jueves, agosto 27, 2009
Sopa de letras
Pues sí, incluso los juegos de última generación (de cuando dejaron de fabricarse quiero decir) cometen errores como se puede ver en la pantalla. Esto sería lo que se llama técnicamente "quedarse plantado al pie de la letra", concretamente de la letra B, pero es que no todos los juegos son perfectos (sobre todo si me gustan a mí) así que no se puede evitar que tengan sus cosas, cosas de las que Steve Urkel sería el mejor ejemplo de orden y seriedad pero en vez de sabelotodo excéntrico con gafas algo más del estilo a un gigante de un solo ojo... y como eso último ha sonado tremendamente mal vamos con el título de la serie antes de que malpenséis:
COSAS DE TITANES
Tras haber atravesado Grecia, Egipto y China desmembrando sin ningún pudor a todos los habitantes no-humanos de dichas zonas sin nimios incidentes (pero sí otros muchos que no eran tan nimios), nuestros héroes llegan a la asediada ciudad de Rodas para enfrentarse a los terribles enemigos que Hades, el Señor de los Infiernos, ha enviado para eliminar a la raza humana. La primera impresión que tuvieron nuestros héroes al llegar a la ciudad era que deberían escuchar a los aldeanos que les piden ayuda hasta que terminasen de hablar y no a medias, sobre todo para evitar cosas del estilo a:
-Los espectros de mis antepasados están encerrados en esa cueva y...
-Ya han sido hostiafinados hasta la muerte (del verbo hostiafinar).
-¡Pero si yo quería que les llevaseis esta reliquia para que descansasen en paz!
-¿Pero nos darás la experiencia y la recompensa igualmente, no?
Lo segundo que decidieron hacer nuestros héroes fue revisar su equipo para ver si estaban preparados para tal batalla así que consultaron a los comerciantes de la zona. Como en todas las zonas geográficas del mundo, todo tiene un nombre diferente, pero estaba claro que los rodaos, cantasen o no, tenían un sentido del humor un tanto peculiar a la hora de darle nombre a los objetos mágicos. Llamar a un hacha más grande que tú mismo "divisor" me parece como poco un eufemismo (más que nada porque más que dividir multiplica), pero lo peor fue cuando la guerrera del grupo decidió cambiar de arma: le preguntó al herrero si esa cachiporra sería lo suficientemente buena para ella y éste le respondió conteniéndose la risa que quedaría completamente satisfecha con ella, ella añadió que necesitaba que golpease con mucha fuerza porque si no no podría aprovechar todo su potencial y entrenamiento y el herrero cayó al suelo muerto de la risa mientras la otra observaba la manufactura de su nueva arma. Era un arma muy buena y seguro que hubiera sorprendido enormemente a los enemigos si la blandiera pero al final decidió no llevarse la "machacadora viril de la dotación", y no tuvo nada que ver con que hubiera que ingresar al herrero en la UCI por desencajarse la mandíbula de la risa, no.
Una vez soluciado el tema del equipo, nuestros héroes se dirigieron al centro turístico de Rodas para pedir un mapa y así guiarse por el terreno sin acabar en la puerta de un McDonald's cada dos por tres:
-Muy bien, si seguís por estos campos llegaréis a la costa...Y siguiendo por ahí llegaréis al campo de batalla...Y pasando eso llegaréis a las tierras de nadie... Y después llegaréis a las tierras de los demonios.
-Ajá, vale, ¿y qué clase de siniestro ritual hay que seguir para entrar en El Hades?
-¿¡Cómo sabes que se puede llegar al Hades desde aquí!?
-Bueno, es que el 75% del mapa que nos has dado es un plano perfecto del mismo, hasta sale dónde están el trono de Hades y los barracones de sus comandantes.
-Sí, ejem, es que a la jefa le pareció correcto anunciarlo también.
-Entonces, ¿qué hay que hacer para entrar? ¿Sacrificar a un ser querido? ¿Desangrarse hasta la muerte? ¿Arrancarse un miembro a mordiscos? (Por favor, que no diga lo del miembro).
