La segunda parte de la historia no es manca tampoco, que ahora que hemos dejado bien claro por dónde se mueve nuestro mini Tarzán sin lianas tenemos que ver a qué peligros se enfrenta (además de los anteriores, claro). En la foto se puede observar el tremendamente tecnológico inventario de armas del que disponemos para superar todos los peligros del juego.
STEVE WONDER BOY, 2ª PARTE
Visto el terrible némesis de nuestro héroe y los terroríficos escenarios por los que tendrá que hacer su visita turística obligatoria para salir airoso, uno se espera auténticos horrores de enemigos veloces como el viento y sedientos de sangre que acechan desde las sombras para atacar en el momento que menos se lo espere. Pues bien, los enemigos más desconcertantes son estos:
-El "Loscus Campensis", también conocido como "piedra en mitad del campo", cuya única función es... estorbar. No obstante, tienen un terrible ataque que consiste en permanecer completamente inmóviles esperando que tropieces con ellas. Suelen aparecer en sitios donde no molestan lo más mínimo o justo delante de nuestros amigos los barrancos, para hacerte partícipe del puenting sin cuerding en su máximo esplendor, o delante de hogueras eternamente encendidas, para conseguir en unos segundos ese bronceado que uno tanto desea*, consiguiendo contrarrestar rápidamente los efectos de cualquier tranquilizante que hayamos tomado.
-El "Escargot au Naturel", o "caracol sin aliñar"... digo, salvaje. Se caracterizan por ser más grandes que una mesita de noche de Pikea y por moverse exasperantemente despacio, cualidad que aprovechan para colocarse siempre donde más puedan estorbar cuando tienes que saltar o aterrizar. Como obviamente representan una amenaza constante a la paciencia mientras esperas a que se aparten para saltarlos, lo mejor es eliminarlos delicadamente** y proseguir nuestra marcha. Se desconocen los horribles ataques que poseen dichos caracoles al igual que se desconocen las razones que impulsarían al malo malísimo a incluirlos en su ejército***, pero todo indica que no querríamos que nos informasen de todas formas.
-El "Facehuggerus Fatalis", más conocido como "maldito pulpo de las narices". Esta especie tiene como respuesta natural ante los intrusos saltarles a la cara con la afectuosidad de una tía-abuela besucona, con la diferencia de que unos sólo quieren destrozarte la cara a pellizcos y los otros sólo se conforman con quitarte una vida. Tiene un hábitat natural vertical que consiste en saltar a la misma altura entre las nubes durante toda su vida[4], momento en el cual aprovechan para entrenarse en la categoría olímpica de Estorbos Monumentales e Incapacidad para Moverse Lateralmente. Algunos individuos de la especie han desarrollado la increíble capacidad de saltar desde el agua que hay DELANTE de la isla por la que estamos pasando pudiendo, misteriosamente, atacarte cuando pasas por lo que sería la parte de ATRÁS del decorado. Este fenómeno recibe el nombre de Dos Dimensiones y suele ser la causa de la mayoría de los juegos de Super Nintendo.
-La "Spider Sinmanis Solospider Asecasis", que también recibe el hombre de "Araña de medio kilo" o "¡QUÉ CXXX ES ESO!". Es el enemigo más normal[5] que nos vamos a encontrar por esos lares quitando el detalle de que no tiene tela por la que moverse, así que suponemos que esta especie es capaz de levitar por el aire como el Espíritu Santo. Aunque no son rivales para nuestro sofisticado armamento, tienen tendencia a aparecer cuando acabamos de perder nuestros medios de defensa personal[6], así que es mejor dejarnos poseer por nuestro talento batrácico y saltarlas de la manera más enrevesada posible para no tocarlas[7].
