Los superhermanos choque han sacado ya su nuevo juego, esta vez llamado "reyerta" y está completamente traducido y doblado al español... menos el título (menos mal).
DANGER! DANGER! HIGH VOLTAGE!
El auténtico peligro de ser una bolita rosa adorable que vuela es que todo el mundo quiere hincharte a hostias (y no precisamente religiosas), aunque en su defecto electrocutarte, quemarte, aplastarte, machacarte, congelarte, dispararte y batearte valen igualmente. Qué duro es ser admirado por todos... El caso es que hemos vuelto a encontrar algo con lo que reunirnos próximamente para intercambiar opiniones a la vikinga y que nadie salga herido, además del próximo partido de la (ahora sí lo diré bien) Eurocopa, en la que España se ha clasificado para la final contra... eeer... esta me la sabía... ¿Alemania? en el que seguro que alguien saldrá llorando (los perdedores como mínimo). Sólo espero que me lleve menos sustos que en el de Italia, que en los penaltis casi tuve que buscar mis tímpanos por el suelo (salieron huyendo cuando el corazón se me salió por la boca).
Interrumpimos la programación para ofrecerles un avance informativo, así que me pongo un poco más cerca del monitor y empiezo: Se está produciendo un fenómeno meteorológico este mes que no se daba desde la era glacial (la peli no, la anterior). La temperatura media del verano oscila entre calor y mucho calor pero sufre alteraciones drásticas conforme se entra en lugares públicos y privados cerrados, tan drásticas como que baja más de doce grados. Ese fenómeno se está dando sobre todo en mi trabajo, donde el cambio de temperatura varía entre los 34º en la calle y los 18º dentro, y no me he puesto a cantar Jingle Bells porque no tenía alumnos para que me hicieran el coro que si no...
Para terminar, la abeja Maya quiere dedicar una canción a la playa de Almería:
En un país multicalor,
pasé un verano bajo el sol
y pillé un buen calentón
pero no una insolación.
Y aquella tarde me quedé en la playa,
fui a pescar y pillé una manta-raya.
Qué suerte que el pez picó así
pero la puXX abeja también me picó a mí.
Ya sabéis, es la ventaja de ser negra a rayas amarillas (o amarilla a rayas negras, que aquí no somos racistas) y volar sin Iberia, que si no le hubieran hecho facturar el aguijón sí o sí (y eso que ahora trabaja anunciando jalea real en las farmacias).
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