miércoles, julio 29, 2009
¡Vamos al chumbo!
Todos los veranos cuando llega agosto pasan por mi ventana un matrimonio vendiendo chumbos a voces. Ella siempre dice "¡Ay, qué chumbillo!" y él "¡Vamoh al chumbooo!". Bueno, no sé qué habrá visto la señora antes de gritar y no estoy muy seguro de querer saberlo, pero la idea de él de lanzarme de cabeza contra un bola de espinas no me llena de gozo ni emoción.
¡ATRACADO! (EL DESENLACE FINAL)
[La cámara hace un fundido de imágenes conservando la silueta del estudiante pero cambiando completamente su entorno para dejar claro que ahora está delante de otro mostrador. Comienza a colocar todos los documentos encima del mismo mientras la cámara saca un primer plano de cada uno cuando los va enumerando para luego cambiar de plano sucesivamente durante la conversación entre el estudiante y la chica de la autoescuela.]
-Bueno, pues creo que lo tengo todo ya.
-Sí, fírmame este documento y ya sólo te falta pagar las tasas de exámen.
-Vale... Muy bien, y ¿cuánto es?
-220€.
Aunque aparentemente no hubo reacción, yo hubiera descrito la mía como si alguien con una tabla de fakir con todos los clavos oxidados me hubiera dicho que tumbarse ahí era la única cura que existía para el resfriado... o como si acabara de ver una película de Madonna.
-Bueno, yo ya pagué la matrícula. ¿Eso se descuenta?
-No, eso va aparte.
Y tras desembolsar casi todo mi capital, salí de la autoescuela con el firme propósito de cumplir mi objetivo a la primera (por la cuenta que me trae) para que así pudiera tener acceso a las clases prácticas de conducir al módico precio de 40€ cada una (mínimo 20 clases antes del examen), espero que sin aplicar el descuento.
[La cámara enfoca al estudiante en la puerta de la autoescuela y comienza a elevarse como si estuviera siendo atraída hacia arriba enfocando las personas, las calles, los edificios, la costa sudoriental de la península ibérica, la Tierra entera y por último el espacio. Fin]
(Este ejercicio de las cámaras me lo encargó mi profesor de literatura en 1º de BUP, sólo que aquella vez se trataba de un esquiador que bajaba por una pendiente).
Mi cuarto
Y desde aquí es donde se gobierna el destino del mundo, supuestamente. Claro que por suponer podemos suponer que mi cuarto es enorme por la perspectiva de cámara que he cogido y por lo tanto tengo un cuarto que parece una nave industrial. Viva la lógica que estudié en 3º de BUP.
¡ATRACADO! (SEGUNDA PARTE)
[La cámara enfoca los libritos dejados con total desgana sobre el escritorio completamente vacío mientras se aleja para encuadrar la habitación entera. Poco a poco, la mesa se empieza a llenar de folios y cartas traídas por el estudiante y la escena comienza a acelerarse por sí sola hasta que el residente de esa habitación se convierte en un borrón, los montones de papel fluctúan en densidad y tamaño como si fueran las bandas de sonido de un equipo de música y el día y la noche se suceden como si fueran una única luz intermitente. Poco después, la escena se vuelve a ralentizar para recuperar su velocidad natural, mostrando la misma escena de despertar del principio, solo que un año después.]
Esa mañana me levanté temprano para tener tiempo de hacer todos los trámites de la autoescuela, había estado muy ocupado con el cursillo intensivo para el examen teórico y no se me ocurrío preguntar cuándo terminaba el plazo para entregar la documentación. Pues bien, ESE DÍA terminaba el plazo, así que no tenía nada más que añadir, su señoría. Tras haber caído inconsciente media hora por culpa de haber estado hasta las tantas viendo pelis, conseguí despertarme lo suficiente como para sentarme delante del ordenador, y cuando me acabé de despertar por completo fui capaz de darme cuenta de que debía empezar a vestirme si quería hacer los trámites, cosa que cada vez me daba más mala espina pero tenía que hacerlo.
Lo primero era conseguir el certificado médico así que fui directamente a la consulta, donde me encontré con un chaval que me saludó diciendo "a ver si terminamos pronto que hoy me voy de vacaciones". Cuando ya le expliqué para qué había ido a su consulta me dijo que necesitaba dos fotos de carnet, cosa que no tenía, así que una vez rellené todo el papeleo fui a que me robaran el alma en porciones del Caserío. Tras una caminata calle arriba bajo un sol de playa, puse mi sonrisa más arrebatadora y, previo pago de 6€, me fueron entregadas ocho fotos de carnet a la voz de "No te preocupes, has salido igual en todas" (realmente el calor hace estragos en verano). Cuando volví a la consulta de la Doctora Quinn, el chaval me dijo que no iba hacerme pasar por la máquina, que no era necesario, cosa que me hizo imaginarme un pasapuré enorme momentáneamente justo antes de que me hicieran la prueba de visión:
-¿Cuál es la última línea que puede leer?