-La "Petalea Sionosus", que es ni más ni menos que una flor normal y corriente que nos encontramos durante nuestro periplo bosquicente[8] pero que llama la atención lo más grande puesto que no representa ningún peligro para nuestro héroe... bueno, quitando que es una especie muy rara y en peligro de extinción y cuando te acercas viene un fanático de la conservación vegetal[9] a rebanarte el pescuezo por suponer tus aviesas intenciones. Lo más desconcertante es que viene a por ti cuando ya has pasado de la posible falta en cuestión y no antes, como los guardias civiles.
-Y, como no, el último enemigo del que quería hablar es el ocasionante de todo esto, es decir, el malo malísimo que ha secuestrado a la chica del protagonista con las aviesas intenciones de convertirla en reina de todo lo que posee haciéndole sufrir una vida de lujo y riqueza al mando de las legiones de aterradores enemigos que... bueno, aterradores no, pero todo lo demás sí, así que nuestro deber es rescatarla para que vuelva a la cueva natural en la que vivía y se tenga que jugar la vida cogiendo fruta que se convierte en puntos al tocarla. El caso, que me desvío del tema, es que el archienemigo del protagonista, aunque éste no sepa ni cuál es, tiene la peculiaridad de lanzar bolas de fuego con movimiento parabólico, dar saltitos bastante cutres en un intento de acertarte[10] y dejarse acorralar patéticamente contra uno de los pozos sin fondo que tiene en el fondo de su palacio para que lo friamos a base de respuestas inesperadas e ingeniosas que producen desconcierto[11]. Tras varias aplicaciones, le explotará la cabeza y su cuerpo saldrá despedido buscando la salida a través de la pared en dirección a su siguiente guarida, no obstante, este comportamiento es sólo momentáneo y se le pasará en cuanto nos pasemos el juego, momento en el que ingresaremos en la casa de descanso más cercana si no es que estamos jugando ya allí dentro... y eso que este sólo es el primero de la saga.
* Concretamente el malo de la historia.
** O sea, a hachazos.
*** Probablemente hizo una apuesta con Hades del Titan Quest.
[4] Que suele ser un par de segundos en su totalidad.
[5] Dentro de lo que cabe, claro.
[6] Consecuencia directa de haber perdido antes varios órganos/miembros a manos de la fauna de por allí.
[7] ¿¡Pisar una araña!? ¿¡Dónde se ha visto eso!?
[8] O sea, por el bosque, que soy filólogo y me puedo inventar palabros.
[9] Es decir, un vendedor de frigoríficos del planeta de Goku.
[10] Los brazos no le llegan más arriba del cuello.
[11] Col. Hachazos.
lunes, mayo 23, 2011
miércoles, mayo 18, 2011
Remember...
Últimamente, y no sé si por efecto de la primavera o porque busco constantemente algo sano que me evada de los estudios y el trabajo (a la vez), no paro de acordarme de esos juegos que veía en las recreativas de pequeño y que quedaban bastante fuera de mi alcance dado que mi paga semanal era de 100 pts (200 si cogía las cerezas del bonus). El que he elegido para esto ha sido...
WONDER BOY (MODESTIA APARTE)
El juego trata básicamente de un chaval vestido con un taparrabos (y con una mata de pelo que ya la quisieran las modelos de Pantén) cuya novia ha sido secuestrada, mientras dormía, por el malo malísimo de turno, que no es otro que un ogro feísimo que mide como cuatro veces más que tú y que lanza todo tipo de proyectiles incendiarios que realizan parábolas regulares con intención de que te cruces en su trayectoria. Mi pregunta inmediata no es otra que, si es capaz de carbonizar al héroe de un golpe, ¿por qué no lo hizo mientras estaba indefenso? Aunque la verdad es que entonces no habría juego, claro, y no podríamos ir de zona en zona arrasando con todo a nuestro paso para llegar al final y, al más puro estilo de los clásicos, descubrir que "la princesa no está en este castillo", así que frustración al cociente y vamos a la pantalla siguiente (porque la orientación dice que no).
