martes, junio 14, 2011
Desfile Pokémon
-¡Tus accesorios son una auténtica maravilla! ¡La simplicidad es lo mejor!
-Veo que tú también entiendes.
...Esta serie nunca dejará de sorprenderme.
PREVERANO
Empieza el verano y ya tenemos otra vez los malditos calores del infierno encima, ya volvemos a sudar como esponjas estrujadas en la ducha y tenemos que hidratarnos cada dos por tres para no marearnos, pero nada de eso importa porque siempre podemos caer en la inexorable insolación cuando menos lo esperemos a pesar de llevar puesta la protección solar factor 150 "Búnker" ...y una gorra. No obstante, yo no me resigno a tentar al melanoma e intento andar por la sombra para no sufrir los efectos del calor cual bombón helado*, que por cierto están tomando una curiosa maniobra publicitaria este año: en vez de sacar algo nuevo como otros años, saquemos los helados que inventamos hace 20 años y así apelamos a 1) El recuerdo de los que ya son mayores y los conocen, y 2) La ignorancia de los que todavía son pequeños y no los conocen. De esta forma se cierra el ciclo natural de la publicidad comercial pretendiendo innovar con cosas que ya estaban consideradas desfasadas, pero no importa porque nuestros mayores, sea el producto que sea, seguirán diciendo que "ya no los hacen como antes".
A falta de dos meses** para terminar la segunda temporada de este blog, se me ocurrió ampliar horizontes y probar cosas nuevas nada más terminar los exámenes de junio para así continuar con la adrenalina resultante... y antes de que alguno haga algún chiste de homosexuales o drogas diré que me refería a buscar trabajo de algo que no fuera ser profesor, aunque mi experiencia personal en ese campo no hace más que recordarme que, digan lo que digan mis jefes, yo he hecho infinidad de cosas que no han tenido nada que ver con la enseñanza mientras estaba en nómina***, pero imprescindibles a su vez si quería cobrar a final de mes, claro. No hay más que recordar el día que tuve que evitar que una madre asesinase al hijo de otra por una disputa[4] entre los niños y me llevé yo las voces y aspavientos de la susodicha, que ya me dirás tú qué necesidad tengo yo una tarde de exámenes de pasar por eso; también podemos recordar el día en que uno de los niños que no son de mi clase, a pesar de decirles que no vayan corriendo por los pasillos porque pueden resbalar y liarla parda, va como un fórmula 1 por el pasillo que acaba en mi aula con la intención de hacer un derrape a la izquierda[5] y seguir corriendo por el mismo en dirección al patio, cosa que termina con el niño conduciendo sin carnet y frenando con las manos en el cristal de la puerta. Siguiendo las leyes físicas elementales de la inercia y la aplicación de fuerzas[6], se puede deducir fácilmente que el cristal se rompió y el niño se hizo mistos las manos y los brazos[7] sin que hubiera nada más que lamentar que la factura del cristalero... y la sangre que había en el suelo, claro, pero creo que entre mis funciones no entraba limpiar los estropicios ajenos, CREO.
Llegados a este punto, alguno/a (odio las @) no podrá evitar decir "¡Eso no es nada comparado con [introduzca cualquier situación anecdótica que no se ha dado más que en una ocasión pero que te asegurarán hasta la muerte que eso es lo más normal del mundo a fin de poder decir que me quejo de vicio]!", y yo responderé que sí, que tiene razón, que tengo la fabulosa suerte de ser una persona que tiene una vida normal y que mis problemas son nimios en comparación con esa vida tan dura y llena auténticos problemas que me están presentando a plazos esos correctores de la moral humana cada vez que abro la boca; que me quejo sólo por la satisfacción que da el sentirse comprendido y aceptado a pesar de que no tengo nada que atormente por las noches o periódicamente a final de mes porque tengo un par de amigos que saben que es lo que necesito aún cuando no les apetezca de verdad escucharlo o decirlo y que espero que sepan que es recíproco; que lo cuento como anécdota preventiva por si a alguien le ha pasado ya o le puede pasar para que esté mejor prevenido en lugar de decir "ya lo sabía" o "ya te lo dije", como hace la mayoría de esa gente de la que estoy hablando, porque lo único que buscan es tener razón a cualquier precio y no ofrecer consejos; y por último diré que sí, que me falta mucho por aprender, y lo admito porque considero que el hombre sabio no mira el camino recorrido sino el que le queda por recorrer... y a mí me queda un buen trecho todavía pero tengo la suerte de no tener que hacer el camino solo. He dicho.