-Copyright 1986. Todos los derechos reservados.
-...Vale, apto.
Tras eso me dijeron que costaba 35 eurazos el papelito firmado pero que me hacían rebaja del 20% por lo que se quedaba en 28. ¡Yuju, tres éuros más caro de lo que me habían dicho en la autoescuela incluso con el descuento!
También necesitaba una fotocopia del DNI, así que me dirigí a la papelería más cercana (o sea, calle arriba bajo el sol de la muerte otra vez) y tuve la suerte de encontrármela vacía... completamente vacía. Tras diez minutos de esperar pacientemente a que saliera algún dependiente, algún encargado o los Gremlins, se me ocurrió carraspear para llamar la atención con tan mala/buena suerte de que lo hice al únisono del timbre del teléfono. Una vez atendió la llamada, la dependienta demostró que las matemáticas son algo muy complicado:
-¿Qué desea?
-Quiero una fotocopia del DNI (y con eso me quedan dos deseos).
-¿Pero una o dos?
-Una, por las dos caras.
-¿Pero una o dos fotocopias?
-Una solamente.
...Tras lo cual me fueron entregadas dos copias de mi DNI por las dos caras. Es que hacía mucho calor, es comprensible.
¡ATRACADO! (SEGUNDA PARTE)
[La cámara enfoca los libritos dejados con total desgana sobre el escritorio completamente vacío mientras se aleja para encuadrar la habitación entera. Poco a poco, la mesa se empieza a llenar de folios y cartas traídas por el estudiante y la escena comienza a acelerarse por sí sola hasta que el residente de esa habitación se convierte en un borrón, los montones de papel fluctúan en densidad y tamaño como si fueran las bandas de sonido de un equipo de música y el día y la noche se suceden como si fueran una única luz intermitente. Poco después, la escena se vuelve a ralentizar para recuperar su velocidad natural, mostrando la misma escena de despertar del principio, solo que un año después.]
Esa mañana me levanté temprano para tener tiempo de hacer todos los trámites de la autoescuela, había estado muy ocupado con el cursillo intensivo para el examen teórico y no se me ocurrío preguntar cuándo terminaba el plazo para entregar la documentación. Pues bien, ESE DÍA terminaba el plazo, así que no tenía nada más que añadir, su señoría. Tras haber caído inconsciente media hora por culpa de haber estado hasta las tantas viendo pelis, conseguí despertarme lo suficiente como para sentarme delante del ordenador, y cuando me acabé de despertar por completo fui capaz de darme cuenta de que debía empezar a vestirme si quería hacer los trámites, cosa que cada vez me daba más mala espina pero tenía que hacerlo.
Lo primero era conseguir el certificado médico así que fui directamente a la consulta, donde me encontré con un chaval que me saludó diciendo "a ver si terminamos pronto que hoy me voy de vacaciones". Cuando ya le expliqué para qué había ido a su consulta me dijo que necesitaba dos fotos de carnet, cosa que no tenía, así que una vez rellené todo el papeleo fui a que me robaran el alma en porciones del Caserío. Tras una caminata calle arriba bajo un sol de playa, puse mi sonrisa más arrebatadora y, previo pago de 6€, me fueron entregadas ocho fotos de carnet a la voz de "No te preocupes, has salido igual en todas" (realmente el calor hace estragos en verano). Cuando volví a la consulta de la Doctora Quinn, el chaval me dijo que no iba hacerme pasar por la máquina, que no era necesario, cosa que me hizo imaginarme un pasapuré enorme momentáneamente justo antes de que me hicieran la prueba de visión:
-¿Cuál es la última línea que puede leer?
-Copyright 1986. Todos los derechos reservados.
-...Vale, apto.
Tras eso me dijeron que costaba 35 eurazos el papelito firmado pero que me hacían rebaja del 20% por lo que se quedaba en 28. ¡Yuju, tres éuros más caro de lo que me habían dicho en la autoescuela incluso con el descuento!
También necesitaba una fotocopia del DNI, así que me dirigí a la papelería más cercana (o sea, calle arriba bajo el sol de la muerte otra vez) y tuve la suerte de encontrármela vacía... completamente vacía. Tras diez minutos de esperar pacientemente a que saliera algún dependiente, algún encargado o los Gremlins, se me ocurrió carraspear para llamar la atención con tan mala/buena suerte de que lo hice al únisono del timbre del teléfono. Una vez atendió la llamada, la dependienta demostró que las matemáticas son algo muy complicado:
-¿Qué desea?
-Quiero una fotocopia del DNI (y con eso me quedan dos deseos).
-¿Pero una o dos?
-Una, por las dos caras.
-¿Pero una o dos fotocopias?
-Una solamente.