Entre las pantallas de la inmensamente enorme isla en la que viven se encuentran:
-Un bosque/selva amazónica cuyos árboles miden todos exactamente lo mismo, tanto de altura como de tronco, y cuya fauna se alimenta principalmente de héroes que pasen por allí; con barrancos que aparecen misteriosamente en medio del camino y que no estorban a nadie excepto al protagonista de la aventura; y que acaba sí, sí o sí en una cueva con forma de cara mirando con mala leche a todo aquel que se atreva a deambular por allí buscando novias perdidas. Mi segunda duda es de qué viven esos animales el resto del tiempo cuando nadie está jugando, pero el hecho de que el protagonista sea tan tonto como para entrar en una cueva que lo mira cuando entras por su boca me despeja todas las dudas, qué quieres que te diga.
-La susodicha cueva del infierno en la que el mobiliario típico de la misma (cantos rodaos del tamaño de un autobús, estalactitas que deciden que el momento de caer es cuando tú pasas y plataformas que se apoyan en el Espíritu Santo para elevarse o descender) se dirigirá hacia ti con toda la ira y frustración de saber que basta con que lo piensen muy fuerte para que el héroe acabe estampado en la pared más cercana con el grosor de un póster de Álex Ubago. Misteriosamente, algunas cuevas de piedra completamente natural, pero cuyo nivel es tremendamente perfecto ya que el suelo está perfectamente pavimentado y liso, incluyen hielo entre sus instalaciones para que te resbales y vayas de boca hasta el barranco más cercano, viejo amigo nuestro a estas alturas de la historia. Nada como un reencuentro tan emotivo para que el teclado del ordenador acabe saliendo disparado por la ventana.
-Un tercer terreno es ni más ni menos que la ausencia de él: se trata de ir saltando de nube en nube por encima del agua pisando alguna miniisla ocasional en la que todos los indígenas (los tres que hay) pasarán tranquilamente a degollarte, pero sin mucha prisa. Por si acaso la pantalla entera en sí no fuera ya un recordatorio de los mares que llorábamos con Heidi, toda la carta de una marisquería se ha dado cuenta de que las criadillas de héroe aux fines herbes son buenísmas para el reúma, así que no dudarán en saltar del agua para comprobarlo de primera mano (o de segunda o tercera, dependiendo de las vidas que te queden). Además, para hacerlo más interesante, algunas nubes se caen en cuanto el protagonista pone un pie (descalzo) en ellas precipitándose al proceloso e insondable mar que hay debajo, y nuestro rubiales se ha dejado el carnet de nadador en el otro coco del pelo, así que lo hagas como lo hagas acabarás tragando agua si la gravedad lo quiere... eso si te da tiempo mientras la fauna marina almuerza contigo, claro.
-El cuarto tipo de terreno es el interior del castillo del esbirro de turno. Tengo que decir que para ser unos monstruos humanoides con cabeza de animal tienen un gusto exquisito para elegir la decoración: el diseño greco-románico de las columnas es impresionante, pero sobre todo me quita el aliento la excelente elección de esos escalones un palmo más altos que el héroe que son tan cómodos de pasar cuando llegas cansado del saqueo diario del pueblo de indígenas azules* o del secuestro ocasional de chicas de protagonistas; además, me encanta la sencillez de esos acantilados en mitad del pasillo que conjuntan maravillosamente con las piedras rodantes de movimiento errático que intentan pasarte por encima sin razón aparente**; pero sobre todo me entusiasma el negro profundo de las paredes del fondo cuando no hay un muro de ladrillos que las tape y sobre el que colocar varios centenares de antorchas que probablemente consuman todo el oxígeno que produce la selva tropical de antes. Todo esto no podría estar completo sin una velada con el anfitrión del palacete en la que hará gala de sus habilidades culinarias***, a la que nosotros responderemos educadamente lanzándole hachas en la cabeza repetidamente justo antes de salir por una puerta a la que sólo se puede acceder UNA VEZ por una plataforma que se eleva sobre un acantilado. Vamos, que cuando el esbirro decida irse a la cama más le vale haber ido al servicio antes porque no va a poder arrepentirse.