*Y digo del calor porque del sol no es posible ya: he alcanzado un grado de blancura tal que el espectro luminoso se refleja en mi piel en lugar de ser absorbido por ella.
**Por la cuenta que me trae, que me la juego si no.
***Que no es lo mismo que feliz de trabajar, no.
[4] Una entra en la clase y le tira el borrador a la cabeza al otro, este último quiere vengarse, y cuando llega le suelta un manotazo a la primera. Resultado: la niña llora y el niño es un ogro, pero yo opino que la madre tiene a la fuerza que comerciar con su cuerpo porque esa niña es una hijapXXX.
[5] A ras.
[6] Y el sentido común, que es el menos común de los sentidos.
[7] Recientemente le tuve que explicar a alguien lo que significa esta expresión, pero lo curioso es que no tiene nada que ver con los sandwiches.
miércoles, junio 01, 2011
Recontramember
Y por fin ya la tercera y última parte del juego. Es que después de conocer todo lo relacionado con el verdadero protagonista de la historia, el malo secuestrador de novias, ¿cómo podríamos pasar por alto un personaje secundario tan carismático como es el héroe rubiales en taparrabos?
WONDER BOYS SIN BRA, 3ª PARTE
Pues sí, el héroe de la historia se pasa todo el juego con un par de hojas que le tapan las partes pudendas y un coletero que le sujeta un coco en la parte de arriba de su frondosa mata de pelo. Por si fuera poco, además va descalzo por esos suelos sin asfaltar o completamente cubiertos de hielo y no tiene ningún problema de ampollas ni juanetes* ni siquiera cuando tiene que pasar por encima de los trozos de estalactita rota que se encuentra, pero es que el chavalín no es un cualquiera y sabe utilizar perfectamente la tremendamente avanzada y tecnológica equipación que se va encontrando por el camino, es decir, un huevo. Sí, ya sé que suena extrañísimo, pero el protagonista consigue la totalidad de los objetos que utiliza para sobrevivir rompiendo un huevo de a saber qué animal, por lo que se puede decir que el protagonista tiene un huevo de cosas para defenderse... eso suponiendo que no vayas con la carrerilla del azogue cuando te encuentres el huevo y lo envíes de un chute digno de Cantoná al fondo del mar**, al fondo de un barranco o al fondo de la pantalla, que para el caso olvídate de lo que hubiera dentro igualmente. Ese maravilloso control de la inercia según le venga al juego bien es otro de los encantos de los juegos en épocas pretéritas, pero al menos nos dan la oportunidad de ver qué había dentro del Kinder Sorpresa.
El caso es que no siempre te encuentas armas, a veces hay objetos que te "ayudan", entre siete mil trescientos pares de comillas, a superar la pantalla de alguna forma dándote la falsa ilusión de que el objeto te salvará de reventar la pantalla del ordenador contra la pared. Falso todo, y si no seguid leyendo lo que os podéis encontrar:
-Un hacha construída a base de una piedra atada con esparto (de la isla del esparto) a un palo y que constituirá la totalidad de tu arsenal armamentístico... cuando la tengas, claro, porque al igual que en el Metal Gear Solid, el héroe empieza sin arma en este juego y la pierde cada vez que algo consigue con éxito alimentarse cde él. Un maravilloso ejemplo de cómo hasta los héroes más aguerridos pueden tenerle terror absoluto a un puto caracol.