...Tras lo cual me fueron entregadas dos copias de mi DNI por las dos caras. Es que hacía mucho calor, es comprensible.
martes, julio 28, 2009
Pregunta sutil
¡Síiii, lo confieso! El otro día me resfrié y tomé una medicina que no había tomado nunca. Como todos los virus murieron pensé "ah, pues para la próxima haré lo mismo". Soy un psicópata, está claro. Por otro lado, los métodos de la policía están perdiendo glamour (y su uso del castellano también, todo sea dicho). Y ahora publicidad:
Si te gustó "Superrequisitos Bros in Prescindible's World", si disfrutaste con "Bájate del internet (que te vas a caer)", si cuando leíste "¡Agárrame el pájaro!" no te entraron ganas de arrancarte los ojos, entonces (sólo entonces) te gustará...
¡ATRACADO!
Del primo del chico de los recados de "Mamatrix: Dale a Refresh" y del hombre que nadie sabía qué hacía ahí durante el rodaje de "El señor de los arillos: Vuelve Juanca", llega una historia llena de suspense, amor, intriga, acción y erotismo... pero como no la tenemos vamos a poner la que hemos dicho antes. Atención que es un largometraje.
[La película empieza con un plano enfocando la Tierra desde el espacio. La cámara se acerca a velocidad progresiva como si la gravedad la estuviera atrayendo hacia la península ibérica, concretamente hacia la costa sudoriental de la misma, donde poco a poco se van viendo los edificios, las calles, las personas, un bloque de pisos, una ventana abierta, un dormitorio de estudiante y una persona durmiendo. La cámara se para justo delante de su cara y de repente suena un pitido electrónico que lo despierta, haciendo que éste abra los ojos como platos al más puro estilo película de terror sensacionalista y se ponga en pie de un salto. Voz en off mientras la cámara enfoca al susodicho como si fuera otra persona dentro de ese cuarto mientras el recién despertado se prepara para un nuevo día con flashbacks en los momentos clave.]
Todo empezó una mañana en la que decidí que debía sacarme el carnet de conducir, a partir de ahí todo fue a peor. Primero decidí empezar a hacer tests antes de ir a clases para ir preparado, pero como no tenía el código vial sólo podía practicar por internet en el trabajo. La mayoría de las páginas eran de pago así que me tuve que conformar con registarme en todas a la vez para poder hacer uso de los tests que te permiten hacer gratis, sin embargo, estos tests no eran reales sino una modificación más sencilla de los originales. Al principio no tenía pruebas de ello pero lo mis sospechas fueron en aumento cuando vi que la primera pregunta era "¿Debe usted pararse ante una señal de STOP? a) Sí b) Rotundamente sí c) Definitivamente sí", así que decidí apuntarme a la autoescuela directamente para que en vez de perder el tiempo tontamente lo perdiera con sentido y motivo.
Como todos mis amigos tenían ya su permiso, ya me habían advertido en su momento que el carnet de conducir era algo caro con todas las letras bien puestas. Pues bien, nada más apuntarme me sacaron una pistola y me dijeron que, aparte de toda la documentación necesaria para hacer mi biografía, tenía que darles 120€ de matrícula, así sin pan ni nada, así que salí a la puerta de la iglesia más cercana a ver si reunía la cantidad que me hacía falta. Por suerte era día de cobro en el trabajo y sólo tuve que pedirle dinero a mi jefe, por lo que volví inmediatamente a pagar la matrícula recogiendo también el código vial de mis entretelas... para dejarlo abandonado en mi escritorio durante un año enterito.
sábado, julio 25, 2009
Imposibles
Cuando tengo que hacer algo imposible para mí siempre me pregunto si podré hacerlo o no, pero cuando alguien me pide que haga algo imposible para él/ella no me preguntó si podré hacerlo sino CÓMO lo haré. Debo de ser más tonto de lo que parezco.
COMO AMANTES (ESPERANDO)
Hasta hoy hemos viajado muy lejos, pero no nos hemos acercado ni un metro. Este sentimiento que estamos alcanzando allí donde empezó todo, ¿no lo oyes? Me pareció oir una promesa tuya pero este sentimiento de vacío no para de crecer y tengo miedo de que se me olvide.
Pero la recuerdo claramente. Mira a tu alrededor, hay gente esperando. Mírame, soy yo, solamente yo, cree en mí, acabo de empezar. Estaremos aquí cuando llegue el momento, cuando todo dependa únicamente de nosotros dos.
Sólo somos dos personas intentando cambiar un mundo inerte, pero no espero que entiendas esto al mirar esta tierra baldía. Por eso todavía la recuerdo. Mira a tu alrededor, todavía hay gente esperando y yo los recuerdo claramente, día y noche como amantes que esperan su momento. Me estás mirando, soy yo, solamente yo, crees en mí, acabamos de empezar. Ya estábamos aquí cuando llegó el momento, y ahora todo depende de nosotros dos.