Tras esta relajante y cautivadora visita guiada, nuestro anfitrión nos entregará un objeto personal de nuestra amada y procederemos a repetir el proceso en un ciclo bastante desquiciante de dificultad creciente y enemigos cada vez más enervantes... y eso suponiendo que vayamos armados, claro.
* Sí, los tres que hay.
** Deben de ser el equivalente al perro que te trae las zapatillas al llegar a casa pero en versión malo de mazmorra.
*** Héroe a la brasa.
WONDER BOY (MODESTIA APARTE)
El juego trata básicamente de un chaval vestido con un taparrabos (y con una mata de pelo que ya la quisieran las modelos de Pantén) cuya novia ha sido secuestrada, mientras dormía, por el malo malísimo de turno, que no es otro que un ogro feísimo que mide como cuatro veces más que tú y que lanza todo tipo de proyectiles incendiarios que realizan parábolas regulares con intención de que te cruces en su trayectoria. Mi pregunta inmediata no es otra que, si es capaz de carbonizar al héroe de un golpe, ¿por qué no lo hizo mientras estaba indefenso? Aunque la verdad es que entonces no habría juego, claro, y no podríamos ir de zona en zona arrasando con todo a nuestro paso para llegar al final y, al más puro estilo de los clásicos, descubrir que "la princesa no está en este castillo", así que frustración al cociente y vamos a la pantalla siguiente (porque la orientación dice que no).
Entre las pantallas de la inmensamente enorme isla en la que viven se encuentran:
-Un bosque/selva amazónica cuyos árboles miden todos exactamente lo mismo, tanto de altura como de tronco, y cuya fauna se alimenta principalmente de héroes que pasen por allí; con barrancos que aparecen misteriosamente en medio del camino y que no estorban a nadie excepto al protagonista de la aventura; y que acaba sí, sí o sí en una cueva con forma de cara mirando con mala leche a todo aquel que se atreva a deambular por allí buscando novias perdidas. Mi segunda duda es de qué viven esos animales el resto del tiempo cuando nadie está jugando, pero el hecho de que el protagonista sea tan tonto como para entrar en una cueva que lo mira cuando entras por su boca me despeja todas las dudas, qué quieres que te diga.
-La susodicha cueva del infierno en la que el mobiliario típico de la misma (cantos rodaos del tamaño de un autobús, estalactitas que deciden que el momento de caer es cuando tú pasas y plataformas que se apoyan en el Espíritu Santo para elevarse o descender) se dirigirá hacia ti con toda la ira y frustración de saber que basta con que lo piensen muy fuerte para que el héroe acabe estampado en la pared más cercana con el grosor de un póster de Álex Ubago. Misteriosamente, algunas cuevas de piedra completamente natural, pero cuyo nivel es tremendamente perfecto ya que el suelo está perfectamente pavimentado y liso, incluyen hielo entre sus instalaciones para que te resbales y vayas de boca hasta el barranco más cercano, viejo amigo nuestro a estas alturas de la historia. Nada como un reencuentro tan emotivo para que el teclado del ordenador acabe saliendo disparado por la ventana.
-Un tercer terreno es ni más ni menos que la ausencia de él: se trata de ir saltando de nube en nube por encima del agua pisando alguna miniisla ocasional en la que todos los indígenas (los tres que hay) pasarán tranquilamente a degollarte, pero sin mucha prisa. Por si acaso la pantalla entera en sí no fuera ya un recordatorio de los mares que llorábamos con Heidi, toda la carta de una marisquería se ha dado cuenta de que las criadillas de héroe aux fines herbes son buenísmas para el reúma, así que no dudarán en saltar del agua para comprobarlo de primera mano (o de segunda o tercera, dependiendo de las vidas que te queden). Además, para hacerlo más interesante, algunas nubes se caen en cuanto el protagonista pone un pie (descalzo) en ellas precipitándose al proceloso e insondable mar que hay debajo, y nuestro rubiales se ha dejado el carnet de nadador en el otro coco del pelo, así que lo hagas como lo hagas acabarás tragando agua si la gravedad lo quiere... eso si te da tiempo mientras la fauna marina almuerza contigo, claro.