-Un misterioso monopatín que al subirte en él te viste con coderas, rodilleras y casco, potenciando bastante tu velocidad y salto y permitiéndonte recibir un impacto sin morir a cambio de perderlo para siempre. Llegados a este punto todo el mundo estará pensando "Contre, entonces sí que tienes ayuda, no exageres", pero eso es porque no saben que el tremendamente utilísimo monopatín no te permite retroceder y ADEMÁS te obliga a avanzar incluso cuando tú le des para que el personaje vaya hacia atrás, lo cual es TREMENDAMENTE útil en pantallas de precipicios traicioneros y plataformas que avanzan, retroceden, suben, caen y estresan como la que se ve en la presentación de este post... pero como gracias a Cher NO HAY APENAS pantallas de ésas en este juego no hay que temer nada cuando uno se equipe con este maravilloso objeto que el juego pone para ayudarnos.
-Una hada vestida con un tutú blanco que te vuelve invulnerable ante todos los enemigos*** durante el tiempo que se tarda en cantar una estrofa del "No Cambié" de Tamara. Es el único objeto que ofrece alguna ayuda real al héroe en todo el juego, pero dura tan poco que es prácticamente demostrarte que el juego podría ser bueno contigo pero no le da la gana. Además, al igual que la estrella en el Mario Bros, el hada decidirá que ya no te protege más justo cuando el pixel más cercano del último enemigo entre en contacto contigo, por lo que te eliminarán y a tú empezarás a comprender por qué Link las encarcelaba en botellas para siempre.
-Frutas y verduras de varios tipos que te rellenan la barra de energía y te dan una miseria de puntos cuando las coges. Evidentemente, el rubiales va siempre con azogue y sin parar de moverse, así que su barra de energía va disminuyendo con el tiempo y hay que cebarlo constantemente para que no desfallezca. Es de esa generación de héroes que padecen una enfermedad degenerativa que les obliga a comer continuamente para mantenerse vivos[4] pero que el juego los condena a pasar hambre convirtiendo sus preciados alimentos en puntos nada más tocarlos, a cambio de permitirles vivir unos segundos más... para que te mate otra cosa.
-Una seta moteada de extraño aspecto que altera la forma de los objetos que te comes, dándole a la fruta una apariencia más apetecible de hamburguesas con queso, trozos de tarta, pastelillos de chocolate y copas de helado que te dan un montón de puntos más... pero que te siguen dando la misma miseria de energía cuando los coges. Esto me hace pensar que en realidad la seta sólo te HACE CREER que los alimentos son otra cosa pero que en realidad siguen siendo derivados de las huertas almerienses, lo que confirma que el consumo de estupefacientes puede cambiar alucinantemente tu percepción de las cosas pero que la realidad seguirá siendo la misma [5].
-Una garrafa de cinco litros de leche que te rellenará la barra de energía completamente... convirtiéndose así, por mucho, en el objeto más inútil de todo el juego con diferencia. Este es uno de esos objetos que cuado te salga en vez de algo más ú... bueno, mejor dicho, MENOS inútil llorarás y pedirás clemencia suplicando que los programadores sufran mucho por las noches cuando se vayan a dormir... pero la cogerás igualmente, que vale 100 puntos.
-Unas letras sin sentido que parecen formar, pero no es cierto, el nombre de la empresa que hizo el juego si vives lo suficiente como para no tener que continuar, momento en el que el mensaje deletreado vuelve a empezar desde el principio. Dan un montón de puntos y a veces una vida y dicen las leyendas que algunos programadores llegaron a cogerlas todas para poder leer la palabra oculta... pero es sólo una leyenda, claro.