Y yo recordaré claramente cuando mirabas a tu alrededor y veías a la gente esperando. Y yo los recordaré, día y noche como amantes que esperaban su momento. Y recuerdo tu promesa claramente. Mira a tu alrededor, todavía hay gente esperando a que te decidas.
Y esperan, esperan eternamente a que te decidas. Y yo espero, me tienes a la espera. Yo espero, espero eternamente a que te decidas.
Texas - Like Lovers (Holding On)
(Una de las mejores canciones que he oído, a lo mejor porque me identifico mucho con el mensaje).
miércoles, julio 22, 2009
Botella de agua
Mientras estaba en la autoescuela he hojeado el tema de hoy del código vial: "Tema 6: Transportes de personas, mercancías y cosas". ¿Y qué son "cosas"? ¿Extraterrestres? ¿Espíritus? ¿Amy Winehouse?
ATROPELLOS
Hoy, como todos los días que lo hago, he salido a correr un ratico para mantener mi forma humana y no parecer un cubo gelatinoso con setas de estar tanto tiempo en casa. Ya cuando iba de camino a la Avda. Mediterráneo vi a un chaval (que probablemente habría entrado ya en la veintena) esperando en un paso de peatones botando un balón, concretamente parado en la segunda línea del paso de peatones, haciendo que los conductores tuvieran que esquivarlo hábilmente para no llevárselo por delante. Por lo visto lo de botar el balón te incrementa la capacidad de concentración increíblemente porque el chaval no parecía enterarse de nada, tendré que probar en las próximas elecciones antes de los exámenes.
Pues bien, a la vuelta de mi recorrido, o sea, cuando ya era un sopa de pollo frito, me paré en un paso de peatones por puro reflejo justo antes de darme cuenta de que estaba verde para los peatones, así que procedí a pasar. Me dio por mirar los coches mientras cruzaba y vi el típico coche de niña de padre con pelas pero que es más ordinaria que un traje de folklórica fluorescente, la niña iba oyendo su música, preparándose para reanudar su marcha, y aceleró con intención de pasar justo cuando yo estaba por su altura... y hasta ahí recuerdo. No sé qué ocurrió después pero lo puedo explicar fácilmente: el conductor de los mandos de mi cuerpo salió corriendo de la cabina de control para buscar ayuda así que el piloto automático tomó las riendas y presionó únicamente dos botones, saltar y agacharse. Por eso lo siguiente que recuerdo es volver en mí estando sentado encima del parabrisas del coche en la misma posición que Spiderman y pensando "¡Joer, me estoy quemando las manos de lo caliente que está el motor!".
Cuando recuperé el control me bajé del coche y vi la blanquísima cara de sorpresa absoluta que tenía la conductora... cara que le cambió a rojo refulgente en cuanto se dio cuenta de que no me había pasado nada y estaba bien. Me soltó una retahíla de insultos que no vienen al caso todos referentes a que le había pisado el coche y que me iba a enterar, pero entonces un hombre mayor que había visto la escena le calló la boca verbalmente con la misma contundencia que si le hubiera dado con un ladrillo en los dientes a la voz de "¡¡¡IMBÉCIL!!!" (que yo pensé que iba dirigido a mí, a todo esto). En cuanto le explicó a la chica, con la misma amabilidad que un nazi le explicaría a un judío dónde podía meterse los derechos humanos, lo que podía haber ocurrido por su imprudencia, la chica no fue capaz de hablar en el resto del monólogo, principalmente porque el otro gritaba más. Yo cometí el error de mediar por ella bajo la bandera de "bueno, pero no ha pasado nada", a lo que el señor me respondió "¡pero es que los peatones tenemos derechos!"... en mi opinión, todas las personas tenemos derechos sean peatones o no, pero estaba más turbado que nunca como para discutir.
Le intenté explicar al señor que, aunque probablemente mereciera la muerte por inhalación de Channel 7, la chica no me había hecho nada, así que el hecho no tenía más relevancia. El señor me señaló, a un tono tan alto que las acciones de Microsoft sintieron envidia, que eso no se podía permitir, a lo que yo respondí que para eso están los policías y que no podemos tomarnos la justicia por nuestra mano. Su última respuesta antes de darme la espalda e irse fue que "los policías sólo están para cobrar a final de mes"... pues igual que todos los oficios, supongo, pero lo más importante era que hacía un buen rato que la agresora se había escapado. No me fijé en la matrícula, la verdad, me despisto bastante cuando me intentan atropellar y no presto atención a las cosas, pero para la próxima ya sé lo que tengo que hacer: no cruzar si veo a una flamenquera al volante.