-El cuarto tipo de terreno es el interior del castillo del esbirro de turno. Tengo que decir que para ser unos monstruos humanoides con cabeza de animal tienen un gusto exquisito para elegir la decoración: el diseño greco-románico de las columnas es impresionante, pero sobre todo me quita el aliento la excelente elección de esos escalones un palmo más altos que el héroe que son tan cómodos de pasar cuando llegas cansado del saqueo diario del pueblo de indígenas azules* o del secuestro ocasional de chicas de protagonistas; además, me encanta la sencillez de esos acantilados en mitad del pasillo que conjuntan maravillosamente con las piedras rodantes de movimiento errático que intentan pasarte por encima sin razón aparente**; pero sobre todo me entusiasma el negro profundo de las paredes del fondo cuando no hay un muro de ladrillos que las tape y sobre el que colocar varios centenares de antorchas que probablemente consuman todo el oxígeno que produce la selva tropical de antes. Todo esto no podría estar completo sin una velada con el anfitrión del palacete en la que hará gala de sus habilidades culinarias***, a la que nosotros responderemos educadamente lanzándole hachas en la cabeza repetidamente justo antes de salir por una puerta a la que sólo se puede acceder UNA VEZ por una plataforma que se eleva sobre un acantilado. Vamos, que cuando el esbirro decida irse a la cama más le vale haber ido al servicio antes porque no va a poder arrepentirse.
Tras esta relajante y cautivadora visita guiada, nuestro anfitrión nos entregará un objeto personal de nuestra amada y procederemos a repetir el proceso en un ciclo bastante desquiciante de dificultad creciente y enemigos cada vez más enervantes... y eso suponiendo que vayamos armados, claro.
* Sí, los tres que hay.
** Deben de ser el equivalente al perro que te trae las zapatillas al llegar a casa pero en versión malo de mazmorra.
*** Héroe a la brasa.
martes, mayo 17, 2011
Tojuro
...Pero el salón no tanto. Es que es lo que pasa cuando uno dedica todo su presupuesto a la habitación en la que te vas a preparar los cafés y los huevos fritos: que en vez de tener una casa tienes una cafetería, y qué mejor manera de aprovechar un error que convertirlo en restaurante. ¡Si es que no hay mal que por bien no venga!
ASÍ HABLÓ ZARTRUSTAZ... ESE
Hoy he visto de camino al trabajo una pintada que decía "La lluvia oculta la flor de mi secreto", y tengo que decir que la primavera altera mucho más aparte de las hormonas de la gente. Porque, es decir, cierto es que el agua es el elemento dador de vida y que el origen de la misma se dio en sus senos, pero sus propiedades de ocultación nadie ha dicho nada nunca, es más, para eso está el dicho "más claro que el agua"*, así que ya tiene que llover fuerte e intensamente para que las precipitaciones te impidan ver una flor... o lo que quede de ella tras El Diluvio Universal II: la venganza de Aqualia.