-Pues mira, cuando llegues a las tierras de los demonios verás unas escaleras...
-Sí, ¿y qué hago entonces para entrar?
-...Pues las bajas y ya está.
...Y tras una tremendísima y chocante decepción nuestros héroes se preparan conciendudamente y parten en dirección al Hades para partirle a Hades algo más que la pana, temiendo sus terribles hordas de demonios que saldrán a detenerlos en cómodos cachitos del tamaño de un cubito de Startitanlux, el condimento que lo mismo te pinta la comida que le da sabor a la pared.
Mientras tanto, en el palacio de Hades:
-Señor, los humanos han movilizado a sus héroes. ¿Qué ejército enviamos?
-Juajajajaaaaa... No pienso tener ninguna piedad con ellos, les mandaré el ejército que suelo dejar para ocasiones especiales.
-...Em... señor, ese ejército lo arrasaron ya cuando lo de Grecia.
-Bueno, pues saca a las hordas de aniquilación, seguro que acaban con ellos en nada.
-...Bueno, ya fueron aniquiladas durante la misión de Egipto.
-¡Bien, pues envíales a los degolladores! ¡Seguro que no fallarán!
-...De hecho, señor, sí que fallaron en China. La mayoría están ahora en órbita por los mazazos de la humana.
-Vale... vale, pues mándales lo más terrorífico que nos quede.
-¿Se refiere a nuestros ejército de cangrejos, los hombres-rana, unas sátiras que gritan como gaviotas y unos humanoides rosas que huyen como si fueran maris?
-...[Se tapa la cara con la mano] ¿Y quién lo va a dirigir? ¿Quién queda disponible? ¡Tiene que tener un nombre aterrador!
-...Sólo nos queda al general Macaria, señor, el que se cambió el nombre... ¿Señor? ¿Qué piensa hacer con ese revólver? ¡Que aún le queda mucha eternidad que malvivir!
jueves, agosto 20, 2009
Fundidor facial
Estamos llegando a un punto en el que la belleza puede llegar a ganarse desde cero. ¿Que tienes una cara que hace que un cuadro de Picasso tenga sentido a tu lado? ¿Que si Rossi de Palma anunciaba grifos con su nariz tú deberías anunciar casas colgantes? No pasa nada, con este mecanismo harás que la gente deje de guiñarte los dos ojos a la vez cuando te ve y pase a guiñarte sólo uno en sólo dos cómodos pasos: Meta su cara en el aparato y cuando esté completamente fundida dele la forma que desee. ¡Cómo avanza la tecnología!
CALORES
Este mes todo me da calor: el sol me da calor, el viento me da calor, dormir me da calor, estar en casa me da calor, la sombra me da calor, la televisión me da calor, pero sobre todo la gente me da calor. Últimamente sólo veo gente por la calle vestida como si viniera de echar la siesta, con sus camisitas de tirantas que marcan hasta el redondel de los pezones, sus pantalones cortísimos que son más cortos que el cinturón que los corona y unas sandalias de tirilla del grosor de una hoja de papel cebolla... y las chicas llevan incluso menos ropa. Cada vez que veo eso no puedo evitar sentir calor, será el verano (azul).
La televisión, aunque esté en segundo puesto, también me da calor y no porque la programación esté subida de tono. El otro día vi un anuncio en el que dos chicas se proponían ir al servicio a hacer aguas mayores como el que le ofrece un 3x2 en yogures a la vecina de la esquina. Ante esto hay que dejar dos cosas claras: la primera es que el que mejor caga de España es José Coronado porque lleva años anunciándolo con los yogures, y la segunda es que si estamos llegando al punto de tener que pensar en ello hasta viendo la televisión es que o tenemos la cabeza llena de mierda o "no hemos encontrado la hormona de nuestro zapato", como dijo Sofía Matagatos.