Epílogo:
Una vez aclarado el tema con el intento de atropello y el inminente linchamiento que el señor mayor podría haber empezado, me dispuse a terminar de cruzar la calle. Iba mirando hacia atrás por si el señor me decía algo más y por si algún otro coche venía en mi dirección (que una vez es casualidad pero dos ya es estadística) así que empecé a tomar carrerilla para llegar cuanto antes a casa y preparame para la autoescuela cuando de repente recibí un golpe tremendo y caí sentado en el suelo. La culpa es de los semáforos, que se ponen en medio para que yo choque con ellos.
lunes, julio 20, 2009
Borrascas de verano
En una heladería mientras yo esperaba mi turno:
-¿Qué le pongo?
-Pues quiero un limón de granizo.
-...Será una granizada de limón.
-Sí, eso.
¿Os lo imagináis?
REDESCUBRIENDO ROQUETAS
Ayer fui a Roquetas a comer con mis padres. Como sólo hacía unos 7 u 8 años desde la última vez que pasé un verano allí (que yo recuerde), decidí que era una oportunidad perfecta para ver qué había cambiado.
Nada más llegar, saludé a todo el mundo y me cambié de ropa para salir un rato a correr por el paseo marítimo. Vale que es verano y por la zona de los hoteles siempre hay visitantes, ¡pero es que estaba completamente a reventar de gente a la una del mediodía! De todas formas eso no me hizo cambiar de idea respecto a salir a correr, sólo que en vez de footing hice carrera de obstáculos, algo a lo que estoy muy acostumbrado (en Almería un mujer con prisa y un carricoche es más peligrosa que una caja de bombas).
Pues bien, tras un rato de calentamiento con ligero riesgo de insolación (¿gorra? ¿qué es eso?), se me ocurrió que podría ir hasta la zona de los hoteles y luego volver, que era un buen trechillo, así que empecé a correr mientras veía los chalets que habían construído... y más chalets... y más chalets... y más chalets... y sólo veía chalets nuevos. Al parecer el boom inmobiliario había afectado también a esa zona de tal manera que yo pude ver la zona de los hoteles lo mismo que alguien podría ver una película en un cine sentado justo detrás de Marge Simpson, por lo tanto, dada mi experiencia personal con el sol, la nula visibilidad y las reformas del paseo marítimo yo me encontraba en un momento de duda muy existencialista: ¿quién soy? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?
Cuando consideré que si seguía corriendo acabaría por llegar a El Ejido, me di media vuelta y anduve en dirección "mi casa" (o donde yo creía que podría estar). Las matemáticas más básicas dicen que si uno parte del punto A y llega al punto B la mejor manera del volver al A es seguir el mismo camino que has recorrido ya (la manera de llegar al punto G es más complicada), sin embargo, la perspectiva hace mucho respecto a variables como la distancia, el tiempo del recorrido y lo harto que estés de sudar más que un pollo en el horno.
Una vez llegué, se me ocurrió que en vez de ducharme en casa era mejor darse un baño en la piscina de la comunidad, que así no gastaba agua y vería gente nueva. Bueno, ver la piscina llena de gente hablando en idiomas que sonaban como si cada palabra fuera una ejecución era ya llamativo, pero el hecho de acercarme al borde de la misma (no al marido de nadie sino al de la piscina) y no ser capaz de ver más allá de cinco centímetros de profundidad dada la consistencia del agua me impresionó: era el típico líquido que si lo llevas en un vaso y se derrama sobre el suelo lo puedes recoger al segundo bote, así que consideré que el menor tiempo de contacto con él sería la opción más saludable antes de que oliera mi miedo. Me duché para que no percibiera el calor de mi sangre y me lancé a la piscina... y pude hundirme en ella porque clavé los dedos antes.
Toda una odisea de recordar cosas nuevas y de descubrir cosas viejas (sí, habéis leído bien).
-¿Qué le pongo?
-Pues quiero un limón de granizo.
-...Será una granizada de limón.
-Sí, eso.
¿Os lo imagináis?
REDESCUBRIENDO ROQUETAS
Ayer fui a Roquetas a comer con mis padres. Como sólo hacía unos 7 u 8 años desde la última vez que pasé un verano allí (que yo recuerde), decidí que era una oportunidad perfecta para ver qué había cambiado.
Nada más llegar, saludé a todo el mundo y me cambié de ropa para salir un rato a correr por el paseo marítimo. Vale que es verano y por la zona de los hoteles siempre hay visitantes, ¡pero es que estaba completamente a reventar de gente a la una del mediodía! De todas formas eso no me hizo cambiar de idea respecto a salir a correr, sólo que en vez de footing hice carrera de obstáculos, algo a lo que estoy muy acostumbrado (en Almería un mujer con prisa y un carricoche es más peligrosa que una caja de bombas).
