Hay que ver qué malvado es el botón de pausa cuando quiere que no me queda claro del todo quién de los dos está más mayor en esta foto. No se puede fiar uno de nadie ya, ¿eh?
PAPERWORK
Últimamente me ha dado pensar
en la teoría de la relatividad.
Yo me siento relativamente igual
haciendo de cantante
que de profe particular... cansado.
Bueno, se acabó el verano y tengo un huevo de trabajo acumulado aquí*, y no me refiero sólo a ordenar la tonelada de apuntes y ejercicios que tengo en esa venganza que tengo por carpeta, me estoy refiriendo a que entre cosas y otras llevo todo el verano sin escribir nada y creo que ya he perdido la costumbre por completo. De hecho, casi tengo que obligarme a no tener nada más que hacer para poder interpretar ballet** de dedos sobre el teclado. Lo bueno es que ahora sí que tengo un poco más de respiro en el trabajo, así que voy a aprovechar para poner todo lo que he hecho este período estival en cómodos plazos para uso y disfrute de mis comentarios de texto posteriores***.
La verdad es que entre cosas y otras yo no he tenido verano como se suele entender normalmente: He trabajado como un condenado hasta la primera semana de septiembre aunque mis últimas vacaciones fueron en Semana Santa, no digo ná; he tenido que encargarme de vigilar regularmente[4] el piso de mis padres mientras no estaban; he ido a la playa y a la piscina siempre que me lo han dicho para que no me echen en cara luego que no tomo el sol ni salgo a la calle[5]; he visitado a mis padres de vez en cuando para que no me digan que soy un descastado más de dos veces por semana[7]; he salido de paseo infinito con mis amigos a pesar de las ganas, también infinitas, que yo tenía de pillar la cama y dormir muy fuerte[8]; y, lo más importante, he cedido siempre que alguien ofrecía un plan para hacer algo a pesar de que no me apeteciera en pos de las relaciones sociales, y todo esto aguantando las ganas de decidir mis planes yo.
No se puede decir que haya hecho siempre lo que he querido cuando he querido, así que, por todo eso y alguna cosa que ya no me acuerdo bien, ¡QUIERO VACACIONES DE LAS VACACIONES!
He dicho... Pero no os preocupéis, porque dentro de un rato se me pasa la pataleta y empiezo con lo que he ido escribiendo durante el verano. Que a pesar de todo uno se lleva las Vacaciones Natillana para ir haciendo los deberes, aunque me temo que tendremos que hacer una visión playera restrospectiva del verano para situarnos en contexto. Avisados estáis.
*Concretamente aquí, mira.
**La "t" es muda, lo dicen en Los Simpson.
***Si en algún momento esto se convirtiera en objeto de crítica literaria os aseguro que me daría algo... vergüenza como mínimo, vamos.
[4] Regulamente porque tampoco me esforzaba en hacerlo especialmente bien, principalmente porque la mayoría de los días que iba ellos también aparecían por allí, así que lo suyo hubiera sido regular mis visitas y las de mis padres.
[5] Lo cual ha repercutido en mi humor notablemente: nada mejor que día de playa con olas salvajes tras cinco horas de clase por la mañana para tener infinitas ganas de dedicarse a la transformación en ostra[6].
[6] O sea, al ostracismo.
[7] Es que antes me lo decían hasta tres o cuatro veces a la semana pero ahora son menos.
[8] El Paseo Marítimo se puede recorrer a ritmo tranquilo en aproximadamente una hora contando ida y vuelta, lo cual no es tanto, pero cuando uno alcanza bostezos tan grandes que parece que se va a partir la cabeza en dos mitades esa hora sienta peor que el Camino de Santiago sobre asfalto caliente.
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