En el punto de mira

Creo que alguien me vigila... ¡Todos lo habéis visto! ¡Ese elemental de fuego infernal se rompió solo! No pienso pagar la factura... A no ser que sea una quest.

RECICLAJE

Todo el que haya visto Ally McBeal recuerda aquella escena tan recurrente en la que aparece un camión de la basura levantando un contenedor. Siempre salía esa escena justo antes de que Ally rompiera con el novio de turno, pero curiosamente hay una ocasión en la que es ella la que cae del contenedor, jejeje. La parte que no domino todavía es la de las Pips. Una vez, su psicóloga le recomendó que se imaginase un grupo de tres versiones de ella misma que la acompañaran cuando fuera a hacer algo con lo se sintiera poco segura, se supone que eso la ayudaría a reafirmarse en su decisión. En mi caso es más del estilo "solo ante el peligro".

Es increíble cómo funcionan las personas (incluyendo las que no son humanas) que siempre reaccionamos igual ante los mismo estímulos y sólo nuestra voluntad de cambiar es la que nos hacer variar el ciclo (es un ciiiclo sin fiiin... que lo envuelve tooodooo...). Quizás por eso nos ponemos tan nerviosos cuando ocurre algo que no comprendemos e incluso nos agobiamos cuando nos cambian la rutina (aunque para algunos la rutina sea no hacer lo mismo dos veces seguidas, pero sigue siendo una rutina). En el caso de la televisión viene a ser lo mismo porque ¿cuántas veces hemos visto ya la 3ª temporada de Los Simpson? Incontables, seguro, pero si un día encendemos la tele a esa hora y no vemos un capítulo de esa serie nos extrañamos como si lloviera dentro de casa. Es automático, no se puede evitar.

Por eso me planeteo (me he pedido Saturno, que es el de los gases) qué va a ocurrir ahora que no hay Tomate. No es que yo lo viera, pero tendrán que llenar ese vacío con algo y puede que sea peor el remedio que la enfermedad (los productores de ese programa eran unos enfermos, lo sé, pero era su trabajo y alguien tenía que hacerlo... la pena fue que lo hicieron bien). Pues mira, si sale algún casting para ser presentador de el siguiente programa del corazón en sustitución de dicha verdura me presento, total, sólo hace falta no tener pelos en la lengua y leer un texto que te dan justo antes de empezar... bueno, y saber pedir perdón cuando metes la gamba más de lo permitido... y tener más pluma que un pavo real... y acostumbrarse a que hasta el gato hable mal de ti...