-Un muñequito que parece una copia calcada del protagonista, pero con el aspecto de un niño recién nacido, que te otorga una vida extra inmediatamente. Son completamente aleatorios y aparecen donde peor podrían estar para desaparecer instantáneamente cuando te has jugado la vida para ir a por ellos, momento en el cual haces uso de uno de esos muñequitos sí o sí. Mi teoría es que no son muñequitos sino niños pequeños en un éxtasis que detiene o acelera el crecimiento a voluntad adiestrados para que si el actual protagonista muere éstos hereden la sagrada labor de seguir con su legado. Pues el tema de las herencias está fastidiado con Hacienda ya, pero heredar esto ya me parece de sádicos, qué quieres que te diga.
-Y, por último, un objeto personal de la chica del protagonista que obtendremos tras derrotar la cabeza del malo malísimo de esa zona y que variará dependiendo del fetichismo que predomine en él en ese momento en concreto. Entre los objetos personales de la chica encontramos: un collar, algo muy normal que llevar en una isla; un perfume en frasco de cristal, extraído de los mejores poblados indígenas; un zapato, imprescindible para moverse por la isla; un bolso super chic, para cuando se vaya de compras por el Alcueva; una diadema con una piedra preciosa, un accesorio tremendamente cómodo cuando uno se pasa la vida huyendo de la fauna de esas islas; y demás objetos íntimos que no enumeraré porque estamos en horario infantil. Estos objetos no dan ni las gracias al cogerlos, pero algo me dice que el pasar de ellos te acarrearía terribles consecuencias al pasarse el juego que todos lamentaríamos[6].
Y estas son todas las utilísimas ayudas que nos proporciona el juego cuando nos enfrentamos a arañas gigantes que levitan encima de hogueras, piedras rodantes que pasan corriendo bajo enjambres de avispas, nubes que se precipitan al océano justo cuando salta una horda de pulpos, estalactitas que caen cuando saltas precipicios, hogueras que te impiden saltar escalones o jefes finales que lanzan cuatro millones de bolas de fuego con trayectorias aleatorias, y si bien podrían parecer poco en comparación, ya lo decía un sabio con estas palabras:
"Una de las gracias de los juegos pioneros eran los ataques injustos"
-Bobobo.
* Ya cumplí en el artículo anterior mi cupo de chistes malos... de este tipo.
** Matarile -rile -rile.
*** Menos ante nuestro amigo el barranco.
[4] 13 manzanas, 12 racimos de plátanos, 4 tomates, 5 zanahorias y 3 melones en los dos minutos que dura la primera pantalla PODRÍA parecer excesivo, pero mis amigos ya me han visto cenando.
[5] Por ejemplo: tú puedes hacerte ilusiones creyendo que coger comida para tener la energía al máximo te servirá para sobrevivir en este juego, que luego te darás de morros con la realidad cuando te des cuenta de que todos los enemigos te matan de un golpe... pero mientras no lo sepas...
[6] No, el final malo del juego no, la IRA de una mujer.
WONDER BOYS SIN BRA, 3ª PARTE
Pues sí, el héroe de la historia se pasa todo el juego con un par de hojas que le tapan las partes pudendas y un coletero que le sujeta un coco en la parte de arriba de su frondosa mata de pelo. Por si fuera poco, además va descalzo por esos suelos sin asfaltar o completamente cubiertos de hielo y no tiene ningún problema de ampollas ni juanetes* ni siquiera cuando tiene que pasar por encima de los trozos de estalactita rota que se encuentra, pero es que el chavalín no es un cualquiera y sabe utilizar perfectamente la tremendamente avanzada y tecnológica equipación que se va encontrando por el camino, es decir, un huevo. Sí, ya sé que suena extrañísimo, pero el protagonista consigue la totalidad de los objetos que utiliza para sobrevivir rompiendo un huevo de a saber qué animal, por lo que se puede decir que el protagonista tiene un huevo de cosas para defenderse... eso suponiendo que no vayas con la carrerilla del azogue cuando te encuentres el huevo y lo envíes de un chute digno de Cantoná al fondo del mar**, al fondo de un barranco o al fondo de la pantalla, que para el caso olvídate de lo que hubiera dentro igualmente. Ese maravilloso control de la inercia según le venga al juego bien es otro de los encantos de los juegos en épocas pretéritas, pero al menos nos dan la oportunidad de ver qué había dentro del Kinder Sorpresa.
