¿Veis, queridos alumnos, como un pequeño fallo de pornuncianción u ortogafría puede cambiar compeltamente el significado de una expresión? ¿Quién iba a pensar que poner una O en vez de una A en la primera palabra sería tan relevante?
Gracias a Rosa Genoveva Domene Linares por crear esta pequeña obra de arte para ponerla aquí. Todos los derechos son suyos así que no hagáis nada que yo no haría (sin permiso).
A FRESH START
Nunca consigo escribir dos días seguidos. No sé cómo me las ingenio pero siempre pero el cerebro se me desconecta y la secretaria virtual(mente inútil) que tengo en la cabeza lo archiva como “no toca hoy”, por lo que acabo acordándome por la noche de madrugada cuando ya estoy intentando dormir en la cama*. No debería preocuparme tampoco mucho porque mi meta para este año, teniendo en cuenta mi jornada de trabajo, era escribir una vez a la semana y una extra al mes, pero el auténtico problema es que no se me ocurre qué contar. De ahí que no me acuerde de escribir, claro.
Es que, realmente, ¿qué escribo? “Hoy me he levantando otra vez, como todos los días, a las 7 y pico a pesar de que otra vez, como todas las noches, había un indeseable gritando abajo en la puerta del local”. Como anécdota vale, pero como costumbre no le veo la originalidad. ¿Me estoy volviendo exigente? Serían a la vejez viruelas, vaya, aunque también se suele decir que más vale tarde que nunca**. En fin, que prefiero evitar contar mi vida diaria y sólo poner lo que realmente sea interesante o lo que me diga la gente que “tengo que ponerlo en mi blog”, lo cual siempre es una ayuda, todo sea dicho.
Ya que estamos hablando de cosas poco comunes, esta noche llovió***. Sí, en Almería, y parece que algo más de lo normal pero, valga la rebuznancia, es normal puesto que ya estamos en el monzón de primavera, razón por la que cayó ayer ese “monzón” de agua. Fíjate tú que yo pensaba que con la lluvia se aguarían los ánimos de los fiesteros pero parece que las ansias etílicas de la gente que sale los jueves son impermeables. El caso es que hoy se oía incluso la música del interior del local, lo cual es raro pero no imposible porque tenían concierto, aunque tengo que decir que el grupo sonaba como un violín metido en una trituradora. Ni siquiera la lluvia puede ocultar eso, según parece, pero también parece que estamos entrando en la primavera.
*Y digo intentando porque la gente de la calle sigue expresando su opinión a gritos cuando se encuentra bajo los efectos etílicos.
**Y para seguir la deducción lógica podéis buscarla en los anteriores posts.
***Y dicho así parece que estemos diciendo en indio que percibimos algo visualmente la noche anterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario