque dentro de un rato se me pasa la pataleta y empiezo con lo que he ido escribiendo durante el verano. Que a pesar de todo uno se lleva las Vacaciones Natillana para ir haciendo los deberes, aunque me temo que tendremos que hacer una visión playera restrospectiva del verano para situarnos en contexto. Avisados estáis.
*Concretamente aquí, mira.
**La "t" es muda, lo dicen en Los Simpson.
***Si en algún momento esto se convirtiera en objeto de crítica literaria os aseguro que me daría algo... vergüenza como mínimo, vamos.
[4] Regulamente porque tampoco me esforzaba en hacerlo especialmente bien, principalmente porque la mayoría de los días que iba ellos también aparecían por allí, así que lo suyo hubiera sido regular mis visitas y las de mis padres.
[5] Lo cual ha repercutido en mi humor notablemente: nada mejor que día de playa con olas salvajes tras cinco horas de clase por la mañana para tener infinitas ganas de dedicarse a la transformación en ostra[6].
[6] O sea, al ostracismo.
[7] Es que antes me lo decían hasta tres o cuatro veces a la semana pero ahora son menos.
[8] El Paseo Marítimo se puede recorrer a ritmo tranquilo en aproximadamente una hora contando ida y vuelta, lo cual no es tanto, pero cuando uno alcanza bostezos tan grandes que parece que se va a partir la cabeza en dos mitades esa hora sienta peor que el Camino de Santiago sobre asfalto caliente.
PAPERWORK
Últimamente me ha dado pensar
en la teoría de la relatividad.
Yo me siento relativamente igual
haciendo de cantante
que de profe particular... cansado.
Bueno, se acabó el verano y tengo un huevo de trabajo acumulado aquí*, y no me refiero sólo a ordenar la tonelada de apuntes y ejercicios que tengo en esa venganza que tengo por carpeta, me estoy refiriendo a que entre cosas y otras llevo todo el verano sin escribir nada y creo que ya he perdido la costumbre por completo. De hecho, casi tengo que obligarme a no tener nada más que hacer para poder interpretar ballet** de dedos sobre el teclado. Lo bueno es que ahora sí que tengo un poco más de respiro en el trabajo, así que voy a aprovechar para poner todo lo que he hecho este período estival en cómodos plazos para uso y disfrute de mis comentarios de texto posteriores***.
La verdad es que entre cosas y otras yo no he tenido verano como se suele entender normalmente: He trabajado como un condenado hasta la primera semana de septiembre aunque mis últimas vacaciones fueron en Semana Santa, no digo ná; he tenido que encargarme de vigilar regularmente[4] el piso de mis padres mientras no estaban; he ido a la playa y a la piscina siempre que me lo han dicho para que no me echen en cara luego que no tomo el sol ni salgo a la calle[5]; he visitado a mis padres de vez en cuando para que no me digan que soy un descastado más de dos veces por semana[7]; he salido de paseo infinito con mis amigos a pesar de las ganas, también infinitas, que yo tenía de pillar la cama y dormir muy fuerte[8]; y, lo más importante, he cedido siempre que alguien ofrecía un plan para hacer algo a pesar de que no me apeteciera en pos de las relaciones sociales, y todo esto aguantando las ganas de decidir mis planes yo.
No se puede decir que haya hecho siempre lo que he querido cuando he querido, así que, por todo eso y alguna cosa que ya no me acuerdo bien, ¡QUIERO VACACIONES DE LAS VACACIONES!
He dicho... Pero no os preocupéis, porque dentro de un rato se me pasa la pataleta y empiezo con lo que he ido escribiendo durante el verano. Que a pesar de todo uno se lleva las Vacaciones Natillana para ir haciendo los deberes, aunque me temo que tendremos que hacer una visión playera restrospectiva del verano para situarnos en contexto. Avisados estáis.
*Concretamente aquí, mira.
**La "t" es muda, lo dicen en Los Simpson.
***Si en algún momento esto se convirtiera en objeto de crítica literaria os aseguro que me daría algo... vergüenza como mínimo, vamos.
[4] Regulamente porque tampoco me esforzaba en hacerlo especialmente bien, principalmente porque la mayoría de los días que iba ellos también aparecían por allí, así que lo suyo hubiera sido regular mis visitas y las de mis padres.
[5] Lo cual ha repercutido en mi humor notablemente: nada mejor que día de playa con olas salvajes tras cinco horas de clase por la mañana para tener infinitas ganas de dedicarse a la transformación en ostra[6].
[6] O sea, al ostracismo.
[7] Es que antes me lo decían hasta tres o cuatro veces a la semana pero ahora son menos.
[8] El Paseo Marítimo se puede recorrer a ritmo tranquilo en aproximadamente una hora contando ida y vuelta, lo cual no es tanto, pero cuando uno alcanza bostezos tan grandes que parece que se va a partir la cabeza en dos mitades esa hora sienta peor que el Camino de Santiago sobre asfalto caliente.
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