El caso es que no siempre te encuentas armas, a veces hay objetos que te "ayudan", entre siete mil trescientos pares de comillas, a superar la pantalla de alguna forma dándote la falsa ilusión de que el objeto te salvará de reventar la pantalla del ordenador contra la pared. Falso todo, y si no seguid leyendo lo que os podéis encontrar:
-Un hacha construída a base de una piedra atada con esparto (de la isla del esparto) a un palo y que constituirá la totalidad de tu arsenal armamentístico... cuando la tengas, claro, porque al igual que en el Metal Gear Solid, el héroe empieza sin arma en este juego y la pierde cada vez que algo consigue con éxito alimentarse cde él. Un maravilloso ejemplo de cómo hasta los héroes más aguerridos pueden tenerle terror absoluto a un puto caracol.
-Un misterioso monopatín que al subirte en él te viste con coderas, rodilleras y casco, potenciando bastante tu velocidad y salto y permitiéndonte recibir un impacto sin morir a cambio de perderlo para siempre. Llegados a este punto todo el mundo estará pensando "Contre, entonces sí que tienes ayuda, no exageres", pero eso es porque no saben que el tremendamente utilísimo monopatín no te permite retroceder y ADEMÁS te obliga a avanzar incluso cuando tú le des para que el personaje vaya hacia atrás, lo cual es TREMENDAMENTE útil en pantallas de precipicios traicioneros y plataformas que avanzan, retroceden, suben, caen y estresan como la que se ve en la presentación de este post... pero como gracias a Cher NO HAY APENAS pantallas de ésas en este juego no hay que temer nada cuando uno se equipe con este maravilloso objeto que el juego pone para ayudarnos.
-Una hada vestida con un tutú blanco que te vuelve invulnerable ante todos los enemigos*** durante el tiempo que se tarda en cantar una estrofa del "No Cambié" de Tamara. Es el único objeto que ofrece alguna ayuda real al héroe en todo el juego, pero dura tan poco que es prácticamente demostrarte que el juego podría ser bueno contigo pero no le da la gana. Además, al igual que la estrella en el Mario Bros, el hada decidirá que ya no te protege más justo cuando el pixel más cercano del último enemigo entre en contacto contigo, por lo que te eliminarán y a tú empezarás a comprender por qué Link las encarcelaba en botellas para siempre.
-Frutas y verduras de varios tipos que te rellenan la barra de energía y te dan una miseria de puntos cuando las coges. Evidentemente, el rubiales va siempre con azogue y sin parar de moverse, así que su barra de energía va disminuyendo con el tiempo y hay que cebarlo constantemente para que no desfallezca. Es de esa generación de héroes que padecen una enfermedad degenerativa que les obliga a comer continuamente para mantenerse vivos[4] pero que el juego los condena a pasar hambre convirtiendo sus preciados alimentos en puntos nada más tocarlos, a cambio de permitirles vivir unos segundos más... para que te mate otra cosa.
-Una seta moteada de extraño aspecto que altera la forma de los objetos que te comes, dándole a la fruta una apariencia más apetecible de hamburguesas con queso, trozos de tarta, pastelillos de chocolate y copas de helado que te dan un montón de puntos más... pero que te siguen dando la misma miseria de energía cuando los coges. Esto me hace pensar que en realidad la seta sólo te HACE CREER que los alimentos son otra cosa pero que en realidad siguen siendo derivados de las huertas almerienses, lo que confirma que el consumo de estupefacientes puede cambiar alucinantemente tu percepción de las cosas pero que la realidad seguirá siendo la misma [5].
