Puede que no sea algo muy moral, pero hay que ver lo bien organizados que están los terroristas hoy en día. O eso o simplemente es que los del Calzada tienen ahí la reserva de hamburguesas del año entero.
EXTRAÑO SUEÑO
Bueno, sé de antemano que mi colega Manolo me diría que me falta un tornillo nada más acabar de contarle lo que soñé anoche, pero la verdad es que ya estoy acostumbrado. No se puede decir que yo siga la norma social imperante tampoco (y por lo tanto doy gracias a Cher).
Recuerdo que iba con la DS en las manos a todas partes aunque no la miraba. Sé que iba encendida por el contexto que me daba el sueño pero no me puse a jugar con ella en ningún momento. Recuerdo entrar en mi cuarto y ver una caja de madera de las de embalar, más o menos del tamaño de una mesita de noche, que estaba encima de la alfombra. Tenía una cebolla enorme encima y recuerdo haberla levantado sin tocarla y pensar “Tengo que tirarla ya porque se está poniendo mala”. La razón era que por debajo estaba un poco pocha del tiempo que llevaba ahí, pero también recuerdo que no la tiré en ese momento sino que pensé en hacerlo más adelante. A pesar de que no había imágenes entre esta escena y la anterior, recuerdo seguir a mi hermano hasta el supermercado que hay cerca de la casa de mi colega Alex y que me dijera desde la puerta de cristal que debería dejar todo eso de las consolas y los videojuegos porque no me permiten hacer nada más, que me quitan la creatividad y la imaginación y que sólo me permiten hablar de mí mismo porque me reducen la comunicación. Recuerdo que pensé en hacerle caso, a pesar de que pensaba que no tenía razón, aunque no instantáneamente, pero luego el despertador sonó y la realidad tiñó las imágenes del sueño, permitiéndome pensar sin estar condicionado por el contexto que me habían impuesto.
Freud pensaba que todos los personajes que aparecen en nuestros sueños son aspectos de nosotros mismos, ya sea los que reconocemos como nuestros o los que rechazamos porque en el fondo sí que tenemos esas características, así que voy a pensar que eso me lo he dicho yo a mí mismo a modo de consejo. Ahora bien, teniendo en cuenta que trabajo más de 8 horas al día, creo que no es que los videojuegos no me permitan hacer nada más, es que no tengo tiempo de hacer otras cosas y por lo tanto me dedico a jugar a mis juegos favoritos. El hecho de que me reduzcan la comunicación supongo que puede llegar a ser cierto… si no tenemos en cuenta que soy de las pocas personas que es capaz de mantener una conversación con varias personas a la vez mientras estoy jugando*, aunque es cierto que últimamente sólo hablo de mí. Supongo que sería mejor si los demás también hablasen de mí porque así no tendría que comerme la cabeza yo solo, pero eso sólo me quitaría protagonismo**. Respecto a la creatividad, sólo decir que llevo jugando videojuegos desde que mi padre me dejó su Atari allá por el Renacimiento victoriano y que actualmente, aparte del resto de cosas que todos hacemos a lo largo de la vida, llevo más de cinco años escribiendo mis chorradas en esta página, así que descartaremos la falta de imaginación por el momento.
Todo esto me lleva aun pensamiento en concreto: ¿por qué me digo esas cosas durmiendo?
*Probablemente debido al entrenamiento que hago casi todos los días con Alfredo en el WoW y Diablo 2, aunque mis escoltas personales de ver pisos también pueden confirmarlo.
**Esto me pasa por escribir sin desayunar. Necesito un café solo (y con esto ya podéis rayaros la cabeza gracias a las nuevas normas de la RAE).
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