Dormir es otra de mis dolencias referentes al exceso de temperatura ambiental, y al que se esté planteando lo refinado que me está quedado este párrafo que sepa que es para compensar lo del anterior. Por las mañanas me levanto y voy corriendo desde mi cama para poder ver a esa hija de mi vida que vende chumbos a voces por mi ventana(a ver si se ahoga) ...pero como mi cama por las mañanas parece un pan de calatrava de lo húmeda que está pues me cuesta despegarme las sábanas como el que le quita el papel a la magdalena y acabo con más marcas en cuerpo que el protagonista de Prison Break. Eso es arte... el arte de caer inconsciente en vez de dormir.
Ay, cómo han cambiado los tiempos. Ahora para las calenturas hay unos parches que te hidratan la cara y te desinfectan la herida para que se te pase pronto, cuando yo era pequeño lo único que quitaba las calenturas era una ducha de agua fría.
viernes, agosto 07, 2009
Aclaración
"HAY CECINA DE LEON (No del animal)". Pues está bien que lo hayan especificado, con la enorme cantidad de leones que hay en Asturias seguro que tienen que hacer hasta cojines con ellos para evitar la superpoblación.
¡DIABLOS!
Recientemente cambié de operador de internet y por culpa de los trámites he estado dos días sin conexión. Aunque hubo siete mil inconvenientes que casi me hunden moralmente, están todos superados y ahora no vienen al caso así que vamos a hablar de lo que he hecho mientras no podía comunicarme por el mundo (al menos, no podía tan frecuentemente como antes).
Tenía que pasar el tiempo rápido así que me busqué entretenimientos para ello, por ejemplo: "Ah, pues voy a jugar al Ragnarok Online" ...pero, como su apellido indica, no me era posible por el momento, así que tomé una segunda opción: "Ah, pues voy a actualizar mis juegos flash online" ...pero, como esta opción era pariente cercana de la anterior, no pude llevarla a cabo tampoco, así que tomé una tercera opción: "Ah, pues voy a escribir lo que me ha ocurrido en mi blog (online)" ...pero esta opción, aunque no era familiar directa de las anteriores, sí que había sido amiga de la familia mucho tiempo y no se pudo realizar tampoco, así que tomé la opción de emergencia: "Ah, pues voy a jugar a esos juegos que me compré en el año de la pera cuando todavía estaba en flor y así me entretengo... indefinidamente". Y así fue cómo acabé jugando al Diablo II.
Hacía ya tiempo que no veía la interfaz y fue como volver a la edad de piedra pero me hice con el control rápidamente, sin embargo, en todo un juego con azar en los tesoros, azar en los mapas, azar en los encuentros, azar en las recompensas, azar en los peligros y azar en los naranjos, lo que más me sigue sorprendiendo son los nombres de los enemigos. Al parecer, Blizzard utilizó para nombrar a sus enemigos más poderosos el mismo sistema que utiliza Antena 3 para poner nombre a las películas de la sobremesa, o sea, hacer una lista de seis y elegir dos al azar. Por eso podemos ver en la programación cosas como "Trabajo de pasión", "Amor letal", "Asesino fatal", "Trabajo fatal", Amor de pasión", "Asesino letal" ...siendo los tres últimos títulos un ejemplo maravilloso de la imaginación que se requiere para traducir una de esas películas.
Pues bien, El sistema de nombrado de enemigos funciona exactamente igual, cogiendo de una lista partes de nombres al azar a fin de hacer los demonios más terroríficos, entre los cuales se pueden ver nombres de animales, partes del cuerpo, colores, oficios e incluso estados que puede sufrir una persona, resultando ello en ciertas combinaciones curiosas. He aquí las que más me han impresionado:
-Víbora de la muerte. Tropa estándar en cualquier ejército del terror que se precie, tienen un buen sindicato y sus tarifas son decentes. Muy útiles para genocidios ocasionales e invasiones de fin de semana.
-Babas de la peste, el incrédulo infernal. Éste debió caerle MUY mal al Señor del Terror para recibir semejante título, está claro que no se puede ser el amo de los infiernos sin fardar sobre tamaños.