También de camino he intentado ayudar, en dos momentos diferentes de la tarde, a dos señoras mayores con sendos pares de muletas en ristre, a bajar un escalón enorme y a cruzar la calle respectivamente, y digo intentado porque ninguna de las dos me lo ha permitido, al menos no en el sentido normal de la palabra: la primera, al ver que me acercaba a ella casi se ha lanzado al vacío al más puro estilo "antes morir que perder la vida" y cuando le he preguntado que si quería que la ayudara a bajar me ha dicho tres docenas de "nos" mientras se alejaba de mí todo lo rápido que podía**, cosa que me ha hecho preguntarme si luego cuando se quejan de los jóvenes es la memoria selectiva la que les impide ser objetivos; y la otra me la he encontrado justo cuando acababa de cruzar la calle y me he ofrecido a ayudarla, cosa que ella aceptó de buen grado, pero esa mujer iba con las muletas más rápido que mucha gente que entrena marcha olímpica*** y me dejó atrás en el paso de peatones en un par de segundos, así que me esperó al otro lado tranquilamente para darme las gracias por mi ¿ayuda?**** y contarme su vida del mismo que los telediarios resumen las noticias en los titulares*****. En su discurso pude distinguir que se lamentaba de haber pasado las guerras (nació en el 27) y toda la situación política de España, tanto la anterior como la actual, y tengo que decir que estuve de acuerdo con ella, pero me dejó atónito cuando me dijo "si es que todo les pasa a los jóvenes", más que nada porque el hecho de que ella se incluyera en ese grupo no sé si la convertía en la joven más vieja de por allí o en la vieja más joven que conozco.
De vuelta a casa me sorprendió un anuncio que vi en una farola: "electricista a domicilio". La verdad es que los fontaneros y electricistas siempre suelen tener trabajo a pesar de la crisis y algunos de fama van bastante de sobrados exigiendo e imponiendo condiciones de trabajo que otros no podrían, pero por muy bueno que sea un electricista no le veo el sentido a que anuncie que va a domicilio. Tampoco es que vaya a ir yo a su casa con una habitación metida en el bolsillo para que le ponga el cableado eléctrico, ¿no?
Y ya para terminar, hoy en clase con los pequeños tocaba hacer un dictado y quería ver cuántos fallos habían tenido, así que me he asegurado de que lo tenían todo y he dicho la que probablemente sea la orden más improbable****** en términos estadísticos que se puede decir dentro de un aula. La cosa ha sido tal que así:
-¡Seño*******, hemos terminado!
-¿Lo tenéis todo? ¿Estáis seguros?
-¡SIII!
-Bien, pues, ¡vamos a corregir! Guardad los cromos y las patas de pollo, que empezamos.
Lo más sorprendente es que si fuera en Joguarts todo tendría sentido, pero como eso ocurrió en un colegio de aquí pues... la estadística se ceba conmigo.
Moraleja:
El que dijo que el mundo tiene siete maravillas singulares y sorprendentes se quedó más corto que los que planificaron el presupuesto de las becas Erasmus.
*Antes de fregar los platos.
**O sea, que podía haber ido yo haciendo elipses a su alrededor mientras ella emprendía su huída para darle más emoción a la cosa que no hubiera conseguido escapar.
***Y no estoy exagerando a pesar de que me dijo que tiene 83 años.
****Sin el más mínimo rastro de sarcasmo en su voz, así que o era sincera o era actriz (además de atleta, digo).
*****Tan rápido que no hay quien se entere de nada.
******¡Paradoja!
*******Sí, los niños de mi clase de 9-10 años me dicen "seño", y yo no les digo "maldxxxx basxxxxxx" porque en el fondo los aprecio.
ASÍ HABLÓ ZARTRUSTAZ... ESE
Hoy he visto de camino al trabajo una pintada que decía "La lluvia oculta la flor de mi secreto", y tengo que decir que la primavera altera mucho más aparte de las hormonas de la gente. Porque, es decir, cierto es que el agua es el elemento dador de vida y que el origen de la misma se dio en sus senos, pero sus propiedades de ocultación nadie ha dicho nada nunca, es más, para eso está el dicho "más claro que el agua"*, así que ya tiene que llover fuerte e intensamente para que las precipitaciones te impidan ver una flor... o lo que quede de ella tras El Diluvio Universal II: la venganza de Aqualia.
