domingo, diciembre 26, 2010
Estrella de Oriente
Pues sí, uno se encuentra las señales navideñas en los sitios más inesperados, como en el cristal de la entrada de los aparcamientos subterráneos del paseo. La verdad es que fue bastante inesperado porque uno de los que iba en moto al parecer tenía complejo de Alex Kidd y se quiso saltar el semáforo pero se comió un poste de la acera, lo que hizo que se le cayera el paquete que llevaba entre la piernas (un perchero, malpensados) y éste diera un golpe contra el cristal, ocasionando los resultados que vemos en la foto. Si se hubiera esperado no hubiera sido tan inesperado, ¿no?.
OTRO CUENTO DE NAVIDAD
En una noche nevada, no sin cierto anhelo,
una ventana baja las persianas que ocultan una cortina de terciopelo.
"¡Por Dios, qué horterada!" - dijo un abuelo.
Era Mr. Scrush, una persona amargada por culpa de internet y que odiaba el 20 inglés y demás redes sociales. Es más, le repateaban tanto los higadillos que tenía que tomarse un Alka-seltzer cada vez que oía a alguien comentar las fotos tomadas desde arriba con el brazo estirado y torcidas 45º de gente con gafas de sol en lugares supuestamente de moda y que luego cuelgan en el CaraLibro. "¡Como si no hubiera ya millones de fotos exactamente iguales de gente cortada por el mismo patrón!", decía constantemente, y siempre estaba en contra de ese tipo de páginas porque él pensaba que no eran realmente útiles. "¡Paparruchas! Yo también tengo un blog ¿y de qué me sirve? Lo único que busca la gente es vanagloriarse, no pienso actualizarlo más. No sirve para nada. ¡Paparruchas!".
No obstante, esa noche le iba a ocurrir algo que iba a cambiarlo completamente.
Era una noche nevada, y ya había acabado el noticiario
a pesar de que en la tele todavía estaban dando Sálvame a Diario.
"...Y ahora hablaremos del marido de la Campanario".
Apagó la tele y se dispuso a meterse en la cama. No tenía intención de actualizar su blog porque lo consideraba inútil y porque sabía que hiciera lo que hiciera no le iba a interesar a nadie, estaban todos muy ocupados hablando de Hermano Grande o de lo grande que era el hermano de alguien, y eso le irritaba tanto que antes de acostarse hizo la ferviente promesa de borrar su blog en cuando se levantase por la mañana.
Una sutil melodía comenzó a sonar en su teléfono móvil, lo que le hizo despertarse y ver que tenía una videollamada de un número que no conocía. "A mí nadie me llama desde hace mucho, no es posible que sea para mí. Se habrán equivocado y me tienen que molestar de noche, como siempre". Aceptó la llamada con intención de rechazarla en cuanto la persona le dijera qué quería y cuál fue su sorpresa cuando se encontró a Pacman en la pantalla, que lo saludaba amistosamente.
-¡Hola, buenas noches! - dijo Pacman amablemente.
Scrush se sorprendió pero igualmente tuvo el valor de fruncir el ceño y pensar que era muy posible que fuera un mensaje de publicidad, pero entonces la bolita amarilla interrumpió sus pensamientos.
-Parece que no estás muy hablador esta noche, me presentaré...
-Ya sé quién eres - dijo Scrush mientras apagaba el móvil. Odiaba que lo despertasen a mitad de la noche, lo ponía de mal humor y ya no podía descansar bien. No obstante, el teléfono se encendió y volvió a sonar. Era Pacman otra vez, y esta vez no parecía tan jovial como siempre.
-¡ÓYEME, MALDITO MALNACIDO! A MÍ NADIE ME CIERRA LA BOCA, ¿¡TE ENTERAS!? ...Ejem, bueno, como te decía, soy el fantasma de las tecnologías pasadas, y quiero mostrarte algo que te hará pensar sobre tu pasado.
Scrush no salía de su asombro, el personaje favorito de su infancia le acaba de echar la bronca por apagar el móvil y encima sabía su pasado tan bien como para querer mostrarle una parte de él.
