jueves, septiembre 08, 2011

To-Do List

Ojalá pudiera yo decir eso, pero estos días están siendo infernales (como ya dije antes). El problema de todo eso es que a mí me da la ansiedad, me altera el sueño, me anula el descanso, me cambia los horarios de las comidas, me trastorna el humor, me aletarga el sentido temporal y me produce esa sensación horrenda de nervios incontrolados incluso cuando se supone que estoy tranquilo.
¿Cuándo acabará esto?

ESTUDIAR... O NO

Ayer me propuse tomarme el día tranquilo para quitarme el malestar general que me está produciendo la última asignatura de la carrera, no sólo por lo horrendo de tener que estudiarla todo el día, sino porque he visto en uno de mis mejores amigos los posibles resultados negativos y me he dado cuenta* de que no me gustaría nada tener que pasar por lo mismo otra vez, incluso aunque fuera hasta diciembre. Pues bien, gracias a mi pereza extrema hereditaria, tenía una infinidad de opciones de ocio con el fin de que mi mente se relajase y se olvidase de las presiones aunque sólo fuera por un día, la pena es que yo no contaba con que mi subconsciente iba a hacer de las suyas.

Lo primero que se me ocurrió es ir a ver la tele, que todavía echaban las series que me gustan en plan maratón y podría desconectar un par de horas o tres. Me alegró ver que había programados dos capítulos de "Bones", otros dos de "Entre Fantasmas" y cuatro o cinco de "Big Bang Theory", porque sólo con eso ya estaría entretenido toda la tarde, pero cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que ¡me estaba aburriendo! ¡No hacía nada más que pensar que tendría que estar haciendo algo más útil! Aún así me obligué a ver al menos dos capítulos con tal de no pensar en nada, pero fue en vano. No sirve de nada obligarte a relajarte, por definición propia.

Tras mi primer fracaso, se me ocurrió que podría llamar a alguno de mis amigos para hablar un rato y así contarnos qué tal nos va, que un poco de conversación trivial siempre viene bien para soltar tensión. La conversación comenzó como siempre y de manera natural, al menos así fue hasta que yo sentí la carcoma interior debatiéndose por tomar el control de mi boca y cambiar el tema a "¡qué ganas tengo de quitarme el examen de encima!", cosa que así ocurrió a pesar de todo lo que me resistí. Esa sensación de que en realidad no estás oyendo lo que está diciendo la otra persona sino que estás pensando en lo que quieres decir nada más termine de hablar no me gusta en absoluto, más que nada porque convierte las conversaciones en monólogos, pero no pude hacer nada por evitarlo: acabamos hablando de mi examen y de lo estresado que estaba, así que no sirvió de nada la llamada.

Como último recurso intenté leer cómics en el ordenador**, que hacía ya tiempo que no me compraba ninguno y estaba perdiendo el hábito de hacer como que leo por gusto, así que hice caso a Alfre y busqué una serie que él estaba siguiendo desde hacía un tiempo. Bueno, tengo que admitir que me sirvió para no estar pensando en nada más que en el argumento de la serie, que me pareció muy buena, incluso me reí en algunos momentos por las bestialidades que le ocurrían al protagonista y realmente me sentía invitado a seguir leyendo más mientras cenaba, lo cual parecía indicar que había conseguido descansar la mente por fin... o al menos eso pensaba hasta que, cuando terminé de leer, me dí cuenta de que estaba con los pies apoyados de puntillas sobre el suelo, la espalda completamente curvada hacia adelante con los hombros encogidos, las manos como si fueran garras en tensión sobre el teclado y las piernas moviéndose nerviosamente sin que yo lo controlase. Total: no sirvió de nada tampoco, así que intenté descansar algo por la noche.

A la mañana siguiente estaba igual de cansado que siempre a pesar de no haber hecho nada el día anterior, con la diferencia de un sentimiento horrible de culpa que me corroía por dentro por haber perdido un día para nada. Vamos, que si al menos me hubiera cambiado algo la moral ya hubiera sido algo pero es que ni eso. Menos mal que sólo quedan 9 días.

*Una cosa es saber algo y otra muy distinta es SABERLO.
**Sí, el mismo que utilizo para estudiar, lo cual ya era preludio del desastre.

1 comentario:

Xarly dijo...

Vamos que ni p**o caso me hiciste por teléfono... fantástico!!! ¡QUÉ ATAQUE MÁS GRATUITA! ¡Qué pasa! ¿Te faltó oxígeno al nacer? XD XD A tí te da por acabar en pose del jovencito frankenstein y a mí por ya sabes tú qué durante dos meses...