Pues bien, tras un rato de calentamiento con ligero riesgo de insolación (¿gorra? ¿qué es eso?), se me ocurrió que podría ir hasta la zona de los hoteles y luego volver, que era un buen trechillo, así que empecé a correr mientras veía los chalets que habían construído... y más chalets... y más chalets... y más chalets... y sólo veía chalets nuevos. Al parecer el boom inmobiliario había afectado también a esa zona de tal manera que yo pude ver la zona de los hoteles lo mismo que alguien podría ver una película en un cine sentado justo detrás de Marge Simpson, por lo tanto, dada mi experiencia personal con el sol, la nula visibilidad y las reformas del paseo marítimo yo me encontraba en un momento de duda muy existencialista: ¿quién soy? ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?
Cuando consideré que si seguía corriendo acabaría por llegar a El Ejido, me di media vuelta y anduve en dirección "mi casa" (o donde yo creía que podría estar). Las matemáticas más básicas dicen que si uno parte del punto A y llega al punto B la mejor manera del volver al A es seguir el mismo camino que has recorrido ya (la manera de llegar al punto G es más complicada), sin embargo, la perspectiva hace mucho respecto a variables como la distancia, el tiempo del recorrido y lo harto que estés de sudar más que un pollo en el horno.
Una vez llegué, se me ocurrió que en vez de ducharme en casa era mejor darse un baño en la piscina de la comunidad, que así no gastaba agua y vería gente nueva. Bueno, ver la piscina llena de gente hablando en idiomas que sonaban como si cada palabra fuera una ejecución era ya llamativo, pero el hecho de acercarme al borde de la misma (no al marido de nadie sino al de la piscina) y no ser capaz de ver más allá de cinco centímetros de profundidad dada la consistencia del agua me impresionó: era el típico líquido que si lo llevas en un vaso y se derrama sobre el suelo lo puedes recoger al segundo bote, así que consideré que el menor tiempo de contacto con él sería la opción más saludable antes de que oliera mi miedo. Me duché para que no percibiera el calor de mi sangre y me lancé a la piscina... y pude hundirme en ella porque clavé los dedos antes.
Toda una odisea de recordar cosas nuevas y de descubrir cosas viejas (sí, habéis leído bien).
Scatman
Últimamente ya no sé ni lo que digo, porque donde dije digo ahora digo Diego, y digo lo que digo, que lo que digo no es digo, que lo que digo es Diego. Será el verano que me está refriendo el cerebro (que me queda).
IRRESISTIBLE
No te quiero para un fin de semana, ni para una cita. No necesito un amor a medias porque no me quiero sentir así, pero estoy viendo que me necesitas como yo te necesito, justo como yo te necesito. Tal y como yo te veo, quiero que me veas a mí como nadie me ha visto antes.
Eres irresistible, en lo natural y en lo físico. No se puede definir, eres mágico e ilógico. Sería capaz de ir a por ti.
¿No ves que me estás torturando? ¿No ves mi agonía? Si me dejaras hacer, sería tu amanecer, tu atardecer y tu lluvia de verano, y entonces te darías cuenta de que me quieres igual que yo a ti, exactamente igual, y ya no conocerías nada mejor, ni siquiera parecido.
Así que ahora que sientes lo mismo que yo no te conformes con eso, porque estos sentimientos te pueden llevar a lugares en los que nunca has estado antes.
Para mí eres irresistible, tanto en lo natural como en lo físico. No puedo definirlo, eres mágico e ilógico. Voy a ir a por ti.
The Corrs - Irresistible
(La canción que tanto me gustaría que me dedicasen, también traducida un poco libremente pero fiel a la original).
IRRESISTIBLE
No te quiero para un fin de semana, ni para una cita. No necesito un amor a medias porque no me quiero sentir así, pero estoy viendo que me necesitas como yo te necesito, justo como yo te necesito. Tal y como yo te veo, quiero que me veas a mí como nadie me ha visto antes.
Eres irresistible, en lo natural y en lo físico. No se puede definir, eres mágico e ilógico. Sería capaz de ir a por ti.
¿No ves que me estás torturando? ¿No ves mi agonía? Si me dejaras hacer, sería tu amanecer, tu atardecer y tu lluvia de verano, y entonces te darías cuenta de que me quieres igual que yo a ti, exactamente igual, y ya no conocerías nada mejor, ni siquiera parecido.
Así que ahora que sientes lo mismo que yo no te conformes con eso, porque estos sentimientos te pueden llevar a lugares en los que nunca has estado antes.
Para mí eres irresistible, tanto en lo natural como en lo físico. No puedo definirlo, eres mágico e ilógico. Voy a ir a por ti.
The Corrs - Irresistible
(La canción que tanto me gustaría que me dedicasen, también traducida un poco libremente pero fiel a la original).
sábado, julio 18, 2009
Sombras
Bueno, el médico habrá dicho que tengo las defensas perfectamente y que no tengo anemia, podrá haber dicho que no tengo carencia de nada y que el colesterol lo tengo perfectamente, incluso aseguro que ha dicho que estoy perfectamente sano y fuerte... pero la sombra de una palmera me sigue tapando por completo (y no es que sea una muy ancha).
