Ah, eso explica los comentarios ácidos y las respuestas hirientes que oímos al pasar* durante la visita al jardín botánico. ¡No se puede fiar uno ni de los espárragos! ¿Pues no va y me dice "que ella no es borde, sólo es sincera"?
SENTIDO E INSENSIBILIDAD
En mi primer año de carrera muchas cosas cambiaron: salía con mis amigos los fines de semana a contarnos nuestra vida, me pasaba el día entero (a veces) en la universidad para asistir a todas las clases, mis padres me regalaron un teléfono móvil** para asegurarse de que estaba localizado en cualquier momento, pero el mayor cambio que experimenté era el cambio de los tonteos a cosas más serias que la gente de mi edad empezaba a tener dada la nueva situación a la que nos enfrentábamos... y los que se fueron a estudiar fuera ni te cuento.
Efectivamente, algunos de mis amigos de aquella época tuvieron la suerte de empezar la carrera fuera de Almería, así que la consecuencia directa de ir saltando de flor en flor constamente era que en algún momento se encariñasen de alguien, concretamente una de ellas que, irónicamente, siempre iba de liberal y sin ataduras. Pues bien, cuando nos contó la feliz noticia nos alegramos por ella y por lo contenta que se la veía, pero ya lo diría años más adelante Nelly Furtado en una canción y "todo lo bueno se acaba", así que a los pocos meses empezaron a venir las discusiones tontas, los enfados innecesarios y, cómo no, el calentamiento global de cabezas de amigos durante lo que se suponía que eran cafés para charlar de cosas irrelevantes***, y aquí es donde realmente empieza la anécdota que quería contar desde el principio.
Estando en un pub del centro en plena feria de Almería (del mediodía), en esos momentos en los que la gente se va yendo poco a poco y al final se quedan sólo unos cuantos seleccionados, resulta que nos encontramos tomando copas la susodicha, con su grupo de amigas surtidas, y yo como muestra de la diversidad de géneros, momento en el que la hora, el cansancio del día y las copas propiamente dichas se confabulan para que ella saque el sufrido tema [4] de "qué hago con mi novio". Tras explicarnos, por enésima vez, que él no la comprende, que no hace lo que a ella le gustaría que hiciera, que todavía no le ha dicho (él a ella) lo que espera de esa relación y que no soporta que sea tan despegado, se me ocurre[5] comentar que si quiere que esa situación cambie lo ideal sería que le explicase eso mismo que nos acaba de decir a nosotros, que los tíos no somos telépatas y que estaría bien algo de comunicación por ambas partes para que cada uno corrija sus errores. No obstante, eso que a mí me parecía tan razonable era algo completamente inaceptable para una de sus amigas, que me hizo un gesto despreciativo a la voz de "A éste ni caso, que no tiene ni idea. Tú sigue como vas y que sea él el que se espabile". Yo añadí que me seguía pareciendo buena idea lo de que hablasen del tema, principalmente porque a mí me habría encantado que me ayudasen a hacer las cosas bien con las novias que tuve, pero la esparraguera no estaba dispuesta a dejar que mi amiga me diera la razón, así que se reafirmó en su postura declarando que "los tíos aprenden a palos, y si no puerta". Viendo lo razonable que estaba siendo, hice un último intento de poner algo de sentido común en la conversación señalando algo que yo consideraba bastante obvio: "Oye, que de aquí soy el único que sabe cómo piensa un tío, más que nada porque las demás sois mujeres". Cuando su respuesta fue "¿de qué vas? Los tíos no piensan" dejé el tema por perdido y me desentendí hasta el día de hoy. Ni que decir tiene que ya no son novios ni amigas, pero eso a mí ya no me incumbe.
Moraleja:
Si el guionista de la película te dice que el argumento es simple y lineal, no te obceques en convertirlo en una película de suspense con trama enrevesada, porque no funcionará.
*La barca.
**Concretamente el de mi madre, lo cual implicaba dos cosas: una, que era un ladrillazo con antena perfora-testículos; y dos, que era fucsia y me obligaba a contar esta historia más de una vez.
***Pensándolo bien, el tema no podía ser más irrelevante para nosotros, la verdad, pero en aquel momento ni lo pensé.
[4] Previa mención, por supuesto, a "sois unos tíos de XXXX madre", "cuánto os quiero" y "nos quedamos los mejores".
[5] Error por dos razones: por intentar pensar con alcohol de por medio y por opinar cuando ella lo pedía.
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