-...¿Qué? ¿Que quieres mostrarme qué? ¿Estoy soñando?
-Será como un sueño, si así lo prefieres, jejeje. ¡Vamos!
En la pantalla del móvil se empezó a materializar una imagen, era una escena de él mismo en un cibercafé de Salamanca escribiendo como un loco en el ordenador y subiendo fotos constantemente.
-¿Te acuerdas, Scrush? Este eras tú hace unos años. Te encantaba escribir en tu blog y no te importaba que lo leyeran o no, símplemente disfrutabas del mero hecho de escribir. Era como tu diario personal y tu propia creación, no tenía ningún objetivo ni pretensión sobre su publicidad. Sin embargo a veces incluso escribías dos veces al día si te había pasado algo que quisieras contar, no porque quisieras contárselo a alguien, sino porque te gustaba el hecho de producir algo y de hacerlo de buena fé. ¡Estamos hablando de más de 7 artículos de media al mes!
-Eso fue hace mucho tiempo, cuando no estaba trabajando y aún tenía tiempo de hacer todas esas cosas que ya no puedo. No tiene sentido recordar esto, allí tenía otra vida y no tenía más obligación que yo mismo, pero ahora las cosas han cambiado.
-No han cambiado tanto si te das cuenta, todavía tienes el blog abierto, lo que significa que todavía te importa un poco. Si no te importase lo habrías borrado hace mucho tiempo.
-Sí, si han cambiado. Ahora estoy soltero y tengo que trabajar un montón para llegar a final de mes además de estudiar en mi tiempo libre. No voy a poder mantener el mismo ritmo que antes así que lo mejor que puedo hacer el olvidarme de esos temas.
-No han cambiado, todavía puedes escribir un poquito de vez en cuando y así te vas animando para otros artículos.
-Sí que han cambiado porque...
-¡QUE NO HAN CAMBIADO, LECHES! ...Ejem, bueno, tú sigue con ánimo y verás como todo sale bien. ¡Ahora despierta!
Era una noche nevada y Scrush algo frío notaba,
como estaba profundamente dormido se le estaba cayendo la baba.
"¡Maldito sea mi móvil!", eso era lo que sonaba.
Se levantó a apagar la alarma pensando que ya era de día pero se sorprendió de ver que el teléfono estaba apagado y todavía era de noche. "Esto es muy extraño, y se empieza a parecer al sueño ese que vuelvo a tener cada año". Se detuvo de repente, pensando que a lo mejor debería echarse un poco de agua antes de acostarse porque eso de pensar rimado lo sobrepasaba. Al volver al cuarto se encontró el ordenador encendido y con una imagen de Kirby que ocupaba toda la pantalla. "Bueno, después del sueño que he tenido no me extrañaría ya ver a la abeja Maya". La imagen se giró hacia la pantalla y saludó a Scrush jovialmente.
-¡Hola, buenas noches! Bueno, ya no, ¡que ya no es Nochebuena! ¡Jajaja!
-... A ver, un momento. ¿El fondo de escritorio de mi ordenador, que se supone que estaba apagado, me está dando las buenas noches? ¿Estarían pasadas las conservas de la cena?
-¡Jajaja, no estás alucinando, hombre! ¡O sí, no se sabe! ¡Jajaja! ¡Soy el fantasma de las tecnologías presentes y voy a enseñarte algo que te hará pensar sobre tu presente!
La pantalla del ordenador parpadeó y le mostró una imagen de un aula llena de niños a los que Scrush estaba leyendo un texto de una hoja escrita de su puño y letra: "Érase una vez un sábado anodino..."
-"...de ésos que hacen que la gente apague las neuronas y se dé al vino". Sí, lo conozco, lo escribí no hace mucho.
-¡Exacto! ¡Tus alumnos se quedaron bastante impresionados cuando se lo leíste en clase!
-Lo utilicé como ejemplo de una serie de tercetos, no era nada del otro mundo.
-¡Eso no es cierto! ¡Lo escribiste inspirado por tu vida diaria y contiene tus pensamientos más recientes! ¡Es una parte de ti y merece ese reconocimiento!