ORO PARECE...
...Por lo tanto, Au x2= C (demasiado rebuscado, me temo).
Este verano parecía que iba a ser otro verano normalito como los anteriores en el que yo iba a pasar el tiempo dando clase en la academia de OT (Otro Torrezno) a chavales para que aprobasen las asignaturas que les quedaron, pero no.
Este verano parecía que iba a poder irme de vacaciones a la playa por mi cuenta sin tener que darle cuentas a nadie para poder reconciliarme con a persona que más maltrato durante el año (yo), pero no.
Este verano parecía que iba a poder ahorrar algo a pesar de cumplir con los obligatorios gastos mensuales (las vacaciones, videojuegos, revistas, comics...) para así poder empezar el curso sin tener que fraccionar el pago de la matrícula, pero no.
Este verano parecía que iba a tener cosas interesantes que contar para que todo el mundo fuera partícipe de mis aventuras y desventuras, pero no.
Por eso mismo voy a dejarme poseer por el espíritu del Tomate para desmentir dos rumores muy generalizados por el mundo referentes a gente con la que tratamos todos los días:
-Muchos alumnos piensan que los profesores no tenemos vida personal, que funcionamos a pilas y que nos metemos en una caja hasta el día siguiente que nos toca ir a dar clase. Para nada es cierto: no es que los profesores no tengamos vida personal, es que nos la roban los alumnos para que ellos tengan una; no funcionamos a pilas desde que inventaron las baterías recargables; y no es verdad lo de las cajas porque yo he visto a muchos profesores salir del armario antes y después de dar clase.
-El misticismo general dice que las brujas son mujeres que hacen magia, que viven aisladas de la sociedad, que comen niños y que viven en casitas de chocolate, pero no es verdad: las brujas no hacen ninguna magia que no sea el truco de hacer desaparecer el dinero de tu cuenta bancaria; no se aíslan de la sociedad, es la sociedad la que se aísla de ellas para no seguir oyéndolas; no comen niños, es mucho mejor torturarlos dándoles clase cuando son pequeños; y no viven en casitas de chocolate, eso es un misticismo muy arraigado, sin ir más lejos, la que me dio clase de inglés en Salamanca compartía piso con otras dos en un edificio de jengibre.
domingo, julio 12, 2009
Ostracismo
Hoy en día se da más el caso de gente que se aísla por completo en su concha frente a los demás, que se encierra en sí misma y acaba haciendo una bola enorme de lo que en un principio era un granito de arena sin importancia, que acaba siendo pescada y comida viva con limón... ¿Quién les mandaría convertise en ostra?
LOS VIGILANTES DE LA PLAYA
Ayer estuve dando una vuelta por la playa para ver si se me ocurría algo para escribir. Era algo extraño en mí porque hacía como dos años que iba a la playa (de hecho ayer ni me bañé), pero el hecho de caminar descalzo por la arena me hizo descubrir una cosa: no ayuda en absoluto a la inspiración.
Tras un rato de dar vueltas no literalmente, me empecé a fijar en la gente que había por la orilla. Está claro que pase el tiempo que pase nunca cambia la gente que va a la playa. Sólo me pregunto una cosa: cuando ya estás más moreno que un café solo, ¿es necesario seguir tomando el sol? Y ya puestos, si tomar el sol te daña la piel, ¿qué pasará si te ríes mientras tomas el sol tras haber dormido mal? ¿Te contratan para un anuncio de la tele?
Esa tarde era una de esas tardes que hacía viento pero que no molestaba, ese viento que mueve un poco las olas pero que no produce resaca, ese viento que hace que el calor del verano no sea el Señor Calor sino Lady Tibia, ese viento que hace que en cuanto te acercas demasiado a la orilla hace que una ola te derribe de un placaje, ese viento que hace que cuando te tienes que duchar para irte a casa te acuerdes de todos sus familiares en orden descendente porque te pelas de frío... Ese viento hacía.
Cuando ya estábamos recogiendo las cosas para irnos y justo después de descubrir que, por muy hondo que hubiéramos clavado el palo de la sombrilla, no habíamos encontrado petróleo, se me pasó por la cabeza la posibilidad de haberme quemado por culpa del sol. Por suerte para mí había utilizado protección solar tipo "Campo de Fuerza de la Estrella de la Muerte" y era lo mismo que haberme echado una capa de Titanlux encima, así que tendré que seguir luciendo mi moreno blanco nuclear. Lo bueno es que he alcanzado tal grado de blancura que el espectro de luz ya no puede quemar mi piel, en vez de eso rebota (los fabricantes de detergentes se pelean por contratarme).
domingo, julio 05, 2009
Ocarina
¡Aquí está! ¡Ya llegó mi auténtica ocarina boniato! (se llama así el modelo). Ya estuve practicando ayer y la verdad es que para tener sólo cuatro agujeros es más complicada de manejar de lo que pensaba... claro que las mujeres tienen menos y son imposibles de comprender, así que...
