sábado, abril 03, 2010

El cerebro del grupo

No me mires así, Abú, que sólo llevas cargado un 12% de la peli y falta todavía un montón.
Sin embargo, a pesar de lo lenta que va mi conexión últimamente, me dio tiempo a ver esta escena:

-Te meterás en buen lío si te pillan, Aladdín.
-¿Pillarme? No es tan fácil pillarme.
-¡Te pillé!
-Vaya, me pilló.

Lo curioso es que me ha hecho más gracia ahora que soy adulto que cuando era un niño.

VALS DEL SÁBADO


Érase una vez un sábado anodino,
de ésos que hacen que la gente
apague las neuronas y se dé al vino.

Érase una vez una calle cortada,
tan cortada como la leche le ponen
a Alejandro cuando pide una manchada.

Érase una vez un paseo sin destino,
como aquellos que se dan de niño
en los que sólo tú decides tu camino.

Érase una vez una puerta cerrada,
tal y como la dejaron los obreros
antes de irse en desbandada.

Érase una vez un sobre extrafino,
que se supone que encontraría en la mesa
aunque lo buscara sin mucho atino.

Érase una vez una idea aplazada,
ahora considerada como factible
dado que mi mente ya no está aletargada.

Érase una vez un refugio sibilino,
aquél que visito cada jueves
justo antes de mi trabajo vespertino.

Érase una vez una cafetería afortunada,
lugar donde escribí ocho tercetos
pero cuatro de ellos no riman con nada.

(Hasta el WoW aburre, hijos míos).

1 comentario:

M3F1ST0 dijo...

Wonderfull