También de camino he intentado ayudar, en dos momentos diferentes de la tarde, a dos señoras mayores con sendos pares de muletas en ristre, a bajar un escalón enorme y a cruzar la calle respectivamente, y digo intentado porque ninguna de las dos me lo ha permitido, al menos no en el sentido normal de la palabra: la primera, al ver que me acercaba a ella casi se ha lanzado al vacío al más puro estilo "antes morir que perder la vida" y cuando le he preguntado que si quería que la ayudara a bajar me ha dicho tres docenas de "nos" mientras se alejaba de mí todo lo rápido que podía**, cosa que me ha hecho preguntarme si luego cuando se quejan de los jóvenes es la memoria selectiva la que les impide ser objetivos; y la otra me la he encontrado justo cuando acababa de cruzar la calle y me he ofrecido a ayudarla, cosa que ella aceptó de buen grado, pero esa mujer iba con las muletas más rápido que mucha gente que entrena marcha olímpica*** y me dejó atrás en el paso de peatones en un par de segundos, así que me esperó al otro lado tranquilamente para darme las gracias por mi ¿ayuda?**** y contarme su vida del mismo que los telediarios resumen las noticias en los titulares*****. En su discurso pude distinguir que se lamentaba de haber pasado las guerras (nació en el 27) y toda la situación política de España, tanto la anterior como la actual, y tengo que decir que estuve de acuerdo con ella, pero me dejó atónito cuando me dijo "si es que todo les pasa a los jóvenes", más que nada porque el hecho de que ella se incluyera en ese grupo no sé si la convertía en la joven más vieja de por allí o en la vieja más joven que conozco.
De vuelta a casa me sorprendió un anuncio que vi en una farola: "electricista a domicilio". La verdad es que los fontaneros y electricistas siempre suelen tener trabajo a pesar de la crisis y algunos de fama van bastante de sobrados exigiendo e imponiendo condiciones de trabajo que otros no podrían, pero por muy bueno que sea un electricista no le veo el sentido a que anuncie que va a domicilio. Tampoco es que vaya a ir yo a su casa con una habitación metida en el bolsillo para que le ponga el cableado eléctrico, ¿no?
Y ya para terminar, hoy en clase con los pequeños tocaba hacer un dictado y quería ver cuántos fallos habían tenido, así que me he asegurado de que lo tenían todo y he dicho la que probablemente sea la orden más improbable****** en términos estadísticos que se puede decir dentro de un aula. La cosa ha sido tal que así:
-¡Seño*******, hemos terminado!
-¿Lo tenéis todo? ¿Estáis seguros?
-¡SIII!
-Bien, pues, ¡vamos a corregir! Guardad los cromos y las patas de pollo, que empezamos.
Lo más sorprendente es que si fuera en Joguarts todo tendría sentido, pero como eso ocurrió en un colegio de aquí pues... la estadística se ceba conmigo.
Moraleja:
El que dijo que el mundo tiene siete maravillas singulares y sorprendentes se quedó más corto que los que planificaron el presupuesto de las becas Erasmus.
*Antes de fregar los platos.
**O sea, que podía haber ido yo haciendo elipses a su alrededor mientras ella emprendía su huída para darle más emoción a la cosa que no hubiera conseguido escapar.
***Y no estoy exagerando a pesar de que me dijo que tiene 83 años.
****Sin el más mínimo rastro de sarcasmo en su voz, así que o era sincera o era actriz (además de atleta, digo).
*****Tan rápido que no hay quien se entere de nada.
******¡Paradoja!
*******Sí, los niños de mi clase de 9-10 años me dicen "seño", y yo no les digo "maldxxxx basxxxxxx" porque en el fondo los aprecio.
lunes, mayo 16, 2011
Pokéface
-¿¡Has visto eso, Piplup!? ¿Qué podrá ser?
-¡Piplup!
-...Así no me ayudas, ¿sabes?
