domingo, septiembre 30, 2012

Karaoking

Desa faiars tartinin mai jar richina fiverpichis bringuin mia patnait...

¿Qué? ¿Nunca habéis cantado en la ducha lo primero que se os ha pasado por la cabeza?

PASATIEMPOS

Hoy he hecho, por segunda vez*, la cola kilométrica para entrar en el gimnasio. Cuando me apunté "sólo" tuve que esperar más de una hora para poder hacer los trámites, pero esta vez la espera fue de 50 minutos nada más... y todavía puedo dar gracias a que no tenía mucho que hacer esa mañana, que si llego a ir con prisas sí que hubiera sido un suplicio. Este tiempo dedicado exclusivamente a mirar de pie las murasañas con total atención hizo que me entrasen unas ganas locas de plasmar esto en mi libreta de pensamientos irrelevantes para el destino de la humanidad**.

Me imagino que el purgatorio debe de ser algo así: una tortura autoimpuesta en la que pasas una eternidad (o eso te parece a partir de los primeros 10 minutos) hasta que los porteros o encargados de la admisión, según corresponda, decidan que te has ganado el privilegio de entrar a donde ansiabas ir en un principio... aunque, todo sea dicho, ya ni te acordabas de por qué estabas allí esperando en un principio.
Sin embargo, a pesar del calor infernal y de una ordalía digna de las más beatas, sé que no era el infierno porque uno estaba allí por propia voluntad y podía, en cualquier momento, salir de allí y volver a la mundanal vida que tenía antes sin perjuicio ninguno***.
También sé que no era el cielo porque, aunque tenía que elevar la vista para atisbar la tierra prometida llena de lujos y promesas de bienestar, arriba hacía más calor que abajo con diferencia y la gente lo dejaba con la no tan agradable idea de tener que regresar allí al día siguiente si querían seguir sintiéndose bien.

Epílogo: Consegí cumplimentar los trámites dejando bien claro que me parecía una inconveniencia enorme tener que perder casi una hora para algo que se solucionó en, y no exagero, menos de dos minutos. También las dependientas me dejaron claro que podría haber venido antes y yo les devolví una mirada a modo de respuesta que pretendía decir "todavía puedo sustituir mi hora de entrenamiento por una hora poniendo reclamaciones por el trato recibido", así que sólo escuché silencio después de eso.

Moraleja: El mundo real parece estar lleno de sabores a pollo, pero también puede deberse a la googlificación de la mente humana.

*Lo cual confirma que, efectivamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... voluntariamente.
**Sé que las siglas son diferentes y sé bien que las puse no hace mucho... pero soy muy vago como para buscarlas mientras la musa me grita en la oreja.
***Que no fuera el ir pensando que podrías estar en un sitio mejor, claro.

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