La imagen parpadeó otra vez y mostró a un profesor de universidad hablando con Scrush, aunque no parecía que la conversación fuera muy del agrado de este último.
-¿Qué le ha parecido mi trabajo?
-Muy bueno, pero no me creo que sea tuyo.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Porque el trabajo es excelente y está muy bien escrito, no creo que tú seas capaz de escribir eso tan fácilmente habiendo profesores que ni siquiera puedan aspirar a ello.
La imagen volvió a ser el fondo de pantalla y Kirby apareció de uno de los lados.
-¿Y bien? ¿A que es genial?
-¿El qué? ¿Que un profesor me acuse de plagio con un trabajo que es mío? Sí, es la leche.
-¡No, hombre! ¿No te das cuenta? ¡Él tenía envidia de tu talento, se delató con sus palabras!
-¿Envidia? ¡Si él es profesor de universidad!
-¡Pero aún así nunca tendrá la capacidad de escribir como tú lo haces! ¡Tú escribes por afición y él escribe por obligación, tus textos son frescos y llenos de vida mientras que los suyos están enlatados y se atragantan incluso en ensayos pequeños! ¡Por eso no puedes dejar de escribir!
-Ah, así que era eso.
-¡Exacto! ¡No puedes cerrar tu blog, es una parte de ti y eliminarlo sería como cortarte un brazo!
-Mira, lo que yo decida es sólo cosa mía. Estoy harto de ver cómo escribo para que la gente me eche en cara que no soy tan bueno como otros o que cuando hago algo bien no puede ser mío. Además, hoy en día todo el mundo puede escribir, no hace falta ser bueno para eso, y si no no hay más que ver lo que ha hecho la RAE últimamente.
-¡Puede ser, pero eso no es excusa, así que tienes que despertar!
Era una noche nevada y a Scrush lo despertó un pitido.
Era el ordenata que al parecer se había encendido.
"Juro que mañana me cargo a algún malnacido..."
Scrush abrió un ojo y se dispuso a levantarse a apagar el ordenador, que al parecer se había encendido solo, cuando al incorporarse se dio cuenta de que ya estaba apagado. "Y entonces, ¿de dónde venía ese pitido que antes había sonado?". De repente, flotando en medio del cuarto se materializó una pantalla plana y brillante de televisión. Mientras tomaba forma hasta su tamaño normal, Scrush pudo ver que entre las interferencias se esbozaba la silueta de una mujer. "Oh, estupendo, ¿y ahora qué?", pensó a la vez que la imagen se encuadraba y dejaba ver claramente la cara de Kerrigan, que mostraba una sonrisa con sorna como suele hacer en sus apariciones.
-Ah, ya, déjame adivinar...
-¡¡¡CÁLLATE, GUSANO!!! ¡NO TE HE DICHO QUE PUEDAS HABLAR!
La voz sonó tan fuerte que Scrush cayó de espaldas sobre la cama. De puro impulso, se metió debajo de las sábanas como si le fueran a servir de algo para protegerse mientras la imagen seguía hablando.
-SOY EL FANTASMA DE LAS TECNOLOGÍAS FUTURAS. VOY A MOSTRARTE ALGO QUE TE HARÁ PENSAR SOBRE TU FUTURO Y TÚ VAS A OBEDECER PACÍFICAMENTE, ¿ESTÁ CLARO, GUSANO?
Scrush quería responder pero no le salían las palabras así que asintió con la cabeza varias veces. La pantalla tridimensional empezó a mostrar una escena de una persona sentada delante de un ordenador. No es que tuviera polvo encima pero se notaba que no se movía mucho ni con mucha frecuencia.
-...¿Quién...es? - se atrevió a preguntar Scrush.
-ESE ERES TÚ. AL BORRAR TU BLOG NO TE QUEDARON GANAS DE SALIR A TENER NUEVAS EXPERIENCIAS Y AHORA TE PASAS EL DÍA JUGANDO AL WORLD OF WARCRAFT.
-...Ugh, pero al menos saldré de vez en cuando para contarles mis cosas a mis amigos, ¿no?
La imagen cambió otra vez, esta vez mostraba una escena en la que esa persona se tumbaba delante del sofá a ver la televisión solo un viernes por la noche.
