Me molaba más el dibujo que tenía hoy el icono de Gúguel pero como tiene compiright no creo que pueda ponerlo aquí. Me conformaré con observarlo en la distacia (virtual, claro, porque la pantalla está como mucho a medio metro de mí).
¿SUSTO O MUERTE?
Imaginaros que os levantáis una mañana (para los que sean muy vagos esto ya es toda una odisea) para ir a desayunar con tus amigos y a la vuelta te encuentras con una carta del MEC que dice básicamente que tienes que devolver los 4620€ que recibiste como beca de estudios hace ya año y medio, ¿qué cara, o mejor dicho, qué estómago se os queda? Es uno de esos momentos en los que uno no puede tragar saliva porque los huevos se le han quedado enredados en la campanilla y siguen subiendo en plan Indurain por la montaña. Para que luego digan que la estadística no se ceba conmigo, voy a contar mi historia remarcando dos tipos de hechos: los buenos y los malos (qué razón tenía Freddy al decir que tengo una suerte sorprendente).
Primer día: Me quedo descompuesto del susto al leer que voy a tener que esclavizarme (o prostituirme, lo que se pague mejor) para poder pagar eso, sobre todo porque no sé ni en cuántos navajazos (plazos) va a ser. Llamo a mi colega AJ, que siempre está puestísimo en estos temas, y POR SUERTE conoce a mi coordinador de Séneca, que casualmente es también el decano de mi facultad y amigo suyo de toda la vida, y me pone en contacto telefónico directo con él (la otra vez tuve que ir todos los días de una semana entera). El decano me da cita para la mañana siguiente y yo me voy a trabajar, que ya era hora. La tarde que pasé en el trabajo fue tierna, sobre todo porque una niña(ta) que pretendía ser el centro de atención me culpó (a la espalda) de haber intentado echarla de clase cuando lo que yo dije fue que si podía venir a otra hora (mi teoría de la relación femenina "el coche es azul" = "rompo contigo" cada vez tiene más sentido); la madre vino hecha una furia y diciendo barbaridades con bastante poca educación (más teniendo en cuenta que ella también era profesora), pero POR SUERTE yo tenía en mi clase a la hija de mi jefe que se lleva muy bien conmigo y no tuvo inconveniente en hacer de testigo de mi presunta expulsión indebida (qué bien hablo, joer).
Segundo día: Tras una noche de maldorremir, se me ocurre que la mejor manera de conseguir trabajo es pedírselo a mi jefe (aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me dan trabajo), cosa que funcionó de manera sorprendente porque fue decírselo y POR SUERTE resultó que esa misma mañana una de las comerciales había dejado la vacante libre y ahora estaba en un lugar mejor (en otro trabajo, claro). Claro, todo ello implicaba una serie de tareas que iban a reducir mi tiempo libre drásticamente, pero como el dinero es el motor que hace al mundo girar, al mundo girar, al mundo girar... Total, que uno decide ir a informarse a la universidad a ver que ha pasado antes de que se me fuera la cabeza más y me encuentro con que el bus en el que iba yo se avería a mitad de camino de la uni y se para en medio de la carretera (estadística, el odio es mutuo, créeme), el conductor llama a la centralita y le dice que el manguito y el flotador del motor están en la playa y no quieren seguir trabajando así que nos tenemos que bajar en la desembocadura del seco Andarax. POR SUERTE, pasaba otro autobús amigo del conductor del mío que nos llevó a la universidad sin tener que esperar nada (aprovecho para decir que la DS sirve como tranquilizante neuronal para momentos de tensión extrema transitoria). Al llegar a la uni, el decano estaba reunido pero me dedicó un tiempo bastante razonable y una recomendación directa para que me resolvieran los trámites del papeleo (casi ná), POR SUERTE le caigo bien que si no...
Tercer día: Tras una semana de llamadas y formalidades burocráticas, vuelvo a hacer los trámites de la beca el lunes siguiente con alegación incluida en la que expongo muy formalmente que no me sale del níspero pagar la beca porque resulta que "el fallo ha sido que la universidad de Salamanca no ha enviado mis notas de Septiembre al MEC", con lo cual yo no tengo culpita de nada. Reúno los papeles y los llevo a la oficina para que me cambien todo lo que yo había escrito, no porque estuviera mal sino porque a la funcionaria le dio por ahí (sí, por lo visto, todo lo anterior fue una pérdida de tiempo por mi parte), y los envío por correo certificado al Ministerio de Bocinazos (el MEC) para que se callen la boca y no me pidan cosas que no deben y que han estado a punto de causarme una crisis nerviosa. POR SUERTE, ya está todo terminado y he salido bien parado (aunque aún estoy trabajando).
Epílogo: No hay que hacer una montaña de un grano de arena (principalmente porque falta arena) pero entre el susto, la presión del plazo de 15 días, el trabajo extra, la ausencia de apoyo familiar y las casualidades estadísticas, creo que he perdido como diez kilos (figurados, claro, en realidad yo peso menos). Vaya tela de facultad de Salamanca, anda que no me voy a acordar yo de mi año allí... para bien y para mal.
Anécdotas: Una funcionaria, que debía de estar sorda o tener metido un plátano en la oreja (por no decir una burrada), se rió de mí explícitamente cuando le expliqué CINCO veces el papel que necesitaba y le dije que se tranquilizase y me escuchara bien porque no sabía ni lo que le estaba diciendo. En serio, al que no le guste su trabajo que lo deje pero estoy ya cansado de encontrarme amargados que amargan la vida a los demás, luego pasan cosas como Kill Bill y la culpa es tuya encima.
2 comentarios:
Definitivamente... Murphy te odia xDDDD
Eso si, "el coche es azul" = "corto contigo" es una ecuación totalmente cierta en el mundo de las féminas, porque hay casos peores, creeme. Son unas expertas en tergiversar absolutamente todo lo que le digas a una tía.
Pero bueno, lo importante es que ya no tienes que prostituirte para pagar esa "pequeña cantidad" al Ministerio de Escuchas Cutres (MEC).
Un abrazo :)
No, ahora puedo prostituirme gratis XD (Bromas ACME)
El caso es que el trabajo nuevo me va a venir bien para ahorrar, quieras que no, pero no me hace ninguna ilusión.
Bueno, siempre positivos! Es más dinero!
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