-Viuda negro. Éste... ésta... esto cuando lo vi tenía forma de lancera con armadura de hueso. Viendo su apodo decidí que lo mejor era eliminarlo sin investigar su arma demasiado (cerca).
-Mano de la estrella, el impuro. Bueno, la familia "de la estrella" es de las más conocidas en los infiernos ya que todos los demonios se han emparentado con ella de alguna forma (y no siempre involutariamente). Es por eso que podemos encontrar nombres como "Ojo de la estrella", Dedo de la estrella", "Torso de la estrella", "Pie de la estrella" y cosas así, pero como esa familia siga creciendo los nombres pueden acabar siendo "Ortodoncia de la estrella, el horror infinito IV" a falta de más partes del cuerpo seleccionables.
-Segador de la carroña, el muerto. De éste sólo puedo decir que el Señor del Terror no tenía puestas muchas esperanzas sobre él. El pobre estuvo yendo a terapia mucho tiempo pero parece que no logró superar lo del hachazo en mitad de la frente.
Y para el final me reservo mi favorito:
-Cuerno espinoso de la lujuria, el pecaminoso. Y no tengo nada más que añadir, éste se explica sólo. Me imagino que el resto sus compañeros de cuarto no lo echaron de menos cuando me tocó enfrentarme a él (y gané).
Menos mal que hoy mismo ya he recuperado internet y puedo dedicarme a cosas mejores... pero ¿no dice la gente que "más vale malo conocido"?
domingo, agosto 02, 2009
Poker Face
Todos mentimos, incluso cuando no queremos, incluso cuando decimos la verdad, incluso cuando no decimos nada. Hasta esa gente que no parece inmutarse por nada se está engañando a sí misma, porque todo el mundo tiene impresiones y la ausencia de ellas es una impresión en sí. Por eso Lady Gaga lo canta en su Poker Face, y por eso parece que esa canción me persigue vaya donde vaya (incluso hasta en el Ragnarok Online).
CALOR
Justo cuando parecía que el calor del verano empezaba a calmarse un poco, ha llegado agosto y nos ha recordado que a partir de 35º empezamos a sudar con sólo pensar en movernos. El sol calienta la Tierra con sus rayos cayendo perpendicularmente (o al menos más perpendiculares que durante el resto del año) y a nosotros nos refríen en el proceso como si fuéramos ajetes tiernos de una tortilla potencial. Incluso el viento que tenía estipulado en su contrato que debía refrescar el ambiente al pasar parece que no ha podido hacer bien su trabajo, sobre todo porque hoy me lo he encontrado por sorpresa y ha sido tan refrescante como si una vaca me hubiera lamido la cara. Está claro que en verano no se puede trabajar.
Hoy se veían en lontananza unos churrascos con intención de pasar a ver si remojaban un poco pero les ha dado vergüenza y han decidido quedarse sofriéndose vuelta y vuelta en Sierra Nevada, que dadas las temperaturas ahora debe ser más bien Sierra Evaporada. De todas formas, aunque hubiera llovido, sólo habría caído barro porque el viento de por aquí siempre levanta la tierra del suelo y el fuego del verano la sobrecalienta para que se reseque más cuando cae el agua de la lluvia, pero no hay mal que por bien no venga porque si al viento que levanta la tierra calentada a fuego mientras cae el agua le añadimos un poco de corazón ya podremos invocar al Capitán Planeta (y le ponemos una ramita de orégano para que quede rico rico y con fundamento).
Por la noche, por suerte, suele aflojar la cosa y podemos abrir las ventanas para liberar el calor que teníamos encarcelado en nuestras casas e intentamos dormir, cosa que tiene la facilidad de enebrar una aguja: todo el mundo puede intentarlo pero casi nadie lo consigue a la primera, por lo que lo intentan más veces con menor concentración y puntería y acaban por enfadarse si al final no lo consiguen. Sin embargo, al igual que un feligrés de las máquinas tragaperras con su sueldo recién cobrado, todos los días lo intentamos con renovadas esperanzas de conseguir nuestra recompensa con poco esfuerzo, y el método viene a ser el más viejo, famoso y efectivo que ha conocido la humanidad: el prueba-y-error.