...Y aprovechando que Alejandro, o más bien Vero, ha adoptado un gatico y que el Pisuegra pasa por Yernodolid, le pongo de título al post de hoy esa obra de teatro que todo el mundo critica o adora, no sé muy bien por qué razón ninguna de las dos:
CATS
-¿Sabes, Piplup? Nunca entenderé por qué hay gente que se dedica a dejarles comida y agua a los gatos callejeros por todas partes.
-Pip, Piplup.
(Bueno, es que hay mucha gente mayor que siente una gran falta de cariño y de poder expresarlo, así que la mejor forma que tienen de suplirlo es cuidando de esos animales).
-¡Ajá, lo sabía! ¡Es para no tener lazos que les unan y así poder olvidarse de ellos cuando no les convenga! Con razón luego hay centenares por ahí sueltos molestando con sus maullidos y dejando sus "regalos" por todas partes. ¡Pues ya podrían adoptarlos!
-Plup, pip pip.
(Lo cierto es que mucha de esa gente no puede encargarse de ellos por sus condiciones físicas y no podrían darles los cuidados necesarios, así que la única manera de que tengan una mascota es esa).
-¿Verdad que sí? Si es lo que yo digo: si tienen dinero para comprarles comida, también lo tienen para mantener a ese animal en su casa, y si no que paguen a alguien para que cuide de él en vez de dejarlo sin atención ni control o que no lo tengan directamente.
-¿Piplup plup? Pip pip.
(¿Tú crees que un pensionista tiene dinero para pagar a alguien que se encargue de atender a su mascota y además comprar todo lo que ésta necesite? Seamos serios, si no los acogen es porque no pueden permitírselo).
-Pues sí, queda claro que si no los acogen es porque son unos despreocupados a los que no les importa si esos animales molestan a otro o no.
¿Sabes? Me encanta hablar contigo, ¡siempre estamos de acuerdo!
-...Pluuup.
(...Vaya tela)
Ya, pero ¿quién de los dos tiene razón?
-¡Piplup!
-...Así no me ayudas, ¿sabes?
...Y aprovechando que Alejandro, o más bien Vero, ha adoptado un gatico y que el Pisuegra pasa por Yernodolid, le pongo de título al post de hoy esa obra de teatro que todo el mundo critica o adora, no sé muy bien por qué razón ninguna de las dos:
CATS
-¿Sabes, Piplup? Nunca entenderé por qué hay gente que se dedica a dejarles comida y agua a los gatos callejeros por todas partes.
-Pip, Piplup.
(Bueno, es que hay mucha gente mayor que siente una gran falta de cariño y de poder expresarlo, así que la mejor forma que tienen de suplirlo es cuidando de esos animales).
-¡Ajá, lo sabía! ¡Es para no tener lazos que les unan y así poder olvidarse de ellos cuando no les convenga! Con razón luego hay centenares por ahí sueltos molestando con sus maullidos y dejando sus "regalos" por todas partes. ¡Pues ya podrían adoptarlos!
-Plup, pip pip.
(Lo cierto es que mucha de esa gente no puede encargarse de ellos por sus condiciones físicas y no podrían darles los cuidados necesarios, así que la única manera de que tengan una mascota es esa).
-¿Verdad que sí? Si es lo que yo digo: si tienen dinero para comprarles comida, también lo tienen para mantener a ese animal en su casa, y si no que paguen a alguien para que cuide de él en vez de dejarlo sin atención ni control o que no lo tengan directamente.
-¿Piplup plup? Pip pip.
(¿Tú crees que un pensionista tiene dinero para pagar a alguien que se encargue de atender a su mascota y además comprar todo lo que ésta necesite? Seamos serios, si no los acogen es porque no pueden permitírselo).
-Pues sí, queda claro que si no los acogen es porque son unos despreocupados a los que no les importa si esos animales molestan a otro o no.
¿Sabes? Me encanta hablar contigo, ¡siempre estamos de acuerdo!
-...Pluuup.
(...Vaya tela)
Ya, pero ¿quién de los dos tiene razón?
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