CHEMICAL REACTION
Jueves por la tarde. Yo salí a correr por el puente de la Avda. Mediterráneo (famosa en el mundo entero por ser más larga que un enero sin sueldo) como siempre hago desde que empecé a hacerlo. Tras mi rato de sudar como un pollo en un horno, tome el camino de vuelta a mi casa mientras pensaba en lo que me quedaba por hacer al llegar. De repente, recordé que no tenía pan para la cena, así que me puse a pensar dónde podría comprar una barra por esos alrededores sin éxito. Por suerte para mí, un grupo de tres personas entre cuarenta y cincuenta años estaban charlando animadamente sobre un tema que no venía al caso, y me decidí a preguntarles por algún supermercado o tienda. Vale que yo venía chorreando de sudor y con la ropa de deporte, pero para hacer una pregunta no me hacía falta llevar esmokin... o quizás sí:
-Hola, disculpen...-dije yo.
-No llevamos dinero.-Dijo la mujer.
-...No pensaba pedirles dinero.
Y con la rabia contenida, me guardé la pregunta para mí y me dirigí hacia mi casa, donde ya sabía dónde comprar una barra de pan. Luego la atracará un señor con traje y se hará la sorprendida.
La primera mañana de mi trabajo de verano, me levanté con tiempo para ir bien arregladito y que me sobrase algo para poder encontrar la calle donde estaba la academia, la Calle del Mirlo. Ya la había buscado minuciosamente en el Google Maps, pero es que la precisión de ese programa es del estilo a "Andalucía tiene 8 provincias, con un margen de error de una provincia de más o de menos", y decidí que mejor buscarla a mano yo mismo. Tras diez minutos andando por la zona, encontré un montón de calles con nombre de árbol, de pez, de cantante, de poeta y, por fin, de pájaro, pero no encontré la mía, así que me acerqué a preguntarles a unas ancianitas que había en la puerta de una tienda.
-Disculpen, ¿saben ustedes dónde está la Calle del Mirlo?
-Ay, hijo, pues no sé. ¿Tú lo sabes, Carmen?
-Está por aquí, pero espera, que le voy a preguntá a la Puri. ¡PURIIIIIIIIIIIIIII! ¡Que aquí hay un chico muy educao que pregunta por la Calle del Mirlo! (Verídico).
(Sale de la tienda la Puri)
-Ay, pues me suena mucho, tiene que estar por aquí, ¿no es donde las obras? Espera, que le voy a preguntar a la Conchi. ¡CONCHIIIIIII, deja eso y ven pacá!
(Sale Conchi, que debía ser su hija mayor o algo... más bien algo)
-¿No fuiste tú a casa de la Pepi cuando lo del piano (?) a llevarle la fruta? ¿Qué calle era esa?
-Po espera, que le pregunto a la Ana. (Entra, y sale al poco) La calle XXX*, ¿pa qué?
-Es que este chico ma preguntao por la Calle Mirlo y no sé dónde es.
-No, pero eso es al otro lao de la Bola Azul**. La del Mirlo tiene que estar por aquí, la Ana tiene al novio cerca, lo mismo lo sabe. ¡ANAAAAAAA! ...¡Que dónde está la Calle del Mirlo!
(Sale Ana, que era la típica adolescente viendo la tele un miércoles de vacaciones por la mañana)
-¡Si esa no es donde el Juanfra! Ahí es donde están con las obras, que llevan tol verano (verano que no había empezado todavía).
(A todo esto, llega otra anciana a la tienda)
-Hola, Carmen. ¿Ha pasao algo?
-Nooo, es que este chico ma preguntao por la Calle Mirlo y no caigo en dónde está.
-Ah, pues si esa me suena, tiene que estar por aquí. Espera, ¡NENAAAAAAAA! (de nombre indefinido). ¿Tú sabes dónde está la Calle Mirlo?
...Y así, sucesivamente, pero justo antes de que llegase el segundo regimiento de tanques anfibio a socorrerme de tan imposible duda, una de las parientes me dijo que estaba donde las obras (por enésima vez), yo pregunté que dónde estaban las obras y eso SÍ me lo supieron decir, para mi alivio, y llegué a tiempo al trabajo. Bueno, eficiencia no mucha, pero dedicación toda y más. Por otro lado, menos mal que no me quedé más tiempo, lo mismo me casan con alguna hija-sobrina-nieta de tanta familia y conocidos que me presentaron.
*No recuerdo el nombre de la calle porque en ese momento las neuronas me estaban gritando en plan Queen que iba a llegar tarde mi primer día de trabajo.
**Un hospital que tiene una Bola Azul en el techo pero que en realidad se llama Hospital Torrecárdenas (los almerienses somos así de guays utilizando sinécdoques a diestro y siniestro).
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