Siempre nos tumbamos en la cama boca arriba y cerramos los ojos, craso error porque sabemos mejor que nadie que no podemos dormir en esa postura, así que nos damos la vuelta hacia uno de los lados, normalmente el que no da a la pared, pero eso también es un craso error porque el estar apoyados sobre el brazo nos acaba por molestar y no conseguimos conciliar el sueño, así que nos tumbamos boca abajo, que también es un craso error porque la almohada nos molesta para apoyar el cuello y acabamos tumbados boca arriba otra vez. Una vez hemos repetido este proceso tantas veces que somos una croqueta de sábanas es cuando estamos tan cansados que caemos inconscientes hasta la mañana siguiente... en la que te despierta el matrimonio que vende chumbos a voces.
CALOR
Justo cuando parecía que el calor del verano empezaba a calmarse un poco, ha llegado agosto y nos ha recordado que a partir de 35º empezamos a sudar con sólo pensar en movernos. El sol calienta la Tierra con sus rayos cayendo perpendicularmente (o al menos más perpendiculares que durante el resto del año) y a nosotros nos refríen en el proceso como si fuéramos ajetes tiernos de una tortilla potencial. Incluso el viento que tenía estipulado en su contrato que debía refrescar el ambiente al pasar parece que no ha podido hacer bien su trabajo, sobre todo porque hoy me lo he encontrado por sorpresa y ha sido tan refrescante como si una vaca me hubiera lamido la cara. Está claro que en verano no se puede trabajar.
Hoy se veían en lontananza unos churrascos con intención de pasar a ver si remojaban un poco pero les ha dado vergüenza y han decidido quedarse sofriéndose vuelta y vuelta en Sierra Nevada, que dadas las temperaturas ahora debe ser más bien Sierra Evaporada. De todas formas, aunque hubiera llovido, sólo habría caído barro porque el viento de por aquí siempre levanta la tierra del suelo y el fuego del verano la sobrecalienta para que se reseque más cuando cae el agua de la lluvia, pero no hay mal que por bien no venga porque si al viento que levanta la tierra calentada a fuego mientras cae el agua le añadimos un poco de corazón ya podremos invocar al Capitán Planeta (y le ponemos una ramita de orégano para que quede rico rico y con fundamento).
Por la noche, por suerte, suele aflojar la cosa y podemos abrir las ventanas para liberar el calor que teníamos encarcelado en nuestras casas e intentamos dormir, cosa que tiene la facilidad de enebrar una aguja: todo el mundo puede intentarlo pero casi nadie lo consigue a la primera, por lo que lo intentan más veces con menor concentración y puntería y acaban por enfadarse si al final no lo consiguen. Sin embargo, al igual que un feligrés de las máquinas tragaperras con su sueldo recién cobrado, todos los días lo intentamos con renovadas esperanzas de conseguir nuestra recompensa con poco esfuerzo, y el método viene a ser el más viejo, famoso y efectivo que ha conocido la humanidad: el prueba-y-error.
Siempre nos tumbamos en la cama boca arriba y cerramos los ojos, craso error porque sabemos mejor que nadie que no podemos dormir en esa postura, así que nos damos la vuelta hacia uno de los lados, normalmente el que no da a la pared, pero eso también es un craso error porque el estar apoyados sobre el brazo nos acaba por molestar y no conseguimos conciliar el sueño, así que nos tumbamos boca abajo, que también es un craso error porque la almohada nos molesta para apoyar el cuello y acabamos tumbados boca arriba otra vez. Una vez hemos repetido este proceso tantas veces que somos una croqueta de sábanas es cuando estamos tan cansados que caemos inconscientes hasta la mañana siguiente... en la que te despierta el matrimonio que vende chumbos a voces.
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