-Una garrafa de cinco litros de leche que te rellenará la barra de energía completamente... convirtiéndose así, por mucho, en el objeto más inútil de todo el juego con diferencia. Este es uno de esos objetos que cuado te salga en vez de algo más ú... bueno, mejor dicho, MENOS inútil llorarás y pedirás clemencia suplicando que los programadores sufran mucho por las noches cuando se vayan a dormir... pero la cogerás igualmente, que vale 100 puntos.
-Unas letras sin sentido que parecen formar, pero no es cierto, el nombre de la empresa que hizo el juego si vives lo suficiente como para no tener que continuar, momento en el que el mensaje deletreado vuelve a empezar desde el principio. Dan un montón de puntos y a veces una vida y dicen las leyendas que algunos programadores llegaron a cogerlas todas para poder leer la palabra oculta... pero es sólo una leyenda, claro.
-Un muñequito que parece una copia calcada del protagonista, pero con el aspecto de un niño recién nacido, que te otorga una vida extra inmediatamente. Son completamente aleatorios y aparecen donde peor podrían estar para desaparecer instantáneamente cuando te has jugado la vida para ir a por ellos, momento en el cual haces uso de uno de esos muñequitos sí o sí. Mi teoría es que no son muñequitos sino niños pequeños en un éxtasis que detiene o acelera el crecimiento a voluntad adiestrados para que si el actual protagonista muere éstos hereden la sagrada labor de seguir con su legado. Pues el tema de las herencias está fastidiado con Hacienda ya, pero heredar esto ya me parece de sádicos, qué quieres que te diga.
-Y, por último, un objeto personal de la chica del protagonista que obtendremos tras derrotar la cabeza del malo malísimo de esa zona y que variará dependiendo del fetichismo que predomine en él en ese momento en concreto. Entre los objetos personales de la chica encontramos: un collar, algo muy normal que llevar en una isla; un perfume en frasco de cristal, extraído de los mejores poblados indígenas; un zapato, imprescindible para moverse por la isla; un bolso super chic, para cuando se vaya de compras por el Alcueva; una diadema con una piedra preciosa, un accesorio tremendamente cómodo cuando uno se pasa la vida huyendo de la fauna de esas islas; y demás objetos íntimos que no enumeraré porque estamos en horario infantil. Estos objetos no dan ni las gracias al cogerlos, pero algo me dice que el pasar de ellos te acarrearía terribles consecuencias al pasarse el juego que todos lamentaríamos[6].
Y estas son todas las utilísimas ayudas que nos proporciona el juego cuando nos enfrentamos a arañas gigantes que levitan encima de hogueras, piedras rodantes que pasan corriendo bajo enjambres de avispas, nubes que se precipitan al océano justo cuando salta una horda de pulpos, estalactitas que caen cuando saltas precipicios, hogueras que te impiden saltar escalones o jefes finales que lanzan cuatro millones de bolas de fuego con trayectorias aleatorias, y si bien podrían parecer poco en comparación, ya lo decía un sabio con estas palabras:
"Una de las gracias de los juegos pioneros eran los ataques injustos"
-Bobobo.
* Ya cumplí en el artículo anterior mi cupo de chistes malos... de este tipo.
** Matarile -rile -rile.
*** Menos ante nuestro amigo el barranco.
[4] 13 manzanas, 12 racimos de plátanos, 4 tomates, 5 zanahorias y 3 melones en los dos minutos que dura la primera pantalla PODRÍA parecer excesivo, pero mis amigos ya me han visto cenando.
[5] Por ejemplo: tú puedes hacerte ilusiones creyendo que coger comida para tener la energía al máximo te servirá para sobrevivir en este juego, que luego te darás de morros con la realidad cuando te des cuenta de que todos los enemigos te matan de un golpe... pero mientras no lo sepas...
[6] No, el final malo del juego no, la IRA de una mujer.
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