-NO, AL DEJAR DE SALIR PARA COGER INSPIRACIÓN TUS AMIGOS SE CANSARON DE TENER QUE SACARTE DE CASA Y PASARON DE TI. AHORA TE PASAS LAS FIESTAS EN CASA VIENDO TELEBASURA.
-¡No es posible! ¡Pero si yo odio la telebasura! Además, aunque no escriba siempre me gusta releer algún que otro escrito mío de vez en cuando, que para eso son míos.
-PUES YA NO ES ASÍ, ¿Y SABES POR QUÉ? - preguntó Kerrigan con una sonrisa torcida en la cara.- AL BORRAR TU BLOG RENUNCIASTE A ELLOS COMO AUTOR ASÍ QUE CUALQUIERA PUEDE USARLOS COMO QUIERA.
La imagen se centró en la televisión hasta que se pudo oír con claridad el sonido de los que estaban hablando. "Y hoy veremos la vida de Scrush a través de su blog, donde contaba sus cosas más íntimas, y las comentaremos con nuestros analistas tras la publicidad aquí, en Sálvame a Diario".
-¡No, Sálvame a Diario no! ¡¡No es posible!! ¡¡¡No!!!
La cara de Scrush se retorció en una mueca de terror mientras el ordenador mostraba la pantalla del blog con una cuenta atrás antes del completo borrado de los archivos.
-ES TU DESTINO. ¡ASÚMELO, JAJAJA!
Kerrigan reía a carcajadas mientras el ordenador empezaba a formatear su disco duro y borraba en el proceso el blog de internet a pesar de todos los esfuerzos de Scrush por cancelar la operación. La desesperación se apoderó de él, no quería convertirse en alguien ridiculizado por los medios, y por supuesto no quería convertirse en un emo si podía hacer algo para evitarlo.
-¡No, por favor! ¡Cambiaré, escribiré, haré lo que sea! ¡Escribiré nuevos artículos, prepararé bocetos por adelantado, revisaré los textos para que pueda meter más chistes, lo que quieras! ¡Pero no me condenes a ese futuro!
-YA ES DEMASIADO TARDE, AHORA TIENES QUE DESPERTAR.
Era una mañana nevada y el sol se había levantado.
Scrush muy nervioso se despertaba y creía que se había meado.
"Oh, por favor, por favor, dime que sólo lo he soñado".
¡Era la mañana de Navidad! Estaba completamente normal y al parecer sólo estaba sobresaltado por el timbre del despertador. "Entonces sólo era un sueño, ¡pues vaya paparrucha!", pero en ese momento las pantallas de su móvil, su ordenador y su televisión parpadearon a la vez y un sudor frío recorrió su frente instantáneamente. "¡Tengo que escribir! ¡Tengo que contar lo que me ha pasado inmediatamente! ¡Seguro que le sirve a alguien, aunque sólo sea como entretenimiento! No pienso cerrar el blog, ¡ni pensarlo! Es algo mío y quiero mantenerlo como lo que es: una parte de mí. ¡Os váis a enterar! Voy a hacer el artículo más largo que se haya visto en mi página y lo voy a hacer por Navidad. ¡Ya veréis!".
...Y desde su cuarto y comiendo empanada de huevo,
Scrush os desea feliz Navidad y un próspero año nuevo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ey! yo también conozco a esos fantasmas tecnológicos....pero por suerte a mi no me dieron la paliza como a ti... es que yo tengo el sueño muy profundo, les habría hecho falta mucho mas que encender mi portátil o gritarme a la cara pa despertarme, jeje. Otra cosa, ¿sabes algo sobre un pulpo/calamar que estarías interesado en conseguir?...es que mi hermana no te entendió muy bien. Por cierto, soy Elo la hermana de Emilia. Feliz Navidad, feliz año nuevo y espero que te traigan muchos regalitos los Reyes Magos (con retraso).
Jaja vivan los fantasmas atacan al jefe. Me ha recordado todo a bill murray en esa peli. Sigue así, que aún hay gente que te lee.
Publicar un comentario